tag:blogger.com,1999:blog-9367003562976334872024-03-13T03:08:23.982+01:00Lecturas críticasRincón donde bibliófilos y bibliópatas (aquí no se discrimina) pueden encontrar la opinión de un servidor sobre los libros que lee a lo largo del año (aunque por desgracia y pereza no estén todos los que leo).Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.comBlogger290125tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-79603760722795825032022-08-10T19:58:00.002+02:002022-08-10T19:58:52.163+02:00La ciudad de los vivos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnxUhyjoY5PEr45iJOJGG9_gdv5qDf8OoUAxRvKQD42hZQYB2cCUNxWU7kZzalKrn9hj4Vp55qczb2OAE5vDhD4abIPLZbeMGskV7HR6WKABZxyqObRAduARpJblntE_BIYg6fak3DAAR05vbbLvEo9LyceJ4xBEE5v3_6zdKbu4DERF1tV0ouHq6O/s3472/La%20ciudad%20de%20los%20vivos.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnxUhyjoY5PEr45iJOJGG9_gdv5qDf8OoUAxRvKQD42hZQYB2cCUNxWU7kZzalKrn9hj4Vp55qczb2OAE5vDhD4abIPLZbeMGskV7HR6WKABZxyqObRAduARpJblntE_BIYg6fak3DAAR05vbbLvEo9LyceJ4xBEE5v3_6zdKbu4DERF1tV0ouHq6O/s320/La%20ciudad%20de%20los%20vivos.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los que amamos la literatura
somos muchos y en un mundo editorial trufado semanalmente de novedades y
lanzamientos estrella y novelas del mes, del año, de la década y del siglo,
muchas veces es complicado realmente encontrar esos libros que hacen que
sigamos amando la literatura como desde ese primer día en que terminamos de
leer el libro que nos convirtió definitivamente en lectores empedernidos. No es
sencillo, sin embargo, dar con uno de esos libros que nos reafirmen en nuestra
confianza en la literatura como poder transformador de las personas y la
sociedad. A veces simplemente pasa que un libro, proclamado como libro del año,
lo cumple y tras su lectura te quedas diciendo “¿qué acabo de leer?” anonadado
e intentando asimilar lo que el autor te ha contado en un buen puñado de
páginas. Asombra la rotundidad con la que este libro ha puesto de acuerdo a
lectores, editores, libreros y críticos; no suele pasar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>La ciudad de los vivos</i> es
la reconstrucción minuciosa de un terrible, brutal e inhumano asesinato en Roma
en el año 2016, cuando dos hombres de unos 30 años mataron cruelmente e
infligiendo una tortura y un sufrimiento poco común a un chaval de unos 20 años
asestándole puñaladas, cortes y martillazos. Nicola Lagioia se obsesionó con un
crimen sangriento y cruel, que conmocionó a toda Italia y que durante meses fue
carne de tertuliar televisadas, crónica negra en prensa y morbo en redes
sociales con infinidad de mensajes y comentarios y vídeos y publicaciones al respecto.
De esa obsesión ha salido un libro brutal, soberbio y que actúa como un
puñetazo en el mentón del lector para despertarlo ante una realidad que ni la
más negra o terrorífica de las novelas es capaz de igualar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No hay dudas de que el asesinato
de Luca Varani a manos de Marco Prato y Manuel Foffo fue un acto terrorífico y <i>La
ciudad de los vivos</i> lo atestigua gracias a la labor de documentación y
recolección de documentación y testimonios de personas involucradas en aquel
suceso de Lagioia. Pero, lo que más pavor me causa, lo que más me turba es que
todo lo que en las páginas de este libro se narra es la más pura y tangible de
las realidades. Ni la más imaginativa y perversa de las novelas negras que haya
leído hasta el momento llevan a un asesinato así, quizá también porque
aparentemente, y que se haya podido saber tras investigaciones policiales y
judiciales de este caso, no hubo ningún móvil aparente para que Prato y Foffo
acabaran con la vida de Varani.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Se podría llegar a pensar si más
de 450 páginas no es un poco excesivo para contar un asesinato. Es lógico,
quizá solo el asesinato no daría para tanto, pero como toda historia basada en
una obsesión en esta Lagioia también nos habla del entorno social en el que
todo este suceso tuvo lugar. Roma es un elemento esencial en <i>La ciudad de
los vivos</i>, de hecho, da título al libro. La decadencia de una ciudad
vendida al turismo, donde nada funciona, donde todo el mundo va a su bola y a
su libre albedrio porque nadie desde el poder hacer nada por arreglarlo, donde
la corrupción política, moral, ética, cultura y social impregnan todos los
rincones, y donde las ruinas del antiguo Imperio Romano no son más que la
materialización macabra e irónica de la ruina interior que vive la capital de
Italia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En <i>La ciudad de los vivos</i>
conviven una crítica feroz a la sociedad actual que ha hecho que los jóvenes no
tengan un futuro hacia el que orientarse, con una definición de la toxicidad de
las relaciones que la juventud entabla con su alrededor, tanto sentimentales
como de amistad, donde la soledad, la desubicación personal, la represión de
uno mismo, la homofobia (porque es de homofobia dentro y fuera del colectivo
lgtbi), las drogas y el alcohol como ejes vertebradores del ocio juvenil y la
escasez de dinero en un mundo donde todo gira en torno a tenerlo en grandes
cantidades para creerse libre marcan a las personas. Este libro no es
simplemente la crónica de un asesinato, su concepción, su ejecución y sus
consecuencias posteriores, sino que se convierte en un espejo macabro en el que
leer lo que somos como sociedad (y, aunque Roma sea la ciudad donde se centra
todo, cualquier capital o gran ciudad del mundo pueden verse reflejadas en ella
de una u otra manera).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La homofobia aún instaurada en la
sociedad está en el corazón de esta historia. Una homofobia interna y externa,
desde uno mismo a la sociedad, que hace que las personas teman y se nieguen a
ser quienes son. Prato, Foffo y Varani eran homosexuales, el primero
abiertamente, los otros dos se lo negaban permanentemente engañándose a ellos
mismo y cayendo en pozos de perdición personales por vivir permanentemente una
doble vida embustera. <i>La ciudad de los vivos</i> muestra como tanto la
sociedad como nosotros mismos (ya que nosotros somos parte indisoluble de la
sociedad) condicionan y generan acciones, sentimientos y odios cruzados que nos
destruyen. Miedo da además reconocer en las páginas de este libro verdades como
puños y ver cómo nos dirigimos a la ruina existencia casi sin frenos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Quien empiece <i>La ciudad de los
vivos</i> no lo va a soltar. Y no lo hará porque desde el primer momento
subyuga, desde la primera página el lector se va a ver arrastrado por una
mezcla de morbo, repulsión, odio y voluntad de saber y comprender el porqué de
un asesinato de este calibre y magnitud. Pero como buen espejo que es de la
sociedad que nos está tocando vivir, como pantalla en la que el lector va a ver
los vicios y las pocas virtudes de una sociedad sin rumbo que exige y exige sin
pararse a pensar en cuales son los debes y obligaciones para con ellos mismo y
para con la sociedad, tampoco es fácil enfrentarla con total sinceridad, porque
cada lector, todos a fin de cuenta vamos con ideas preconcebidas sobre cada uno
de los temas que aquí se tratan. Lean y disfruten.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-49552687243115250572022-08-07T13:30:00.002+02:002022-08-07T13:30:23.206+02:00Tengo miedo torero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipY2RoTb4mUCUYBmv7lH3itJ702e2b6K4uYgc9x60pn8xIB4KtUrI5NJJbjTf2VszI4zqC9jBqa8CmQPZW32LtSGQSme-GfyMFk3HWYlMwMPAiF6bhfzPyzRyQYnej6-nnunyPVCInCtivkMx1tV3xB6PfNl4OOEIAw7T_qPCZ3oq_MUQYGT_MYCpo/s3472/Tengo%20miedo%20torero.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipY2RoTb4mUCUYBmv7lH3itJ702e2b6K4uYgc9x60pn8xIB4KtUrI5NJJbjTf2VszI4zqC9jBqa8CmQPZW32LtSGQSme-GfyMFk3HWYlMwMPAiF6bhfzPyzRyQYnej6-nnunyPVCInCtivkMx1tV3xB6PfNl4OOEIAw7T_qPCZ3oq_MUQYGT_MYCpo/s320/Tengo%20miedo%20torero.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hacer caso de una recomendación
puede parecer algo sencillo y fácil, sobre todo si quien te recomienda una
novela sabe un poco qué te gusta, pero siempre hay riesgos de error, de
recomendar un libro que no conecte con la persona a la que le has hecho la
recomendación, básicamente porque cada lector es un mundo y cada libro otro muy
distinto. Para mí una novela puede implicar y significar una cosa y para otra
persona puede ser un libro totalmente diferente, aun teniendo los mismos o muy
parecidos gustos literarios. Por eso nunca es fácil recomendar un libro y
cuando algún amigo me dice que le recomiende alguna novela para engancharse a
la lectura o simplemente porque lleva varios libros que no le transmiten nada
intento escurrir el bulto o tirar de libros que tras más de una lectura siguen
demostrándome porqué me gustaron en su momento. Aunque, insisto, no es fácil
nunca recomendar un libro a alguien. Esta novela ha sido eso: una recomendación
de varios conocidos y al comprarla en la Feria del Libro de Madrid el propio
librero que me la vendió me dijo que iba a ser una gran lectura.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Contextualicemos un poco la
novela: Chile, año 1986; Augusto Pinochet gobierna el país con mano de hierro y
esparciendo miedo para mantenerse como dictador de Chile; las protestas contra
la dictadura son cada vez más normales y más descaradas; los movimientos
estudiantiles hacen presión contra un gobierno corrupto y dictatorial, donde la
violencia contra la disidencia es la norma. Es en este contexto histórico donde
se desarrolla la historia de amor y desamor de <i>Tengo miedo torero</i>. Pocos
autores se atreverían a mezclar en una misma novela, y en una misma historia,
además, la lucha contra la dictadura de Pinochet y, en concreto, el atentado
que casi le cuesta la vida de septiembre de 1986, y una historia de pasión
protagonizada por un homosexual entrado ya en su madurez y un joven estudiante
entusiasta e idealista. Pedro Lemebel mezcla en esta novela política, amor y
homosexualidad, y con esto simplemente ya estaríamos hablando de un libro en
mayúsculas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No es sencillo entrar en esta
novela. El estilo tan personal y Lemebel, los coloquialismos del lenguaje del
español de América no hacen fácil iniciar la lectura de <i>Tengo miedo torero</i>.
Me ha costado un buen puñado de páginas adaptarme al ritmo narrativo y al
estilo de Lemebel, a saber quién me habla desde las páginas de la novela y a
saber discernir tonos, ambientes y voces. El colorido, la musicalidad y la
textura del español del otro lado del charco hace que cada novela de un autor
iberoamericano que se coge y se lee sea totalmente diferente. Por eso también
amo la literatura iberoamericana: por ponerme difícil su lectura, por enseñarme
matices y palabras nuevas de un idioma que es mi materno pero que solo
conociendo una parte del mismo (el español de España) hace que nos perdamos una
inmensa riqueza en matices.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En <i>Tengo miedo torero</i>,
Lemebel da forma a un thriller político que se mezcla con una historia de amor
no correspondido, o al menos no correspondido como las partes merecerían. La
Loca del Frente es un homosexual bordador de prendas para la élite que vive en
los bajos fondos de un Santiago de Chile revuelto por las protestas contra
Pinochet. Carlos es un joven estudiante involucrado de lleno en el intento de
magnicidio contra Pinochet. Dos mundos quizá encontrados, quizá destinados a no
cruzarse nunca, pero que se cruzan. La Loca del Frente se enamora de Carlos, un
chico dulce, que le trata bien, le escucha y no le juzga: una rara avis en una
época donde el estigma contra los homosexuales era enorme y la violencia física
y verbal contra ellos la norma. Carlos quizá se aprovecha de la Loca del Frente
para sus intereses, pero nunca la trata mal, nunca lo hace con mala fe y nunca
sin el beneplácito de la Loca.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Si a todo esto además se suma que
el propio Pinochet y su mujer son dos personajes más a los que Lemebel da voz
pintándoles a él como un pelele sin sangre, cobarde y autoritario, y a ella
como una cacatúa que no calla ni debajo del agua hasta el punto de agotar a su
marido constantemente, resulta que <i>Tengo miedo torero</i> puede ser también
una especie de sátira mezclada con el thriller político y con la novela social
homosexual.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Una vez el lector sea capaz de
adaptarse al estilo y al ritmo narrativos de <i>Tengo miedo torero</i> y de
Pedro Lemebel encontrará una novela intensa, emotiva, cruda y cuya lectura
entre líneas es mucho más importante que la directa. Porque no es solo lo que
esta novela nos cuenta en su lectura sino lo que insinúa entre líneas, esta vez
más centrado en La Loca del Frente y su vida pasada como homosexual afeminado
en una sociedad como la chilena, aunque podría ser cualquiera latinoamericana,
muy machista y ruda. Como dije al principio recomendar no es sencillo, pero en
este caso esta recomendación me ha sorprendido de principio a fin porque no
esperaba una novela tan variada y llena de facetas diferentes, tantas aristas y
tantas posibles lecturas. Una delicia de libro en definitiva.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-79357165265195369212022-08-03T20:24:00.001+02:002022-08-03T20:24:09.134+02:00La librería<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLRFFaSMMlsUgIkcWh-ZDj9HXjS7lca96kJ5sFFRFEghvsJkdQ1ogBL3HqTKdfC0jl9FfixLDgxGHV00IR7ERzxB24XmbT4COMOA7bCdzNtFbOel6FRMppoKabO0gYahoY9qxkMEURY4GxlBUG7EzziMuTpOkPS-KAhvD4PsB5EoAdzRDwVt0nSY0k/s4624/La%20librer%C3%ADa.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="4624" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLRFFaSMMlsUgIkcWh-ZDj9HXjS7lca96kJ5sFFRFEghvsJkdQ1ogBL3HqTKdfC0jl9FfixLDgxGHV00IR7ERzxB24XmbT4COMOA7bCdzNtFbOel6FRMppoKabO0gYahoY9qxkMEURY4GxlBUG7EzziMuTpOkPS-KAhvD4PsB5EoAdzRDwVt0nSY0k/s320/La%20librer%C3%ADa.jpg" width="240" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hay libros que automáticamente se
convierten en un puro canto amor por los propios libros, por la literatura y
por la lectura. Este es uno de esos libros. Escrito en 1978 por Penelope
Fitzgeral inmediatamente se convirtió en una de sus obras más famosas y
celebradas (de hecho, fue nominada al Premio Booker, que no ganó Fitzgerald ese
año pero que, al siguiente, con otra de sus novelas, sí consiguió). En el año
2017, la directora Isabel Coixet llevó al cine una adaptación de esta novela, con
ligeros cambios en el guion haciendo que la versión cinematográfica, a mi
parecer, sea algo más dramática y sensiblera que el propio libro. En mi verano
literario en femenino, planeado casi de improviso durante la última Feria del
Libro, tenía claro que de la Editorial Impedimenta (cuya labor y edición es
exquisita) me iba a llevar a casa esta magnífica novela, que desde que vi la
película de Coixet en su día llevaba queriendo leer.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como el propio nombre de la
novela indica, <i>La librería</i> gira en torno a la librería que,
obstinadamente, Florence Greene pretende abrir en una casa muy codiciada y,
según dicen, encantada y llena de fantasmas, pero abandonada en un pequeño
pueblo marítimo inglés donde los poderes sociales establecidos desde hace
decenios no ven con buenos ojos. Esa obstinación, ese tesón, esa terquedad si
se quiere decir, que emana simplemente del amor a la cultura y a los libros
como puertas magníficas y robustas de acceso a ese mundo infinito del
conocimiento y las aventuras, son lo que mueven a Florence a superar cualquier
obstáculo, cualquier comentario malintencionado, cualquier palo en la rueda y
terminar abriendo su librería y vendiendo libros a los vecinos de su pueblo
pesquero.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Penelope Fitzgerald no escribió
una simple novela, una historia más en <i>La librería</i>, sino toda una carta
de amor por los libros y la literatura, por el arte que es escribir. Un canto
de libertad hacia una de las maneras de arte más versátiles que existen, de
cultura y conocimiento, de aventuras y viajes más allá de nuestras vidas y
entornos. Pero también mostró, de manera sutil pero firme, cómo no siempre la
cultura, el saber y el conocimiento triunfan, y cómo siempre, se vaya donde se
vaya, hay quien intentará torpedear una buena idea y amaestrar a la población para
que piense que los privilegios de unos pocos son los derechos de todos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No dio puntadas sin hilo
Fitzgerald en <i>La librería</i> y lo que, en ocasiones, parecen simplemente un
lance entre personajes, una conversación intrascendente para dar verosimilitud
y trasfondo a la historia, son dardos lanzados con una intención muy clara:
criticar a la burguesía rural inglesa que durante décadas, por tradición más
que por derecho, han ejercido una influencia dañina y mezquina, ruin y
miserable, sobre poblaciones humildes, impidiendo un beneficio general de la
comunidad para simplemente manejar las cosas para engrosar aún más su poderío y
sus propiedades, valiéndose de cualquier arma a su alcance.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No quiero decir con lo anterior
que La librería sea una novela política o social, ni que sirva para denunciar
ningún comportamiento enquistado. Para nada. De hecho, no hay la profundidad
suficiente en el análisis, planteamiento y desarrollo de esos aspectos como
para que no sean más que retazos de esbozos. Pero ahí están: no fueron
casuales, ni accidentales y no pretendían simplemente decorar una narración. Si
el personaje de Florence Greene representa el tesón, la osadía y la luz de la
cultura; su contraparte, la Señora Gamart representa el antiguo régimen, la
tradición y la inmovilidad, los privilegios y el egoísmo más cegador. El
enfrentamiento indirecto permanente entre ambas mujeres termina siendo ganado
por la poderosa, como casi siempre, haciendo que Florence cierre la librería y
tenga que marcharse del pueblo para seguir con su sueño en otra parte donde
pudiera ser mejor recibida.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Leer <i>La librería</i> ha sido
todo un chute de energía a nivel personal. No puedo negar que desde hace unos
años uno de mis sueños más recurrentes es abrir mi propia librería donde poder
no solo vender y recomendar libros a todos aquellos lectores que hasta ella se
acercaran, sino organizar actos de amor a los libros y a los escritores con los
que demostrar que los libros, la escritura, la literatura son uno de los
grandes pilares de la cultura y las artes. Penelope Fitzgeral llevó a las
páginas de su libro lo que ahora es para mí un sueño. Sueño que sé que no voy a
cumplir a corto o medio plazo porque sé que económicamente no es viable a día
de hoy que monte una librería, y mucho menos quizá en Madrid, donde se vería
engullida por ese espíritu competitivo y ultra liberal que marchita todo lo que
toca y que en Madrid ya es epidemia casi mortal. Quien sabe si en algún momento
podré ser una Florence Greene exitosa en alguna población y tener mi propia
librería, para la que incluso ya tendría nombre.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En estos días tediosos de verano
que estamos viviendo y que llevamos sufriendo de manera continuada más tiempo
del que sería deseable en Madrid, tomar en nuestras manos <i>La librería</i>,
viajar hasta un pequeño pueblo pesquero inglés, idílico, y acompañar a Florence
Greene en su sueño de tener un oasis de cultura y libros es de los mejores
planes que se pueden tener. Y, además, nunca está de más leer un clásico de la
literatura que se lee como una fábula de amor por los libros.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-38024293213365654712022-07-30T16:38:00.001+02:002022-07-30T16:38:13.022+02:00Ceniza en la boca<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8Fy9LeNeil8miEh6P6mQLg8Os1O4M8MTCHfFzemojY5z_hnr5PtWzvix3EEAPCC8PIpYCQugox_gjbEepxwGL7NIdkHQq0pcC2anKFdwNmvrfXgw-IDhAvgDbqVds3JzG02Sj1qWRMq9RbiXD1OyHQzuojj-FFrtSOo-X18VHqFHQ9eNOZluVBDOg/s3414/Ceniza%20en%20la%20boca.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3414" data-original-width="3414" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8Fy9LeNeil8miEh6P6mQLg8Os1O4M8MTCHfFzemojY5z_hnr5PtWzvix3EEAPCC8PIpYCQugox_gjbEepxwGL7NIdkHQq0pcC2anKFdwNmvrfXgw-IDhAvgDbqVds3JzG02Sj1qWRMq9RbiXD1OyHQzuojj-FFrtSOo-X18VHqFHQ9eNOZluVBDOg/s320/Ceniza%20en%20la%20boca.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Continuo mi racha de lecturas de
escritoras iberoamericanas con una novela que vuelve a ser una recomendación de
varias personas por redes sociales de las que me fío y a las que respeto por
sus lecturas. Y vuelve a ser un libro de los que me compré en la pasada Feria
del Libro de Madrid: de los 15 libros con los que me hice durante los tres
fines de semana que duró la feria ya apenas me quedan 4 por leer, los más
extensos, los menos frescos de leer para los trayectos en metro o tren hasta el
trabajo o inmerso en el calor de mi piso por las tardes o las mañanas. Está siendo
un verano de lecturas en femenino y desde el otro lado del atlántico, donde el
español conversa ese colorido, esas expresiones, esa sonoridad que lo hace ser
tan diferente al monotono español castellano (sé que es muy antiguo llamar
castellano al español, pero me permitís esta pequeña licencia).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Ceniza en la boca</i> comienza
muy fuerte, con el relato y descripción del suicidio de la protagonista
narradora de esta historia. Este hecho, este shock brutal y frío, que se narra
sin contemplaciones ni miramientos y que estremece por imaginarlo tan vivamente
como si estuviéramos viendo como cae el cuerpo de un joven desde un quinto
hasta estamparse contra el suelo en directo rompe cualquier molde narrativo.
Podría incluso ser muy Tarantino este inicio de novela, muy hardcore. Se leen
hasta los posibles sonidos que el cuerpo pudo hacer al chocar contra el
pavimento de la calle. Tiene incluso cierto tono de regodeo e incluso de humor
negro. Este suicidio da pie a una novela corta, intensa y muy social que dejará
sin duda poso y huella en el lector una vez cierre el libro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Brenda Navarro parte de un
suicidio, algo que sigue siendo tabú en nuestra sociedad y que, sin embargo, es
más habitual que muchas de las causas de muerte a las que estamos acostumbrados
y de las que hablamos con total y absoluta normalidad. <i>Ceniza en la boca</i>
es una novela que sirve como catalizador social ya que enciende la mecha del
lector para que este piense y reflexione sobre temas a los que el debate
público da la espalda continuamente. ¿Cómo llega un chico joven a suicidarse?
¿Qué se le pasa por la cabeza para querer acabar no ya con su vida actual sino
con la infinidad de vidas que tiene por delante según las decisiones que pueda
tomar? Esas preguntas y muchas otras son las que a lo largo de la novela
sobrevuelan al lector.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero hay más, porque Brenda
Navarro utiliza <i>Ceniza en la boca</i> y el suicidio que da comienzo a la
novela para hacer una denuncia social inmensa sobre las actitudes sociales
actuales. Desarraigo, migración, pobreza, explotación, racismo, machismo… Todas
las grandes lacras de las sociedades actuales se dan la mano en una misma
historia sin desentonar, sin parecer exagerado y sin caer en la autocompasión. Porque
la protagonista de esta historia, la hermana del joven que decide quitarse la
vida saltando por la ventana, huye de su país natal para intentar encontrar paz
y tranquilidad, prosperidad y cierta felicidad en su vida pero termina
encontrándose explotada en trabajos de mierda, malviviendo sin llegar a fin de
mes, habitando cuartuchos insalubres alquilados por una dinerada al mes,
cuidando ancianas en una Barcelona donde solo importa el dinero y la
prosperidad y se oculta todo lo que huela, parezca y se oiga mal…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Ceniza en la boca</i> es
también una novela sobre la migración, sobre cómo en España son los inmigrantes
los que sacan adelante las tareas más desechadas y desagradecidas, pero más
necesarias para que cada vez que vayamos a un restaurante todo esté limpio,
cada mañana al llegar a la oficina nuestra mesa y espacio estén limpios, que
las camas de los hoteles todo incluido a los que vamos estén hechas cada vez
que por la noche vayamos a acostarnos, que nos cuiden a nuestros mayores cuando
estos ya son totalmente dependientes, que nos traigan ese antojo alimenticio a
nuestra casa desde la otra punta de la ciudad, desde nuestro restaurante
favorito en una noche fría de invierno en que no nos apetece salir de casa… Son
los inmigrantes a los que llamamos negros, guachupines, latinos, ladrones y
miserables y de los que nos queremos diferenciar porque nos creemos mejores los
que sacan adelante el país y solo somos capaces de pagárselo mediante
explotación y racismo, y si es mujer además con un machismo recalcitrante.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Siendo español y viviendo en
Madrid (que es equiparable a Barcelona, donde se desarrolla parte de la novela)
<i>Ceniza en la boca</i> es un espejo en el que reflejar las dinámicas
racistas, aporófobas y machistas de esa parte de la sociedad española que se
cree superior a todos, clasista, engreída, egoísta y prepotente. Quien se ofenda
cuando le dicen una verdad que no quiere oír o ve un hecho que pretende
esquivar cerrará esta novela tras las primeras páginas, porque no es agradable
leer sobre problemas que generamos y ante los que preferimos callar y ser
cómplices para no arreglarlos y que todo siga así mientras a nosotros no nos
salpique. Lo que ha conseguido Brenda Navarro en esta novela es sobrecogedor y
todo con contundente sencillez.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-20619376708430276372022-07-28T13:14:00.001+02:002022-07-28T13:14:39.332+02:00Cometierra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim5mtO-0R6dRHDrQVkcCCa6TpU2T5aOqOk9YN8hqHOveq3xr7Mkb5ng9IVSwsXUGDr2zOPWB3knepkx7rSxcuPTQLhDbRGGUnsahEweeMbvtb--5PCEq9kSfyMW2jXuHXV2kj2aUmlEFtIyIQrbu_FFpFt9EP-4kFPCDEuOk78bx9DyJHB5jHySrmi/s3472/Cometierra.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim5mtO-0R6dRHDrQVkcCCa6TpU2T5aOqOk9YN8hqHOveq3xr7Mkb5ng9IVSwsXUGDr2zOPWB3knepkx7rSxcuPTQLhDbRGGUnsahEweeMbvtb--5PCEq9kSfyMW2jXuHXV2kj2aUmlEFtIyIQrbu_FFpFt9EP-4kFPCDEuOk78bx9DyJHB5jHySrmi/s320/Cometierra.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hay autores cuya sombra es
demasiado alargada y ni tan siquiera son su muerte mengua. Uno de esos autores,
que además está en el imaginario de cualquier lector ya sea porque lo haya
leído como por haber oído hablar de leer y tener pendiente leerlo, es Gabriel
García Márquez, quizá el escritor más relevante e influyente de toda una
generación de escritores iberoamericanos y uno de los más grandes autores en
español de la historia. Sin haber sido el inventor ni el ideólogo del realismo
mágico, García Márquez ha dejado una impronta tal en las letras iberoamericanas
que en cualquier autor contemporáneo del otro lado del charco se pueden leer
ecos de su manera de contar la realidad, las penas y tristezas de la vida, la
desgarradora, desoladora y dolorosa existencia humana, de tal manera que el
lector sepa que pese a todo siempre hay color, música, tactos y gustos que nos
pueden devolver las ganas de vivir y seguir buscando esa felicidad que muchas
veces tenemos sin saberlo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Dolores Reyes ha escrito una
novela que entronca directa y frontalmente con la tradición narrativa
iberoamericana más pura rescatando un realismo mágico que sirve no solo como
fondo y tono de la narración sino como elemento fundamental de esta historia. <i>Cometierra</i>
nos lleva a un mundo de violencias a través de una mujer, una niña
prácticamente, que comiendo tierra de lugares que han vivido un acontecimiento
traumático puede ver qué pasó allí. Así, de episodio traumático en episodio
traumático y mediante capítulos cortos, pero de muy alta intensidad, nos vamos
adentrando en una sociedad podrida y maldecida por una violencia estructural
que lo cubre e inunda todo sin dejar un solo resquicio para la tranquilidad y
la paz, ahogando aspiraciones, sueños y deseos de aquellas gentes que lo único
que pretenden es vivir tranquilamente su vida, prosperar e intentar ser felices
con lo que tienen.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Bien planteada, bien narrada y
bien concluida <i>Cometierra</i> es una primera novela soberbia, rica, llena de
matices y con una profundidad en lo que nos cuenta que duele y lleva a pensar
porqué el mundo está tan lleno de violencia, tan podrido, tan ávido de sangre y
muerte. Tendemos a pensar que el ser humano es bueno por naturaleza, pero
cuando leemos novelas así donde, pese a la ficción, el componente de relato
realista es tan alto uno piensa si el hombre no será la mayor lacra que existe
actualmente en el mundo para la vida. Estremece leer sobre la violencia
generalizada que existe en diferentes partes de Iberoamérica, una violencia
enquistada y ya acostumbrada, que parece inherente a ciertos ambientes pero que
termina alcanzando a todos los estratos de la sociedad de una manera u otra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Que la violencia engendra
violencia es, además de una frase hecha, una muy triste y lamentable realidad. <i>Cometierra</i>
no solo nos habla de una violencia que tiene como foco y objetivo a las mujeres
para atemorizarlas, someterlas y hacerlas nulas en cuanto a poder de decisión,
sino de todas aquellas violencias que derivan de esta violencia principal.
Violencia hacia las chicas jóvenes, vistas como objeto sexual y medio de saciar
instintos básicos, animales y primarios siempre a través de sometimiento.
Violencia en el matrimonio donde la mujer calla con tal de que esa violencia no
se extienda a los hijos, sin darse cuenta que tarde o temprano se extiende.
Violencia llena de odio y venganza, que intenta resarcir muertes con más
muertes.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Narrar toda esta violencia y el
proceso de maduración de una joven muchacha huérfana de padres (madre muerta y
padre ausente) que tiene en su hermano el único apoyo fiel y tierno no es
sencillo, y no hubiera sido igual de lúcido hacerlo sin recurrir a ese realismo
mágico tan puro como el que Dolores Reyes usa en esta novela. <i>Cometierra</i>
se convierte así en quizá la novela más mágicamente realista de todas las que
desde García Márquez he leído haciendo que su lectura sea todo un viaje
sensorial que atraviesa todo nuestro cerebro para posarse allí donde más
necesitamos: donde las sensaciones y emociones se transforman en sentimientos y
reacciones físicas en nuestro cuerpo. Generar emoción con la escritura no es
sencillo; hacerlo además con tu primera novela es casi imposible.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Quiero concluir añadiendo que si
no fuera por las recomendaciones que he recibido para animarme a leer esta obra
no la hubiera buscado con ahínco ni comprado en la pasada feria del libro de
Madrid. Cuando se publicó fue verdaderamente todo un soplo de aire fresco
editorial y no me extraña que así fuera. Plantear una realidad tan amarga de
manera tan poco usual, dejando que lo inverosímil sea el medio de contar una
triste realidad no es algo que se vea muy a menudo sin caer en algo forzado e
irreal. <i>Cometierra</i> tiene todo lo que una novela del realismo mágico debe
tener al mismo tiempo que trata aquellos temas que la literatura iberoamericana
escrita por mujeres debe tratar. Desde luego, creo que quien la lea no quedará
defraudado.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-68212307205464464022022-07-22T20:39:00.002+02:002022-07-22T20:39:38.783+02:00Elena sabe<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWhPTN0l2A7puijAOb00zIIC39_ow_Bu_h3gnXTnmQ5mV6U0X0_GcVs13ULMwJNwG71UBHzrK9DnY2iCmt3oGpRrTXpg6OnlVn9YjDkAb1Ykd8Hgm7DpqTCwo5FaGVLkxR9nybpyzCHi-4kJEBcpzrmSoRVey7qWg29iITdzG5Eu-bL_70XsA7n1Yz/s1440/Elena%20sabe.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWhPTN0l2A7puijAOb00zIIC39_ow_Bu_h3gnXTnmQ5mV6U0X0_GcVs13ULMwJNwG71UBHzrK9DnY2iCmt3oGpRrTXpg6OnlVn9YjDkAb1Ykd8Hgm7DpqTCwo5FaGVLkxR9nybpyzCHi-4kJEBcpzrmSoRVey7qWg29iITdzG5Eu-bL_70XsA7n1Yz/s320/Elena%20sabe.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Llevaba tiempo queriendo leer
algo de Claudia Piñeiro, pero no me he decidido a hacerlo hasta que hace un par
de meses nominaron a esta novela al Booker International. Suelo seguir bastante
los premios literarios internacionales (los patrios, ligados siempre a
editoriales, me parecen tal sarta de ombliguismo, corrupción y apología de la
literatura basura que me dan mucha pereza) y al Booker le considero de los más
prestigiosos y decentes, y de sus nominados y ganadores siempre he sacado
alguna que otra buena lectura. Por estas razones, la pasada Feria del Libro
este fue uno de los que compré y pasó a engrosar mí, ya de por sí, enorme pila
de libros pendientes de lectura que espero bajar durante este verano tan sofocante
y angustioso donde estar por la calle es un verdadero suplicio infernal y donde
mejor se está, aunque sea con aire acondicionado o ventiladores a tope, es en
casa sin que el astro rey fusile nuestra piel o haga que nuestra salud peligre.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Elena sabe</i> cuenta una
historia de temas tabú, de esos que intentamos siempre ocultar o que si
tratamos lo hacemos de manera sutil, sin profundizar, intentando que pasen
desapercibidos y el foco sobre ellos dure lo mínimo posible. La narradora y
coprotagonista de esta novela es una mujer que entra ya en su tercera edad,
enferma de Parkinson con necesidades de asistencia y medicación permanentes
para no correr el riesgo de asfixiarse al comer o beber, o simplemente para
moverse y desplazarse por el mundo. Esta mujer, consciente de su enfermedad, de
sus limitaciones y de su destino, de su propio futuro, o de la escasez del
mismo, se enfrenta a la investigación personal que emprende para intentar
entender y esclarecer la muerte de su hija, misteriosa solo para ella, clara y cristalina
para los policías que la investigaron.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Al tiempo que <i>Elena sabe</i>
se convierte en una especie de thriller policial donde no hay investigación
policial sino una madre empeñada en comprender por qué su hija ya no está a su
lado para cuidarla y hacer que su enfermedad pese menos, es también una novela
sobre las relaciones familiares que tenemos por obligación con nuestros seres
queridos, por cotidianeidad, por tradición, porque siempre ha sido así y porque
debemos querer a nuestra familia, a aquellos que tienen nuestra misma sangre.
Claudia Piñeiro no se corta ni un pelo a la hora de plantear una historia donde
el hartazgo supone el final de una mentira y donde los deseos de que la
realidad sea como nosotros queremos que sea acaban por golpearnos y hacernos
abrir los ojos ante la verdad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Lo que me gusta de ciertos libros
es que nos pongan frente a un espejo, no ya a nivel personal, sino como
sociedad. <i>Elena sabe</i> hace esto: nos pone frente a nuestro reflejo como
sociedad para mostrar lo miserables que podemos llegar a ser, lo ciegos que
estamos ante un mundo que nada tiene que ver con lo que imaginamos que es y lo
necios que somos al pretender vivir vidas que no queremos solo porque pensamos
que debemos vivirlas así. La obcecación de la madre por ver una cosa donde no
hay nada que ver; la historia de la hija que la cuida y siempre ha estado a su
lado hasta que su muerte la aleja para siempre; y el cómo se llega hasta la
verdad, hasta la más simple de las verdades: la única que a veces, por miedo,
por ser parte de esa verdad incómoda, no queremos ver.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Desde que nacemos se nos dice que
los vínculos familiares son sagrados, que la vida misma es sagrada, que debemos
amar, respetar y querer a aquellos que llevan nuestra sangre. Pero, ¿alguien
alguna vez se ha parado a pensar que la familia no es más que un conjunto de
extraños en medio del cual vienes al mundo y creces y que por tanto simplemente
quererlos y amarlos y respetarlos no es más que una aberración antinatural
socialmente? Si eso pasa genial, pero lo normal sería todo lo contrario. <i>Elena
sabe</i> es una novela que ahonda en estos temas. Piñeiro trata con naturalidad
y sutileza, al mismo tiempo que con rotundidad, esta disfuncionalidad social
yendo quizá a la que siempre nos han dicho que es la más sagrada de las
relaciones familiares: la madre-hija.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El lector que se anime a abrir <i>Elena
sabe</i> se va a encontrar con una historia que va creciendo a medida que
avanza; que, por momentos, es incómoda de leer por meternos en la piel de una
mujer mayor enferma de Párkinson que no es dueña ya de un cuerpo, el suyo, que
debe drogar medicándolo para que reaccione a lo que su cabeza, aún lúcida,
ordena; y que debe confirmar poco a poco las sospechas que a medida que avanza
la narración va teniendo sobre el destino de la hija muerta. Enfrentar esas
revelaciones, esas reflexiones que todos nos hemos hecho alguna vez pero que
rara vez confesamos y si lo hacemos es con esas personas a las que llamamos
amigos y que a la postre configuran nuestra verdadera familia y no la que por sangre
nos toca en suerte, es revelador e incómodo porque todo lector puede verse
pensando lo que la narradora y coprotagonista de la novela nos va contando.
Desde luego, la nominación al Booker International que mencioné al principio
está más que merecida y justificada.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-48971962112020281472022-06-30T17:12:00.006+02:002022-06-30T17:13:02.793+02:00Clea (Cuarteto de Alejandría IV)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEishfSZKCSGaLs3hdlPmHKJlUuJ0TeEkQfeJO2ZlEbScQDfQsDKzF9LK0n_KlJr-KKDTYt4pfRm5Pgr62KYDjQnf1Y2P7ZSm-UMagONC9Zzi56gZXDPi9dr1yVc5nShQseEA9O7-l3yJRZBlJdVmP1uFkPLrWddBcJZ_Pl4b7mx3zaKWC-agYZXgq2k/s3472/Clea.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEishfSZKCSGaLs3hdlPmHKJlUuJ0TeEkQfeJO2ZlEbScQDfQsDKzF9LK0n_KlJr-KKDTYt4pfRm5Pgr62KYDjQnf1Y2P7ZSm-UMagONC9Zzi56gZXDPi9dr1yVc5nShQseEA9O7-l3yJRZBlJdVmP1uFkPLrWddBcJZ_Pl4b7mx3zaKWC-agYZXgq2k/s320/Clea.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Acabo la última de las novelas
que constituyen El Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell sabiendo que he
termino de leer algo grande e importante, no ya solo porque sea una de las
obras narrativas inglesas más importantes del siglo XX sino porque enfrentarme
a la lectura de estas cuatro novelas ha sido todo un reto lector personal ya
que no sabía cómo terminaría algo que me impresionaba e imponía antes si quiera
de sumergirme en la lectura del primero de los libros. Acabo hoy <i>Clea</i>
sabiendo que difícilmente voy a poder encontrar un conjunto de novelas que me
llenen como estas cuatro han hecho y que me resulten tan atractivas tanto como
lector como por intento de escritor (frustrado pero realista, casi aliviado por
saber que nunca nada de lo que escriba podrá ver la luz, porque total, para
qué).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Clea</i> no solo es el cierre
del cuarteto que narra las relaciones entre sí y con la propia ciudad de
Alejandría de los diferentes personajes y amigos que dan no solo nombre a los
cuatro libros, sino que acompañan al lector en una narración intensa, profunda
y sutilmente filosófica donde se reflexiona sobre el amor, las pasiones
humanas, el arte o la escritura. Esta novela es también la más personal, íntima,
metafísica, críptica y surrealista de las cuatro que componen esta obra magna
narrativa. Esta es una de las razones por las que me imponía leer el cuarteto,
porque investigando un poco me daba cuenta de Lawrence Durrell podría
inscribirse en una tradición literaria de estilo críptico y mundos y temas
propios, de muy alto nivel intelectual y cultural que, sin embargo, para mí
quedaría muy alejados. Nada más lejos de la realidad. Por eso también acabar este
conjunto de novelas ha supuesto todo un reto literario del más alto nivel y del
que más orgulloso me siento.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A modo de últimas puntadas del
tapiz general, o como últimas pinceladas en el fondo de un fresco magnífico y
complejo de personajes y relaciones entre ellos llenas de matices y sombras, <i>Clea</i>
cierra de manera magnífica todo el Cuarteto de Alejandría. No flaquea Durrell
en su forma de narrar, tan sutil pero tan contundente, que hace que la lectura
no sea un mero descubrimiento de una trama, que queda en segundo plano por un
estilo narrativo que eclipsa todo, sino un placer vigoroso y fuerte, constante,
por ver cómo diversas voces narrativas, diversos estilos y formas de narrar
desfilan ante los ojos atónicos y atentos del lector que no puede más que
admirar la construcción de estas novelas con cierta perplejidad, gratitud y, si
alguna vez ha sentido el impulso de la escritura, con bastante envidia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En <i>Clea</i> se cierran las
historias de varios personajes que han ido apareciendo en el cuarteto; sigue de
fondo el áurea magnética de Justine y su tremendo atractivo que hace que los
hombres se vuelvan locos por estar en su órbita; varias muertes siguen sucediéndose,
secundarias, pero trágicas y demoledoras para los afectados; varios misterios
surgen sobre personajes que cualquier lector creería secundarios; y quien simplemente
parecía un mero narrador, Barley, pasa a ser depositario y actor principal en
el escenario místico y de leyenda decadente de Alejandría.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Todos y cada uno de los libros
que forman el cuarteto, en sus variedades y formas, en sus tramas ligeras y en
las profundas, en su ambientación en una extinta Alejandría diplomática, cosmopolita,
burguesa, de cafés de aspiración europea y barrios árabes donde lo místico y
legendario deja a lo terrenal en la más tenebrosa oscuridad, han sido un viaje
narrativo intenso y complejo en el espacio y el tiempo y en la psique humana. <i>Clea</i>
cierra un todo, un conjunto literario único y complejo que, aunque podría
leerse de manera independiente, conforma un análisis profundo del alma humana,
de sus pasiones desatadas, de sus deseos más prohibidos…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin embargo, acabar de leer <i>Clea</i>
y con ella El Cuarteto de Alejandría me plantea un problema: ¿Qué leo yo ahora?
¿Qué se lee cuando has estado durante todo un mes leyendo las obras magnas de
dos hermanos escritores como son Lawrence y Gerald Durrell intercalando las del
cuarteto del hermano mayor con las de la Trilogía de Corfú del menor? ¿Qué se
puede empezar a leer sabiendo que el listón está tan alto que sabes que
cualquier cosa la vas a comparar con lo recientemente leído? Me hago estas
preguntas con resignado optimismo porque siempre pienso que los libros están
para ser leídos y solo entonces opinados. Pero, aún así, me siento un poco huérfano
y vacío.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Clea</i> ha supuesto el final
de un reto lector que me impuse hace un mes. Reto que creo que he superado con
creces demostrándome a mí mismo que ningún tipo de obra o género literario, o
ningún autor deben impresionarme o darme rechazo leer por pensar que no estaré
a la altura. Estas cuatro obras de Lawrence Durrell me han confirmado que estoy
más preparado de lo que yo pensaba para leer cualquier cosa que pueda
proponerme siempre que mi voluntad sea no tanto disfrutar de una buena
historia, sino simplemente dejarme llevar por el arte que implica la buena
literatura. Y El Cuarteto de Alejandría es buena literatura.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-72705735411800942572022-06-29T16:02:00.000+02:002022-06-29T16:02:01.737+02:00El Jardín de los Dioses (Trilogía de Corfú III)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizBT2FLJD0NrygqFFfAbXW__EPihqQzsd15E0BMLJnqVaU0Ikb4X-8y6QL9fzBPbEmMGMC_sZ27d3866RQAmoNfwvxGRcR17YS0CnsMLDMIJhihrqdLoAlDq6vJZ792dgShYWFmLB_PPGpx8ZgL-AjLnMbO7yMRABUTcWD799_LAod4SYfCFeCrV9d/s1440/El%20jard%C3%ADn%20de%20los%20dioses.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizBT2FLJD0NrygqFFfAbXW__EPihqQzsd15E0BMLJnqVaU0Ikb4X-8y6QL9fzBPbEmMGMC_sZ27d3866RQAmoNfwvxGRcR17YS0CnsMLDMIJhihrqdLoAlDq6vJZ792dgShYWFmLB_PPGpx8ZgL-AjLnMbO7yMRABUTcWD799_LAod4SYfCFeCrV9d/s320/El%20jard%C3%ADn%20de%20los%20dioses.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Culmina con este libro, de título
bíblico y resonancias legendarias, Gerald Durrell su Trilogía de Corfú y sus
memorias sobre la estancia de cinco años de su familia en la isla griega del
Corfú. Avisa en el prólogo el menor de los Durrell que aquellos cinco años de
su vida, de su primera juventud, del paso de su infancia a su adolescencia,
fueron felices porque siendo una familia inglesa adinerada para los cánones y
estándares de la isla griega sus preocupaciones se centraban en vivir la vida y
en disfrutar de familiares, amigos y conocidos a través de fiestas, cenas y
comidas a orilla del mar o bajo el parral que tenían por porche en su casona
corfiota. Y ese disfrute de la vida como máximo objetico de su vida diaria se
nota en cada una de las páginas de la trilogía y, por tanto, también en las de
este último volumen que la cierra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>El jardín de los dioses</i> es
un magnífico cierre a una magnífica trilogía autobiográfica donde naturalismo,
zoología, divulgación, anécdotas, familiares, amigos y conocidos, campesinos y
personajes totalmente variopintos se mezclan para dar un relato que, aunque
pueda parecer en ocasiones inverosímil, no muestra más que el placer por vivir
y disfrutar de una vida, la que cada uno de nosotros disfrutamos sin saber el
tiempo que tenemos para ello, sin complicaciones y sin dar una importancia que
no tiene a cosas que mejor sería pasar por alto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Leyendo a Gerald Durrell y la
vida que llevó entre los 10 y los 15 años en Corfú, rodeado de su familia, de
gente con inquietudes naturalistas como Teodoro, de animales por descubrir, con
una voluntad de hierro a la hora de aprender más y más sobre la fauna y la
flora que le rodeaba uno se da cuenta que hemos olvidado qué es vivir. <i>El
jardín de los dioses</i> no solo es una divertida obra donde un escritor da
cuenta de sus años más felices y cómo los recuerda, mezclando su pasión por la
naturaleza y las anécdotas familiares más destartaladas; este libro es también
y, ante todo, un canto a la libertad, a vivir la vida con intensidad, feliz,
sin preocupaciones y sin dar excesiva importancia a los problemas mundanos que
no lleva a nada.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La belleza con la que Durrell nos
cuenta y termina de complementar sus recuerdos de aquellos cinco años pasados
en Corfú hacen de <i>El jardín de los dioses</i> otra lectura igual de
placentera, divertida y formativa como las anteriores, donde nuevos animales,
nuevas aventuras y, sobre todo en este libro más que en los anteriores,
anécdotas familiares donde sus propios hermanos o conocidos de la familia
demuestran como la realidad muchas veces puede ser tanto o más increíbles que
la más pura de las imaginaciones novelescas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hace ya décadas que el ser humano
vive en constante prisa, sin descanso, buscando permanentemente estar ocupado
en algo temeroso de que, al parar y descansar, al no tener nada que hacer, su
aburrimiento sea tal que se vea abocado a pensar en su propia y miserable vida
vacía de contenido y no sepa cómo llenarla de manera sosegada. Hace ya décadas
que hemos perdido perspectiva para solo mirarnos el ombligo y ser incapaces de
comprender que vivimos en un mundo en el que no estamos solos y nos rodean
seres y criaturas, paisajes y parajes impresionantes e inolvidables. <i>El
jardín de los dioses</i> es volver a una época donde las prisas no existían,
leer sobre algo ya extinto en prácticamente cualquier parte de Europa y
“Occidente” y que está en vías de extinción en el resto del planeta, devorado
por la incesante necesidad de mercantilizar absolutamente todo como si todo
fuera monetizable.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hemos olvidado quiénes somos.
Hemos pensado que el hombre está por encima de todo ser que pisa este planeta
menospreciando aquello que no conocemos o que nos repele o que simplemente
creemos inferior solo por no razonar ni hablar… En la Trilogía de Corfú que
cierra <i>El jardín de los dioses</i>, Gerald Durrell pretendió no solo plasmar
sus años de juventud libre y sin ataduras de ningún tipo disfrutando del mundo
encapsulado en la isla de Corfú, sino que intentó abrirnos los ojos ante un
mundo al que estamos dando la espalda y que cuando menos lo esperamos nos la
dará a nosotros dejándonos tirados y abandonados siendo incapaces de adaptarnos
a los cambios que provocará nuestra propia actitud orgullosa y prepotente.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El viaje que ha supuesto para mi
leer <i>La Trilogía de Corfú</i> ha sido inmenso, porque nunca antes me había
enfrentado a una lectura tan seguida de una serie de libros enlazados y
relacionados y, mucho menos, de libros de no ficción autobiográficos donde el
aspecto divulgativo, descriptivo y anecdótico personal fuera el eje de la
narración. Todo ha merecido la pena porque he descubierto a un hombre inmenso
como Gerald Durrell y una obra fundamental para reencontrarse con un pasado que
no es tan lejano y que estamos a punto de perder del todo si no somos capaces
de pararnos a pensar quiénes somos y dónde vivimos. Leed a Durrell, pero, sobre
todo, vivid que al final es lo que nos quiere decir el adulto Gerald recordando
a su niño Gerry.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-87213857919535762632022-06-27T12:31:00.001+02:002022-06-27T12:31:04.707+02:00Mountolive (Cuarteto de Alejandría III)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5GBnw7DSvQ64gSZPghm99uaDsFG1YMNM8j3tdsEIvEjC4bCxUzemxA9ZR4DoFmytSJlBt4cBHwb13NFHzrG616Ov1-jgOrxHRtLShq5U35orVnKUz95RcnHKl-2n9Bn3BD7EvscDeez69_HsCflm0SOUUxqm1wvU226ap0mgqaLd8YSDs2AL01aK7/s1440/Mountolive.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5GBnw7DSvQ64gSZPghm99uaDsFG1YMNM8j3tdsEIvEjC4bCxUzemxA9ZR4DoFmytSJlBt4cBHwb13NFHzrG616Ov1-jgOrxHRtLShq5U35orVnKUz95RcnHKl-2n9Bn3BD7EvscDeez69_HsCflm0SOUUxqm1wvU226ap0mgqaLd8YSDs2AL01aK7/s320/Mountolive.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Tercera novela de las que
componen El Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell. Tercera novela que poco
o nada tiene que ver con las otras ni por fondo ni por forma. Tercera novela
que me está dejando totalmente encantado con la lectura, como si fuera un niño
la mañana de Navidad y Reyes viendo bajo el árbol de Navidad regalos y más
regalos dispuestos para su disfrute inmediato o relajado. Y es que lo que estoy
disfrutando de la lectura del cuarteto, de cada uno de los libros que llevo
leídos (ya tres, restándome únicamente el último con el que se desenlazará
toda), no creo recordar que lo haya disfrutado antes con ningún otro, salvo
quizá alguno de Javier Marías o Antonio Muñoz Molina. Tengo, además,
sensaciones encontradas, porque por un lado quiero concluir la lectura del
cuarteto para terminar de hacerme una idea del fresco que Durrell quiso mostrar
en él, pero, al mismo tiempo, sé que tras su lectura quedaré un poco huérfano y
desnortado para encontrar alguna lectura que esté a la altura.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Mountolive</i> es la historia
del embajador británico en Egipto: personaje también importante en las
relaciones que se dan entre los protagonistas del cuarteto, Justin y Nessim,
Melisa y Barley (que protagonizaron más directamente las dos novelas anteriores).
Los entresijos de las relaciones personales de David Mountolive desde que llega
a Egipto por primera vez de joven, conoce a los Hosnani (Nessim y Naruz, piezas
clave de la historia que Lawrence Durrell nos está contando), consigue plaza
diplomática, da vueltas por diferentes legaciones de su país, y vuelve de nuevo
a Egipto en un momento clave, personal y político, para reencontrarse con
pasiones y lealtades pasadas y presentes que debe gestionar; estos entresijos
son el eje alrededor del cual se narra esta novela.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Esta es además una novela de
corte y estilo clásico, muy británica e inglesa, muy de personajes sobrios que
intentan controlar sus emociones y pasiones sin conseguirlo, donde el deber y
la lealtad son pilares fundamentales en las relaciones personales. David
Mountolive es un personaje prototípico inglés que, cumpliendo siempre su deber
para con su país, se enfrentará a una ciudad, Alejandría, y a unas personas que
le llevarán a perderse en sí mismo para intentar controlar sus impulsos y tomar
decisiones de calado que afectan a sus amigos y conocidos. <i>Mountolive</i> es
al mismo tiempo una novela histórica, psicológica, pasional, romántica y
puramente narrativa que cualquier amante de la literatura disfrutará
saboreándola poco a poco.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Vuelve a ser Alejandría el
trasfondo en el que todo pasa, donde las relaciones personales entre los
diferentes personajes, ya familiares para el lector, se desarrollan, envenenad
y desenlazan. Y es aquí cuando Lawrence Durrell saca a pasear su grandeza
literaria, su saber hacer narrando para entregarnos una pieza más de ese gran
fresco que lleva pintando desde que comenzó el cuarteto, de ese gran tapiz que
lleva tejiendo desde <i>Justine</i>, la primera novela de las cuatro que lo
forman. En <i>Mountolive</i>, Durrell sigue ahondando en la ciudad trampantojo
que fue Alejandría antes de la Segunda Guerra Mundial y que, tras la misma, con
la llegada del Egipto, moderno desapareció. Como en <i>Justine</i> y <i>Balthazar</i>,
en esta novela hay un pasaje memorable y fastuoso en el que Lawrence Durrell
narra una especie de trance del embajador Mountolive por las calles
alejandrinas que llevan al delirio y en el que con una descripción oscura,
cruda y fantasmagórica dibuja una Alejandría en el borde mismo de la luz y la
oscuridad, ambigua, discutible, penumbrosa, ocre, calurosa y engañosa.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Nada sobra en una narración
perfectamente hilada y tejida que da como resultado una pieza del tapiz general
que conforma El Cuarteto de Alejandría esencial para comprender todo en su
conjunto. <i>Mountolive</i> es, por así decirlo, la novela esencial para
comprender todo el trasfondo que une las diferentes vidas de los personajes que
ya hemos ido conociendo en las dos novelas predecesoras. Como un hilo
invisible, esta novela va poco a poco entre lanzando fragmentos que ya conocíamos,
pero desde otro punto de vista. El narrador de esta novela no es ningún
personaje, sino uno omnisciente que conoce todo y que nos va trasladando de un
foco a otro para ir arrojando luz sobre aquellos sectores de la historia que
seguían permaneciendo en penumbra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La manera en que Lawrence Durrell
plasma en una historia compleja de relaciones personales, pasionales y
sentimentales, cómo los sentimientos y las pasiones determinan todo nuestro
mundo y nuestra vida es soberbia, tanto en forma como en fondo. <i>Mountolive</i>
es puro clasicismo narrativo, pero encaja a la perfección con sus novelas
compañeras de cuarteto. No sirve de nota discordante, sino más bien todo lo
contrario, es el acorde que ordena y guía correctamente a buen puerto la
sinfonía sobre la Alejandría legendaria previa al conflicto mundial que cambió
el mundo para siempre. Las diferentes formas de amar y querer, el cómo se
despliegan las pasiones en un entorno convulso, lleno de matices y dobles
sentidos, de sutilezas y susurros y sombras en el atardecer, es tan
tremendamente actual que para la época debería sonar exótico y hasta
extravagante, no siéndolo en absoluto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Me resta la última de las novelas
que conforman el cuarteto alejandrino de Lawrence Durrell, pero <i>Mountolive</i>
ya va confirmando que probablemente este conjunto literario, esa enorme obra
narrativa donde forma y fondo se mezclan y complementan tan bien que es
imposible no envidiar su creación, serán obras que me marcarán inevitablemente
como lector, de esas novelas que quedan tan grabadas que luego toda lectura
posterior no es sino una búsqueda imposible de volver a sentir lo mismo que con
ella. Se va acercando el final de mi empresa lectora de junio, y siento pena
por ello, al mismo tiempo que entusiasmo por lo que me puedan deparar futuras
lecturas.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-36915327102274202162022-06-23T15:53:00.004+02:002022-06-29T16:02:19.708+02:00Bichos y demás parientes (Trilogía de Corfú II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhof0TtG7q5Wi8g2lfEKq-bGfooPLiPcQzveXmexg8gCG81pBeFwfLCLbNMLSWmuZEIk7UiPzbnxtQbp6A4bSkvnbjXkOb4TsWn9XOTOj81yl24EbEBIIEmWDFNO7Ri0zXuChvY1Kjx4giZfk7R3dWtz_euEnjHAUux89TkCFo_T6O2t8Dr8ajJ2Omv/s1440/Bichos%20y%20dem%C3%A1s%20parientes.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhof0TtG7q5Wi8g2lfEKq-bGfooPLiPcQzveXmexg8gCG81pBeFwfLCLbNMLSWmuZEIk7UiPzbnxtQbp6A4bSkvnbjXkOb4TsWn9XOTOj81yl24EbEBIIEmWDFNO7Ri0zXuChvY1Kjx4giZfk7R3dWtz_euEnjHAUux89TkCFo_T6O2t8Dr8ajJ2Omv/s320/Bichos%20y%20dem%C3%A1s%20parientes.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Vuelve Gerald Durrell a Corfú, a
sus recuerdos de una infancia plena, libre y feliz, de crío inquieto e
inteligente, amante de la naturaleza y aventurero en esencia. Debió ser tan
plena los cinco años que el escritor y naturalista inglés vivió con su familia
en la isla griega de Corfú que lo allí vivido durante esos cinco años, esos más
de mil ochocientos días, con sus horas y minutos y segundos que tras la
publicación de <i>Mi familia y otros animales</i> y viendo el gran éxito que
cosechó el libro, creyó necesario ampliarlo con una nueva entrega de esas
memorias que van de lo costumbrista, a lo familiar pasando por lo divulgativo y
el amor a la flora y fauna griegas. Son inagotables las anécdotas que en este
segundo volumen de la Trilogía de Corfú vuelve a contar el más joven de los
Durrell, tan inagotables como variada e interesante es la fauna de Corfú, que
como en la anterior entrega, también en este libro tiene una especial
importancia por ser, junto a la familia del escritor, uno de los ejes alrededor
del cual gira todo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Bichos y demás parientes</i>
no es una “continuación” de su predecesora en la trilogía de Corfú de Gerald
Durrell. No. Este libro es una narración paralela a la primera en la que
Durrell cuenta anécdotas y describe fauna y flora que en el primer libro no
había metido por considerar quizá que fueran menores. Sin embargo, y esto es
una opinión personalísima, en esta segunda entrega Durrell nos presenta un
libro quizá más íntimo que el primero, en el que las anécdotas familiares ganan
a las naturalistas y donde sus aventuras son tan estrambóticas y estrafalarias
que el lector bien podría pensar que la mitad son inventadas o que no pueden
pasar tantas cosas tan extraordinarias en tan “poco” lapso de tiempo (esos 5
años pasados por la familia Durrell en Corfú durante los años previos a la
IIGM).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No hay en principio un orden
cronológico en la narración y aunque estos dos primeros libros pueden leerse
por separado sin conocer la existencia el uno del otro, es recomendable empezar
por el principio la trilogía para así llegar a <i>Bichos y demás parientes</i>
y poder saber de quien habla el joven Gerry cuando menciona a su burra, sus
perros o los diferentes animales que va coleccionando, vivos y muertos, en su
cuarto pese a las quejas y lamentaciones, histriónicas a veces, de sus
hermanos, principalmente del mayor, el también escritor Lawrence “Larry”
Durrell. Entran en liza además personajes y amigos de la familia Durrell que
quizá sin conocerlos de antes pueden quedar un poco colgados ya que, aunque
Gerald Durrell al volver a mencionarlos hace una brevísima introducción y
presentación de los mismos, no lo hace con la misma gracia, garbo y profundidad
con que lo hizo en el primer libro de la trilogía.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Abrumadoras vuelven a ser las
descripciones naturales que hace Gerald Durrell de sus escapadas aventureras
por la isla de Corfú en busca de nuevos descubrimientos para colmar su mente
inquieta y amante de los animales y la naturaleza en todo su esplendor y
conjunto. <i>Bichos y demás parientes</i> no solo es la recolección de anécdotas
y recuerdos de un escritor rememorando años en los que fue realmente feliz en
el mundo, un mundo inocente aún, primigenio y rural, humano, sino que también
es un canto a la naturaleza y un ensayo precioso en el que se ensalza la
belleza de la naturaleza como gran casa común para toda la humanidad que es.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como su predecesor en la trilogía
<i>Bichos y demás parientes</i> es un verdadero canto a la libertad y la
felicidad, a la vida simple, contemplativa y tradición, a una forma de existir
y estar en el mundo que ya no existe y que probablemente nunca vuelva.
Obviamente, y el mismo Gerald Durrell así lo dice en el prefacio del tercer
libro (que ya he empezado a leer mientras escribo estas líneas), la familia
Durrell no era normal en el sentido que eran ricos para los estándares griegos
de la época y, por tanto, tanto la madre como los cuatro hermanos podía
dedicarse a lo que más les gustara y llenara en una isla que tanto contraste
hacía con la gris Inglaterra de la que venían.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Acabo de mencionar que ya estoy inmerso
en la lectura del libro que cierra y complementa la Trilogía de Corfú.
Probablemente no me cuente nada diferente de lo que el primero y este <i>Bichos
y demás parientes </i>me han contado ya. Pero leer a Gerald Durrell, con ese
tono tan maravilloso y entusiasta, tan cómico como lírico, tan divulgativo como
literario, es un placer. Y es un placer porque leer algo que te hace viajar,
disfrutar, sonreír y querer vivir lo mismo, aunque sea de otra manera es
siempre un gusto. Porque la literatura, en todos sus géneros y formas implica
hacer que el lector, durante el tiempo que esté leyendo, sea otro en otro lugar
y otro tiempo. Leed esta trilogía y disfrutad tanto de la maravillosa isla de
Corfú, como de sus gentes, su fauna, sus paisajes, sus playas, y sobre todo de
la disparatada familia Durrell.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-44801247267434003042022-06-17T16:04:00.004+02:002022-06-29T16:03:06.881+02:00Balthazar (Cuarteto de Alejandría II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7imqeLY-w6yuEhiipw51WDiK7MxH28JAQWDT4VUzTbVS2s5Gn8_XL-WFImvTguRiV2-Y4Ga4vo-Uw1ONqRgc7mkDspgezMbo-IWbL3VIRDcgy-X1DaGyjVxzDGBR3s2_tbTOPhYOkMyglPNRtPU4EEj4-mSjGncTHqvuIFJL99YKqeNM2S0BVKapL/s3472/Balthazar.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7imqeLY-w6yuEhiipw51WDiK7MxH28JAQWDT4VUzTbVS2s5Gn8_XL-WFImvTguRiV2-Y4Ga4vo-Uw1ONqRgc7mkDspgezMbo-IWbL3VIRDcgy-X1DaGyjVxzDGBR3s2_tbTOPhYOkMyglPNRtPU4EEj4-mSjGncTHqvuIFJL99YKqeNM2S0BVKapL/s320/Balthazar.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Me adentro, tal y como prometí,
en la segunda novela del Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell con unas
expectativas quizá aún más altas que en <i>Justine</i> debido a que esta, como
apertura del cuarteto, me pareció soberbia y absolutamente envidiable. Continuo
además el cuarteto casi de seguido, intercalando entre cada uno de sus cuatro
libros uno de la Trilogía de Corfú, también de un Durrell, Gerald en este caso.
Es quizá el reto literario más importante que me haya impuesto nunca y de
momento no puedo decir que me esté costando ni defraudando para nada; más bien
al contrario: estoy disfrutando de contrastes en forma, fondo y todo
maravillosos que quizá leyendo cada una de las series literarias por separado y
distanciadas una de la otra no sería capaz de apreciar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Quien piense que El Cuarteto de
Alejandría es una serie de libros cuyo desarrollo temporal es lineal se dará de
bruces con una realidad total y radicalmente distinta. Lawrence Durrell
escribió en cuatro volúmenes una misma historia vista desde cuatro perspectivas
diferentes y en tiempos, no ya paralelos, sino superpuestos unos a otros. Yo
mismo estaba errado pensando que sí que iba a encontrar en el cuarteto una
narración temporalmente lineal, clásica, en el que en cada libro íbamos a
avanzar en una misma historia. Pero no. He sido el primer sorprendido y
maravillado al mismo tiempo. <i>Balthazar</i> es una novela en la que el
narrador de <i>Justine</i> vuelve a la misma historia del primer libro para
completar un puzle que es incapaz de resolver, no por incapacidad intelectual,
sino por no tener delante de él todas las piezas necesarias.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Por continuar con una metáfora
que me suele gustar mucho usar cuando considero pertinente, podría decirse que
en <i>Justine</i> Lawrence Durrell presenta un tapiz deconstruido a través de
las madejas de las cuales deben salir los hilos que han de tejerlo. Pero nos
las presente enmarañadas y el lector no sabe muy bien de qué hilo tirar, ni tan
si quiera si debe tirar, para poder empezar a hacerse una idea del conjunto, es
decir, del tapiz completo. En <i>Balthazar</i>, sin embargo, Durrell empieza a
tejer, a enhebrar las diferentes agujas y a elaborar el complejo tapiz que
tiene de fondo una Alejandría casi diría yo que mitológica, donde las pasiones
primitivas del ser humano, que afectan por igual a hombres y mujeres, el sexo y
el amor se desatan y alcanzan niveles de locura y paranoia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y cambia además la manera de
contarnos las cosas Durrell. Si en el primer tomo del cuarteto el narrador nos
contaba desde su punto de vista y simplemente a través de recuerdos de amigos
una serie de vivencias pasadas que marcaron a cuatro amantes en una Alejandría
tórrida y mestiza. Ahora, en <i>Balthazar</i>, el mismo narrador del primer
libro lo que hace es contarnos lo que un amigo, el abogado que da nombre a este
segundo libro y que ya apareció en el primero, le cuenta que pasó desde su
punto de vista. Este cambio en la manera de narrar, no solo da brío al libro y
hace que el lector tenga que asumir una versión complementaria más que
diferente de lo ya leído, sino que además ayuda a ampliar el foco, a llegar a
lugares e instantes en la historia que de otra manera sería difícil alcanzar y
alumbrar con la luz de la verdad narrativa.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Aunque en <i>Balthazar</i> la
historia y su desarrollo, lo que en esta novela se narra y cuenta es más
importante que en <i>Justine</i>, sigue siendo el cómo está narrado lo que más
atrae y atrapa de ella. Esa sutileza narrativa, ese estilo pulcro y depurado,
donde reflexiones, descripciones y acción se entremezclan con cuidado consigue
que la lectura, pese a que podría resultar pesada y de un nivel un tanto
elevado, resulta de lo más fluida y agradable. Y sobre y ante todo, la maestría
de Durrell a la hora de describir Alejandría, a sus gentes, tradiciones y
contrastes, su decadencia, su aislamiento, su élite local y extranjera, sus
relaciones prohibidas, llenas de lujuria y pecado, donde lo prohibido se sabe
pero se calla o se mira hacia otro lado para hacer lo mismo uno mismo. Es
fastuosa, hacia el final de la novela, la descripción que hace Durrell de la fiesta
de carnaval que termina desencadenando uno de los hechos más reveladores, y eje
del tapiz que pretende tejer el autor, de todo el cuarteto. Disfraces, dobles
sentidos, insinuaciones, infidelidades, liberación de pasiones medianamente
controladas de manera habitual… A través de las palabras del mayor de los
Durrell el lector no solo viaja a una ciudad que ya no existe, no por
hecatombe, sino por haber perdido su esencia entre dos aguas, entre dos
culturas, sino que termina formando parte de ella misma, mezclándose a su vez
con el coro de personajes que vuelven a salir en esta segunda novela del
cuarteto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Balthazar</i> es una
continuación, quizá no del nivel de <i>Justine</i>, pero sí de un nivel que le
va a la zaga y que hace que el cuarteto, ya mediada su lectura, se esté
convirtiendo en una de mis lecturas favoritas y a la que guardaré probablemente
en un lugar preminente de mi memoria. Una vez lanzado a la aventura literaria
en la que estoy inmerso, vuelvo a recalcar el enorme contraste narrativo que
tienen el mayor y el menos de los Durrell. Ambos se disfrutan igual, pero de
manera distinta, porque cada uno ofrece al lector un tipo de libro bordando a
su vez la escritura. Lawrence Durrell me está pareciendo un escritor sumamente
dotado para la evocación de una época y unos personajes definidos al milímetro.
Y como ya dije en la reseña de <i>Justine</i>, envidio profundamente lo que
Larry Durrell consiguió con este cuarteto.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-81782356877162858292022-06-14T16:21:00.007+02:002022-06-29T16:02:35.965+02:00Mi familia y otros animales (Trilogía de Corfú I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnYfEPj0YG34u8j6cVMKZJik1P90beB7U1xjRYYd87DxlyNRzqr6gboKuRg1W81cfcUGLZlhsQ6sBG3LylQQ7IYvJDWIXwala2kc0kmSxbyiHP85axzbp-JGECSnGmeLHi82IuTQdchIpwHA4AjLqEIbHw-1r9Wu5-FQzKxiMJyG0HGwQC7N61Dtgk/s3472/Mi%20familia%20y%20otros%20animales.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnYfEPj0YG34u8j6cVMKZJik1P90beB7U1xjRYYd87DxlyNRzqr6gboKuRg1W81cfcUGLZlhsQ6sBG3LylQQ7IYvJDWIXwala2kc0kmSxbyiHP85axzbp-JGECSnGmeLHi82IuTQdchIpwHA4AjLqEIbHw-1r9Wu5-FQzKxiMJyG0HGwQC7N61Dtgk/s320/Mi%20familia%20y%20otros%20animales.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Continuo mi empresa literaria
particular, mi primer y más ambicioso reto lector hasta la fecha, de alternar
la lectura de las obras más relevantes de dos hermanos humanistas y escritores,
Lawrence y Gerald Durrell, con el primer libro de los que conforman La Trilogía
de Corfú. Estar inmerso en lo que en el fondo es una aventura literaria que me
llena de orgullo me hace sentir vivo. La literatura en su más alto grado y
nivel, expresada en dos obras tan distintas y dispares entre ellas como comunes
al buen gusto y estilo literario, llenas de elementos enriquecedores y
atractivos para mentes inquietas y literarias como siento que es la mía,
siempre es de los placeres más intensos y preciados que un amante del arte
puede tener. No deberíamos olvidar que la literatura debería aspirar a no ser
simplemente un divertimento, un modo de pasar un buen rato, sino que debería de
llegar a alcanzar la belleza formal que la escritura, el jugar con letras y
palabras, puede proveer.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Tras acabar <i>Justine</i>, libro
que da comienzo al Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell, el mayor de los
hermanos, cambio totalmente de registro para empezar la Trilogía de Corfú con <i>Mi
familia y otros animales</i> del hermano pequeño, Gerald. Menudo contraste se
produce entre ambos hermanos. Nada más que el apellido y la presencia del mayor
como parte del elenco protagonista del libro del menor une a ambos hermanos en
su escritura; bueno, esto y que ambos son capaces de narrar con un estilo tan
elegante y depurado que la lectura se hace tan amena y fluida como un río
tranquilo que no levanta turbidez a lo largo de su cauce.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A la hora de leer <i>Mi familia y
otros animales</i> el lector tiene que tener en cuenta que Gerald Durrell ha
sido uno de los naturalistas y divulgadores científicos más importantes de su
generación, además de un escritor excepcional dotado de un privilegiado sentido
del humor y una ironía tan fina como acertada. Partiendo de esta base se puede
uno sumergir en este primer libro que no cuenta otra cosa que la experiencia de
la familia Durrell, y de un jovencísimo Gerry (en la novela, durante la que
transcurren 5 años, Gerald Durrell va desde los 10 a los 15 años) en
particular, tras decidir abandonar la húmeda, lluviosa, fría y reumática
Inglaterra por la soleada, cálida y mítica Corfú.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Mezclando anécdotas familiares y
de gente local a la que van incorporando al clan Durrell como personajes de
toda la vida de la familia, y explicaciones zoológicas y narraciones de las
expediciones del joven curioso e incipiente amante de la naturaleza que fue en
su día Gerry, el más joven de los hermanos Durrell conforma en <i>Mi familia y
otros animales</i> una narración tan amena como didáctica, tan divertida como
divulgativa y tan irónica como comprometida con la naturaleza. Nunca se cae en
la parodia, ni de su familia, ni de la isla griega que parece anclada en un
pasado aún más remoto que en el que se desarrolla el libro, ni de los
diferentes amigos y conocidos que a lo largo de las páginas van apareciendo en
la familia de los Durrell.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Siendo <i>Mi familia y otros
animales</i> (1956) contemporánea absoluta de <i>Justine </i>(1957), ambas
novelas no podrían ser más opuestas. Pero es que claro, ambos hermanos, Larry y
Gerry, no podrían ser más distintos. Ya lo dice en el prólogo Lawrence Durrell
diciendo que siente que él sea el hermano más cascarrabias y quizá antipático,
o al menos el que mayor impresión de gruñón da, pero probablemente los
caracteres de los dos hermanos, distanciados 12 años entre ellos, forjaron su
devenir literario creando obras radicalmente opuestas en fondo y tono, pero
compartiendo algo que pocos escritores logran: un estilo envidiable, donde la
historia fluye sola, con la enorme dificultad que esto tiene y que bien sabemos
aquellos que alguna vez nos ha dado por escribir algo (o al menos intentarlo).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No es necesario que un libro
trate sobre temas trascendentales para el ser humano para interesar a una mente
inquieta. Tampoco es necesario que nos atrape en un misterio o en una historia
morbosa donde las pasiones desatadas o los crímenes más crueles son los hilos
conductores. Muchas veces la simple narración de la vida, la evocación de una
época donde el tiempo era sosegado, las descripciones de animales y anécdotas
cotidianas pueden servir para configurar una lectura de esas que llenan a uno. <i>Mi
familia y otros animales</i> es ese tipo de libro: una lectura sosegada de
bellas imágenes y descripciones zoológicas que a uno le animan a luego
investigar por su cuenta tras la lectura para poder poner “cara” a todos los
animalillos que el desmedido Gerry va acogiendo en su cuarto/museo. Por
mencionar una escena en particular, se narra un baño en el mar entre delfines,
luciérnagas y plancton fluorescente; la belleza de esta escena, narrada entre
el lirismo y lo científico, es tal que hubiera soñado estar en el mar con los
Durrells viviéndola.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Si de la primera novela del
Cuarteto de Alejandría deseé haberla escrito yo mismo, de <i>Mi familia y otros
animales</i> hubiera deseado formar parte de esa familia, como Durrell o como
allegado, para poder vivir, aunque solo fuera un instante, su vida, su día a
día lleno de naturaleza, gozo y vida. Se podría reducir el comentar este libro
a simplemente decir que es una narración autobiográfica de los cinco años que
los Durrell pasaron en la isla de Corfú, pero con esto uno se quedaría no solo
corto, sino que faltaría a la verdad. Este libro es una oda a la vida, a la
alegría de vivir y a la naturaleza exuberante que nos rodea y a la que solemos
ignoran constantemente incluso persiguiéndola y destruyéndola por comodidad y
miedo. En las páginas de este libro no hay más que vida.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-12600843272870196452022-06-10T16:26:00.004+02:002022-06-29T16:02:50.219+02:00Justine (Cuarteto de Alejandría I)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZpW9uMFIhn9FC9pfeQTyIVEJlFrhEAT08BpC0_Mox701ukGhLUjFJ6bq7YUyOZ3wIn265G85Q7PueSN4kvJxwSlzzJh1FyOohEcKtYSEd9qFfoA1yt12UyOkZux2kfsCh4Rv6LSN4srm7hvx_1Igz2S4rSaj09n2JDY06P0K2PfaWqXxjRTmpeFdQ/s1440/Justine.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZpW9uMFIhn9FC9pfeQTyIVEJlFrhEAT08BpC0_Mox701ukGhLUjFJ6bq7YUyOZ3wIn265G85Q7PueSN4kvJxwSlzzJh1FyOohEcKtYSEd9qFfoA1yt12UyOkZux2kfsCh4Rv6LSN4srm7hvx_1Igz2S4rSaj09n2JDY06P0K2PfaWqXxjRTmpeFdQ/s320/Justine.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La lectura debe ser siempre un
lugar refugio donde acudir tanto para huir de una realidad que quizá no nos
emociona demasiado o no nos motiva lo suficiente o no nos reta intelectualmente
lo que necesitamos. El oficio de escribir, de narrar y contar una historia
reflexionando por el camino sobre lo más diversos temas que causan preocupación
al ser humano no es tarea sencilla y conlleva un trabajo aún mayor que el
simple y mero hecho de enfrentarse a un papel en blanco y empezar a hilar
letras y palabras y oraciones: vivir. Solo el escritor que vive su vida como
quiere y puede y lo hace con intensidad y obsesiones será capaz de plasmar en
papel historias que perdurarán en el tiempo. Porque por mucho que las
generaciones cambien y el tiempo vuelva ancianos a quienes una vez fueron
jóvenes el interior suele quedar intacto, y nuestras mentes funcionando sin
tener en cuenta el desgaste de nuestro cuerpo que nos recordará siempre que
nuestro tiempo continúa imperturbable su discurrir.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>El Cuarteto de Alejandría</i>,
cuya primera novela es <i>Justine</i>, es quizá la obra más relevante de su
autor, Lawrence Durrell, y muy seguramente una de las obras narrativas y
literarias más importantes de la historia inglesa. Partiendo de estas
afirmaciones uno podría pensar que está ante una obra hermética y de difícil y
árido acceso lector: nada más lejos de la realidad. También es cierto que llego
al cuarteto con unas enormes ganas y expectativas muy elevadas. Además, para
rizar el rizo he decidido emprender una empresa literaria quizá un tanto
ambiciosa (y que de momento va bien) consistente en leer alternando los tomos
de este cuarteto de Lawrence Durrell y los tomos de <i>La Trilogía de Corfú</i>
de su hermano menos Gerald Durrell. (Para los frikis de los datos y las
curiosidades Los Durrells, la serie de televisión que hace un tiempo estuvo en
boca de muchos, está inspirada en la trilogía de Gerald y en ella sale también
Lawrence.)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hablemos de <i>Justine</i>. En
esta obertura del cuarteto Lawrence Durrell tira de oficio escritor y presenta
una novela donde la trama y lo que en ella sucede pasan a un lugar secundario.
Es cómo se cuenta lo importante. El estilo de Lawrence es depurado y alternando
recuerdos del narrador, con los de otros personajes va dando forma a la
historia de una joven alejandrina, Justine, cuya pasión desatada por los
hombres causa estragos en todos aquellos incautos que se dejan llevar por su
fuerte instinto de seducción. Marcada de joven por un evento que solo se deja
entrever, Justine es una mujer que intenta desesperadamente disfrutar de sí
misma a través del sexo y de las pasiones que levanta en los hombres de todas
las edades y condiciones.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La exploraciones de las
diferentes maneras de amar, las muy variadas formas en las que se pueden
expresar la pasión y las pulsiones sexuales, conforman los grandes temas sobre
los que el mayor de los Durrell reflexiona en <i>Justine</i> partiendo de
diversos triángulos amorosos y testimonios de personajes vitales que a lo largo
de todo el cuarteto acompañarán al lector dando diversos puntos de vista sobre
las vidas y acontecimientos que en una Alejandría mítica de los años previos a
la IIGM se desarrollan entre todos ellos. Pero, insisto, realmente lo que pasa
en la trama de la novela no es lo más relevante y muy acertadamente queda en un
segundo plano para que el lector, el buen lector, sea capaz de apreciar la
manera tan sutil y a la vez tan compleja de narrar temas y situaciones vitales
obsesivas de manera tan soberbia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Justine</i> no es solo el
comienzo de un cuarteto determinante en la literatura inglesa, en una obra
literaria de primer nivel, es además quizá la gran novela sobre Alejandría y
sobre un Egipto ya extinto, mítico y legendario que guardaba parte de su áurea
de época dorada y faraónica, donde las leyendas y supersticiones marcaban el
paso del tiempo. Lawrence Durrell da a la propia ciudad carácter de personaje y
sus complejas relaciones sociales, sus estratos étnicos, sus colores, su luz,
sus olores, sus gentes, sus calles, mezquitas, cafés y habitaciones de ventanas
protegidas del sol y el calor por contraventanas de madera que ocultan, pero no
impiden permanecer alerta, son pilares fundamentales sobre los que se sustenta
la propia trama argumental. Sin esa Alejandría, sin sus calles estrechas, sin
sus estancias decoradas de manera oriental, sin su paseo a orilla de mar esta
novela no sería lo que es.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Escribir no es una tarea
sencilla. Todos lo podemos hacer porque aprendemos a ello, al menos
teóricamente, a muy temprana edad. Pero hacerlo bien (emocionar y transmitir,
evocar y hacer que un desconocido de una generación diferente a la del autor y
con muchos años de diferencia se emocione) usando la palabra escrita es tarea
muy complicada. Lawrende Durrell ha conseguido con <i>Justine</i> algo que
pocos escritores han logrado: darme envidia. Sí, envidia. Envidia por no poder
ser capaz en mi vida, porque no voy a ser capaz de hacerlo, de escribir una
novela así: donde ambientación, personajes, estilo, forma y reflexiones se
mezclen tan a la perfección que el resultado termine siendo eterno. Pocas
mejores cosas puedo decir de una novela que expresar mi envidia y admiración,
mi sueño de poder escribir algo así en mi vida. Las expectativas puestas en el
cuarteto se han empezado cumpliendo con creces.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-49285305610604184912022-05-30T11:39:00.001+02:002022-05-30T11:39:21.425+02:00The Spoilt City<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9OyTMiSfbSlZJFH3Q-ql__7rgrgwjeW_oimOcxEGlhEby5qN7kWujKIEI3hlk8kagyeYyIGaC2ZvxYVjv6eN2ewJjuHHCMPryN10bYUmf2deSzyOX5O2AdvbDU5fbWYscvOPDVblxW3nuw75ZrifkZo_nfJrBRQNPs_Eoiiv-xzLHw2A0e1MNsrJp/s1440/The%20spoilt%20city.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9OyTMiSfbSlZJFH3Q-ql__7rgrgwjeW_oimOcxEGlhEby5qN7kWujKIEI3hlk8kagyeYyIGaC2ZvxYVjv6eN2ewJjuHHCMPryN10bYUmf2deSzyOX5O2AdvbDU5fbWYscvOPDVblxW3nuw75ZrifkZo_nfJrBRQNPs_Eoiiv-xzLHw2A0e1MNsrJp/s320/The%20spoilt%20city.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hace dos años gracias a la
editorial Libros del Asteroide di con una autora y una novela que iniciaba una
trilogía ambientada en la Europa siempre más olvidada, aquella que también ha
sido siempre maltratada en parte por ese mismo olvido: los Balcanes, Rumanía y
Grecia. Libros del Asteroide recuperó <i>La Gran Fortuna</i>, libro que inicia
la Trilogía de los Balcanes de Olivia Manning: una escritora inglesa,
injustamente olvidada y eclipsada por la pluma de otros hombres contemporáneos
con ella, pero que cumple con absolutamente todas las características para ser
un clásico de la narrativa inglesa del siglo XX donde la aristocracia y la
burguesía, junto con ciertas dosis de épica y de espionaje, han sido unos de
los grandes temas. No sé si Libros del Asteroide tiene pensado o no concluir la
trilogía de Manning, lo bueno es que en inglés también se han reeditado
recientemente y gracias a ello podré en los próximos meses, lecturas pendientes
mediante, concluir con ella.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>The spoilt city</i> continua
la historia de la joven pareja conformada por Harriet y Guy Pringle junto en el
momento exacto en el que se dejó en <i>The great fortune</i>. Olivia Manning no
hace fantasiosos avances temporales y continúa explorando a sus personajes de
la misma manera que en el primer libro. Se nota que fue una trilogía pensada
como un único libro, escrita como un único libro, algo de agradecer por parte
del lector que no se ve impuesto por saltos temporales absurdos que no hacen
más que incomodar muchas veces. La evolución de los acontecimientos es totalmente
lineal y apenas hay digresiones o solapamientos de eventos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Bucarest sigue siendo el centro
neurálgico de la acción y el grupo de amistades locales e inglesas de los
Pringle siguen siendo los acompañantes del lector durante toda la novela. Pero
hay un cambio en <i>The spoilt city</i>, y es que toda la normalidad que hasta
ahora se vivía en Rumanía y su capital empieza a tambalearse. La historia y su
curso imparable barren de un plumazo la tranquilidad rumana en la periferia de
la IIGM y los acontecimientos sobrepasan a todos aquellos que pensaban que la
diplomacia y las buenas maneras haría que ni la tradición ni la tranquilidad se
quebrarían. Pero cuando un loco genocida aspira a todo, nada puede pararle.
Pero esto no son más que los acontecimiento históricos que pasan al mismo
tiempo que la propia intrahistoria de los protagonistas que se ven arrastrados
por el tsunami de la guerra y la historia sin poder ofrecer más que una
resistencia simbólica, sabiendo que solo si no se aferran a nada fijo podrán intentar
salir adelante en una tierra que empieza a dejar de ser amigable y se convierte
en hostil, donde un inglés ya no es un miembro de la burguesía extranjera en
una ciudad pobre, sino un enemigo del pueblo y de la lucha de las naciones
fuertes (del Eje).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La relación entre Harriet y Guy
en <i>The spoilt city</i> empieza a ser más madura. Y si en la primera entrega
de la trilogía el matrimonio daba sus primeros pasos de casados con ilusión y
miedo al mismo tiempo, partiendo de esperanzas diferentes y con objetivos
diversos cada uno, y lejos de casa, en un entorno entre hostil y exótico, en
esta segunda entrega Harriet da un cambio gigantesco en su forma de ser: deja
de ser una joven sumisa a pensar por sí misma, a exigir a Guy su parte del
matrimonio, que lo ejerza, que no sea simplemente parte de un papel firmado
ante Dios. Guy por su parte sigue tan idealista como siempre, tan estoico en
sus decisiones, tan inglés hasta el final, hasta que los acontecimientos les
barren de arriba abajo y la barbarie se instala en una vida relativamente
cómoda en el confín de un continente y tan lejos de su plácido (aunque en
guerra esté en llamas y parcialmente ruinoso) y aristocrático Londres.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No puedo negar que este tipo de
novelas donde los protagonistas son burgueses de alta cuna que se las dan de
amantes del mundo y protectores del bienestar social, que frecuentan tanto
fiestas populares y dan limosna a los pobres interesándose por ellos como van a
fiestas privadas con caviar y champán, trajes obscenamente deslumbrantes y
música actual de fondo, me encantan. <i>The spoilt city</i> tiene mucho de este
tipo de novelas de burguesía, pero además tiene ese eco y trasfondo de novela
clásica inglesa de espionaje, de maniobras en la oscuridad, de diplomacia a
través de agentes culturales, o propaganda sucinta pero clara. Es una mezcla
perfecta, narrada además de manera sutil y delicada como solo Manning puede
hacer, sin dar esos aires de grandilocuencia que los hombres suelen dar a estas
novelas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Si no habéis leído aún <i>The
Great Fortune</i> estáis tardando (ya sea en español o en inglés) y si lo
habéis hecho y aún no os habéis hecho con <i>The spoilt city</i> estáis
tardando aún más (aunque en este caso en español aún no esté disponible, o si
lo está probablemente lo esté en alguna librería de segunda mano perdida en
algún callejón torcido de alguna ciudad). Tengo ganas además de leer el cierre
de la trilogía, que abrirá un nuevo horizonte en la relación de los Pringle al
estar separados por la guerra y en lugares diferentes: Atenas y Bucarest.
Nuevos horizontes y probablemente nuevas maneras de abordar su vida que me
apetece explorar.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-54782239294222849442022-05-24T16:44:00.001+02:002022-05-24T16:44:10.825+02:00Un lugar llamado Antaño<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLqGCAzHMxaHqHNHr4WVM8chjHQozRe6dlnWGfTgWQv4P5c2gGuzmNuNwZrbk42cxBqkXRvYcUZD8D0iftOfvhV8o1lTF4h9j9E_uSvlti_SSWZfgHHkBZfvGQ8l-WjC6nQLdREq-Bc-JSc6jshtXC3SzNpyxfyeBZoB7pORmeQlEKoCpP7mJkTS0J/s1440/Un%20lugar%20llamado%20Anta%C3%B1o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLqGCAzHMxaHqHNHr4WVM8chjHQozRe6dlnWGfTgWQv4P5c2gGuzmNuNwZrbk42cxBqkXRvYcUZD8D0iftOfvhV8o1lTF4h9j9E_uSvlti_SSWZfgHHkBZfvGQ8l-WjC6nQLdREq-Bc-JSc6jshtXC3SzNpyxfyeBZoB7pORmeQlEKoCpP7mJkTS0J/s320/Un%20lugar%20llamado%20Anta%C3%B1o.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los Premios Nobel siempre me han
generado mucho respeto. Creo que ser digno de una distinción como la sueca
presupone ya cierto nivel, cierta categoría, en el mundo de la literatura. Pero
que un autor tenga el Nobel no es sinónimo de que su obra deba gustar. Vargas
Llosa, Cela, García Márquez, Saramago, son autores a cuya obra vuelvo
constantemente porque me hacen sentir par lectora y reconfortarme con historias
sobre temas universales contadas con estilos llenos de matices. Sin embargo,
Böll, Golding o Grass se me hicieron pesados de leer (por no querer decir
infumables). Pero los premios literarios de cierto prestigio son así y nadie
puede hacer nada para que eso cambie. La aclamación de crítica y público rara
vez coinciden, por eso cuando lo hacen las sensaciones son soberbias. Poder
conectar con un Nobel, para mí, es una sensación extraña, que me acerca a un
nivel de lecturas alto, con cierto prestigio (puede que suene pretencioso, pero
es así). Mientras que cuando leo un Nobel y me quedo indiferente y frío algo se
rompe y retrocede en mi mundo literario.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Un lugar llamado Antaño</i>
fue una de las primeras novelas publicadas por la reciente (2018) Nobel Polaca
Olga Tokarczuk allá por 1996, aunque no haya sido hasta hace bien poco que se
haya editado y publicado en España (al albur de la concesión del Nobel
supongo). Que comprara y leyera esta novela, que ni de lejos estaba en mi lista
mental de libros y escritoras que descubrir, es culpa de un amigo editor que
una mañana mientras paseábamos por la Feria del Libro Viejo y de Ocasión de
Madrid, y viendo esta novela en uno de los puestos, me dijo que me comprara el
libro que probablemente me iba a gustar. Bueno, lo de gustar lo podría
entrecomillar porque no es que me haya disgustado sino, que simplemente me ha
dejado bastante igual la lectura de una novela que venden como llena de un
realismo mágico a la europea, pero con la que yo no he logrado conectar en
ningún momento.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Es un poco indignante que en el
propio resumen del libro que se hace en la contraportada se hable de <i>Un
lugar llamado Antaño</i> como una novela de realismo mágico. Me parece un
insulto que se intente encuadrar este libro en una corriente de la que García
Márquez fue uno de sus principales valedores y cuyas novelas sí están
impregnadas de un realismo mágico que deja al lector en la frontera de un mundo
imaginario pero real. Tokarczuk narra la vida en un pueblo mediano polaco de
sus habitantes: sus relaciones personales, sus envidias, rencores, rencillas y
perdones… Pero de realismo mágico no veo nada de nada… Que simplemente porque
el pueblo donde se desarrolla la acción no exista y porque en toda la novela se
usen recursos literarios que deforman la realidad que, comúnmente, un lector
entiende como verídica, empleando trucos bastante manidos ya no debería ser
suficiente como para tratar esta novela dentro del realismo mágico.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Para mi el realismo mágico
implica una deformación de la realidad donde lo fantástico e improbable se
entremezclan con lo real y tangible para conformar una unidad narrativa casi
perfecta en la que la ficción sirve para explicar y entender mejor el mundo en
el que vivimos. Un lugar llamado Antaño es una novela que roza el realismo
costumbrista, más el que el mágico. No hay una deformación suficiente de la
realidad y se exponen hechos en lugares y condiciones que bien se pueden
identificar con cualquier pueblito polaco que haya vivido el siglo XX con sus
dos guerras mundiales y su dictadura comunista bajo el yugo asfixiante de la
URSS. En esto no veo yo mucho realismo mágico y, sin embargo, he estado toda la
novela buscando paralelismos con aquellos autores y novelas del realismo mágico
como yo lo entiendo y poco he encontrado, por no decir nada…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No voy a quitar méritos a una
novelista como Tokarczuk, que supongo que tiene su público y que por algo
recibió el Premio Nobel hace un par de años. Tampoco quiero que parezca que <i>Un
lugar llamado Antaño</i> es una pésima novela, porque no lo es para nada. Solo
quiero dejar claro que aquello que se vende como una novela llena de fantasía
para contar el terror del día a día de una sociedad y un pueblo prototípico y
representativo de un todo, dejando a un lado la frialdad que a veces puede
tener el costumbrismo. Como novela realista costumbrista estamos, aunque una novela
notable en el que su coral de personajes conforma una partitura narrativa digna
de mención. Pero pese a esto tengo que decir que no he llegado a conectar con
la novela, ni con la trama, ni con el ritmo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como dije al principio, no haber
llegado a conectar con <i>Un lugar llamado Antaño</i>, con esta novela de la
novela Tokarczuk me hace sentir mal. Y no sé el motivo real para ello. En el
fondo debería sentirme orgulloso de ser capaz de leer a un nobel y
cuestionarle, pero también tengo la sensación de haber fracasado como lector no
sabiendo valorar lo que he leído. Pero cuando uno no conecta con algo no
conecta y pocas más vueltas se le puede dar al asunto. Siento si esta reseña
desanima a alguien a leer esta novela o a acercase a la escasa obra publicada
en español de Olga Tokarczuk, pero me dije en su momento que intentaría siempre
escribir sobre lo que leo sin medias tintas y sin dejarme nada en el tintero
por decir.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-70184293418910191552022-05-15T12:51:00.001+02:002022-05-15T12:51:11.224+02:00Temporada de huracanes<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEKxtcD_aicamrtKrqHyaIKVOsOrDoky-J3BXh_9GCOCP_E-GaQWCDunNhq2uCl_c9JXsYVPL_bD1YcqVX5xU3tMtegmnw0EosYIZnVc3UA9CYsMwSRgaw4GruJZpM8pRMRZ9ihtAEqarj5is3RkCnmMq4HbU2BF5SA6jO6raES_MB21Vzd8N8r4Qb/s1440/Temporada%20de%20huracanes.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEKxtcD_aicamrtKrqHyaIKVOsOrDoky-J3BXh_9GCOCP_E-GaQWCDunNhq2uCl_c9JXsYVPL_bD1YcqVX5xU3tMtegmnw0EosYIZnVc3UA9CYsMwSRgaw4GruJZpM8pRMRZ9ihtAEqarj5is3RkCnmMq4HbU2BF5SA6jO6raES_MB21Vzd8N8r4Qb/s320/Temporada%20de%20huracanes.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Me adentro de nuevo en la literatura
iberoamericana. Esta vez con una novela también muy reciente que causó furor
entre libreros y lectores hace un par de años y que he dejado pasar para
intentar no subirme a la ola en toda la cresta y defenestrarme si no terminaba
de surfearla bien. Como ya he comentado en otras ocasiones, no suelo leer
novedades a no ser que sean de escritores a los que ya conozco y por tanto de
los que espero con ganas sus novelas nuevas. Y no lo hago porque prefiero que
el tiempo de a cada novela su lugar tanto en librerías como en mis propias
ganas de leerlas. Hay novelas que creo querer leer en el momento de su
publicación y que evito comprar para saber si pasado el tiempo sigo queriendo
leerlas. Algunas superan este tiempo de hibernación y otras, probablemente para
mi bien, caen en el olvido una vez el foco mediático editorial pasa a otra novedad
más inmediata. Esta ha superado la hibernación y tras su lectura me reafirmo en
mi estrategia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Temporada de huracanes</i> es,
como su propio nombre indica, un verdadero vendaval de sensaciones que atrapa y
arrastra al lector a un torbellino del que apenas puede salir y cuando lo hace
no es indemne. Si empleo la comparativa entre este libro y parte de su título
es porque sinceramente la narración de esta novela es un puro huracán: una
narración continuada sin apenas puntos y a parte que hacen de su lectura todo
un reto. Lo que puede parecer un hándicap para una novela en la etapa actual
que vive la narrativa, en esta ocasión es todo un acierto y una vez el lector
se hace a la forma y al ritmo de la narración esta se convierte es un puro torrente
de emociones y sensaciones difíciles de expresar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como ya es también tradición en
mis últimas lecturas, empecé <i>Temporada de huracanes</i> sin saber nada de lo
que iba. El mero hecho de ser una novela iberoamericana, estar escrita por una
mujer y haber sido tan celebrada en librerías desde que se publicó, ha bastado
para que mi interés por ella haya permanecido intacto y quisiera leerla. Como
no sabía nada de este libro al comenzarlo me sentí abrumado por enfrentarme a
una narración continua sin casi descansos que, aunque no es la primera vez que
leo algo así, siempre suele desanimarme la lectura. Pero superé cualquier
prejuicio y me adentré en una historia de violencia sin paliativos, contada desde
diferentes puntos de vista, desde diferentes ángulos y con diferentes
sensibilidades que conforman un puzle narrativo casi perfecto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Violencia. Violencia contra las
mujeres, violencia contra los hombres, violencia por envidia, por miedo, por
amor, por venganza… Violencia en todas sus formas. Violencia como manera de
controlar una sociedad y atarla a la más absoluta de las indigencias
culturales, sociales y económicas. <i>Temporada de huracanes</i> es una novela
que gira sobre un estado de violencia generalizado en México. Violencia como
diosa a la que se reza, a la que se entregan sacrificios y alrededor de la cual
gira todo en ciertas partes de México y Latinoamérica.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Por encina de todas las
violencias que Temporada de huracanas toca de manera directa o indirecta, está
la violencia que deriva de un machismo que impregna toda la sociedad mexicana,
desde hombres a mujeres desde que son apenas unos adolescentes. Y, sí, también
las mujeres de esta novela son machistas, mucho, y su machismo arrastra a los
hombres a un mayor machismo, a una violencia que queda justificada como
demostración de hombría, de ser un buen macho, de ser un hombre con todas las
letras y en mayúscula. Pero es que cuando la violencia está instalada y
normalizada en la sociedad, cuando es una parte más de la manera en que las
personas se relacionan entre sí, cuando es un proceso más de ubicación social,
de adaptación a un medio en el que si no eres hostil y violento es probable que
acabes en una cuneta o simplemente como medio de desfogue del resto, poco se puede
hacer para romper el círculo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Fernanda Melchor, la autora de <i>Temporada
de huracanes</i>, ha dado un golpe en la mesa con esta soberbia novela en la
que trata la violencia estructural social mexicana con total crudeza, sin dejarse
llevar por el sentimentalismo y sin ocultar ni los orígenes de la violencia ni
lo que entraña la misma en la sociedad. La novela además tiene una fuerza
terrible, no solo por lo que cuenta sino por cómo lo cuenta. El estilo, el cómo
está narrado, el uso del lenguaje, el toque de realismo mágico que impregna la
novela… Todo suma. Todo hace que esta novela sea casi perfecta, casi redonda (y
no afirmo que es perfecta o redonda porque creo que eso no existe).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Probablemente no descubro nada
nuevo a quienes os gusta la literatura o a los que seguís el blog hablando de
Temporada de huracanas. Sin embargo, para aquellos que en algún momento os ha
tentado acercaros a esta novela y no lo habéis hecho por miedo, por no querer
enfrentaros a una narración donde la violencia es el centro y el eje alrededor
del cual gira este huracán sin compasión, o por la forma en que está narrado,
dejar a un lado todos vuestros temores y prejuicios y sentaros a leer una
novela que te secuestra y te introduce en un mundo hostil donde apenas hay
hueco para lo positivo.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-44337417111829936012022-05-08T18:15:00.002+02:002022-05-08T18:15:30.540+02:00Los muertos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguyW5v1WPWf-Zv2udebxxRyuDm9YmLM1aVWTBwhauD5EDV_2QItdcTxwZEjoOkyESDFCT3BEEKfUkC8pmEBUhBcb5aQ6VXyn2wJGPYVBCcrp7_Rj-3tBJAduJvZoPZ55LbbUxQgiZYIp3piq4NIqbBAhLZFKWck15u_FH4M7SPqTRWu50Lx1DbkzBI/s1440/Los%20muertos.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguyW5v1WPWf-Zv2udebxxRyuDm9YmLM1aVWTBwhauD5EDV_2QItdcTxwZEjoOkyESDFCT3BEEKfUkC8pmEBUhBcb5aQ6VXyn2wJGPYVBCcrp7_Rj-3tBJAduJvZoPZ55LbbUxQgiZYIp3piq4NIqbBAhLZFKWck15u_FH4M7SPqTRWu50Lx1DbkzBI/s320/Los%20muertos.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No recuerdo muy bien qué me llamó
la atención de esta novela y, sin embargo, me hice con ella en mi librería
preferida de segunda mano, aquella que me ha descubierto muchos autores desde
aquella primera tarde que la pisé hace ya muchos años. De Jorge Carrión apenas
conocía nada de su obra, simplemente le oí presentar en el telediario hace no
muchas semanas su última novela: una narración híbrida e inclasificable que simplemente
por el hecho de mezclar géneros ya me llamó la atención. El título sí que despertó
curiosidad, porque además en la librería no solo estaba esta novela de Jorge
Carrión sino las otras dos con las que forma trilogía (no argumental, sino temática).
Por eso creo que decidí a leerla y a adentrarme en un mundo literario nuevo
que, en el fondo, siempre es un reto y una aventura, y como lector me considero
aventurero y buscador de nuevos horizontes.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Intentar clasificar <i>Los
muertos</i> dentro de algún género literario puede ser misión imposible porque
creo que no encajaría en ninguno de ellos. Si nos centramos en su trama y
argumento pues podríamos decir que es una novela de ciencia ficción fantástica,
pero aún así esta descripción se nos quedaría muy corta ya que la forma en que
está narrada nos hace ver que lo que tenemos entre manos y estamos leyendo va
más allá de lo tradicional y convencional, de algo prestablecido y clásico. No
se puede describir el argumento de esta novela sin decir que en el fondo lo que
en ella se narra no es más que la descripción detallada de lo que sería una
serie de televisión, dividida en dos temporadas, y un par de artículos periodísticos
o incluso universitarios sobre la misma.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Jorge Carrión va más allá de la
literatura en <i>Los muertos</i>. Incluso me atrevo a decir que sobrepasa la metaliteratura
para hacer una obra de arte narrativa, una joya muy bien engarzada, tallada y
pulida, para que brille por todas sus caras y termine por deslumbrar al lector.
Forma y fondo se dan la mano para conformar un conjunto narrativo de primer
nivel y que no se suele ver muy a menudo en el panorama literario español. En
el fondo, esta es una novela muy arriesgada principalmente por cómo se presenta
la historia al lector: una primera parte en la que se plasma en papel el guion
y el desarrollo de una serie de televisión (pero que el lector no sabe que es
una serie de televisión hasta que llega a la segunda sección de la novela); una
segunda sección en forma de artículo en el que se desgrana la temporada y el
fenómeno que supuso el estreno en televisión; una tercera igual que la primera
en la que se desarrolla la segunda temporada de la serie; y una última sección
en la que, también a modo de artículo, se hace una análisis del origen y las
influencias de la serie y sus creadores.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A medida que fui leyendo la
novela y atisbando por dónde me quería llevar su autor fui disfrutando más y más
de <i>Los muertos</i>. Parte además de una premisa muy interesante y es la mezcla
de la ficción con la realidad, el intercambio de géneros y el hacer pasar por
mero ensayo lo que es uno de los ejercicios de ficción narrativa más originales
que he leído nunca. Pero es que esta novela no es para pararse en los detalles,
ni en su argumento, ni en su estructura: esta novela está para disfrutarla como
un todo y para dejarse llevar por el inmenso poder que tiene la buena literatura,
que no es otra que la que no solo te lleva a otra dimensión (la literaria) sino
que, incluso, te hace dudar de la realidad tangible que nos rodea y llegar a
hacerte la pregunta: ¿cuándo y en qué plataforma han emitido la serie Los
muertos y por qué yo no la he visto ni me he dado cuenta de ella?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sorprende y ayuda al contraste en
todo el libro los dos registros que Jorge Carrión emplea en la narración. Así,
si en las dos partes principales de <i>Los muertos</i>, aquellas en las que se
narra la propia trama de lo que es la serie homónima, el registro es muy
cinematográfico y visual, con frases cortas que simplemente sirven para ubicar
la escena y avanzar la acción sin florituras, en las otras dos secciones del
libro, lo que se supone artículos y ensayos sobre la propia serie, Carrión
emplea un estilo mucho más académico y divulgador. Y todo sin perder el norte,
sin dejar de tener claro que el objetivo que busca es tener al lector
permanentemente en activo para involucrarle en la novela y la narración.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No exagero si digo que la lectura
de <i>Los muertos</i> ha sido de las mejores experiencias lectoras que he
tenido en mucho tiempo. Por diferente. Por retadora. Por fresca. Por tremendamente
original. Poco se conoce a Jorge Carrión para lo que merecería ser conocido, y
poco se habla de una novela como esta que deja al lector con cara de idiota,
pero sabiendo, una vez ha terminado la lectura, que ha leído algo importante,
bueno, grande. Un librazo en toda regla con una mezcla de literatura y ficción
desbordante, toques bestiales de metaliteratura en los que se pregunta y se reflexiona
sobre el arte, la creación y los límites de la propia ficción, y una estructura
que es imposible que deje indiferente a nadie.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-80125511097316449942022-05-06T18:31:00.003+02:002022-05-06T18:31:55.268+02:00La loca de la puerta de al lado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQQYcgiPQrr0ETBdp5AVFEDZejqTH7yx4E8AzvHgmuCmDgERg8FxLKvN8WXJjQt83dycMxUt7PtsEr7h2ZNENU_W1JdsoV22lvL5WD98qcLhaWcMMIUmT2a9D1-yaow3GvmVQ6p0HJ_FUpxvxsE7VjSplfODDLR7VulOCBjQQ5TSb2rN9oW6t_s3xY/s1440/La%20loca%20de%20la%20puerta%20de%20al%20lado.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQQYcgiPQrr0ETBdp5AVFEDZejqTH7yx4E8AzvHgmuCmDgERg8FxLKvN8WXJjQt83dycMxUt7PtsEr7h2ZNENU_W1JdsoV22lvL5WD98qcLhaWcMMIUmT2a9D1-yaow3GvmVQ6p0HJ_FUpxvxsE7VjSplfODDLR7VulOCBjQQ5TSb2rN9oW6t_s3xY/s320/La%20loca%20de%20la%20puerta%20de%20al%20lado.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Esta vez la elección de esta
novela ha venido motivada por fiarme de la editorial que la publica y no por
nada más. De hecho, hace ya un tiempo que mis lecturas no se guían por las
sinopsis de las contraportadas ni por resúmenes ni nada por el estilo. Voy más
a por títulos o autores que me han llamado la atención sin pararme mucho a
pensar de qué va a tratar el libro que voy a leer. Esto puede ser una gran
ventaja porque te ahorras las ideas preconcebidas, pero también es un peligro
sobre todo si te dejas llevar demasiado y empiezas a leer una novela pensando
que es novela, y cuando empiezas te das cuenta que de novela no tiene nada y es
una autobiografía camuflada de narrativa personal o auto ficción. Y es que este
género tan extendido últimamente está muy lejos de interesarme lo más mínimo, y
si alguna vez me he acercado a alguna obra de ese carácter ha sido por dejarme
llevar demasiado por críticas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cada persona tiene una relación
diferente con la literatura y busca respuestas distintas. La relación que se
crea entre un lector y la literatura es única e intransferible. No existen dos
lectores iguales, ni tan siquiera parecidos. Por ello hay libros para todos,
géneros, autores, historias y formas de narrar y contar. Y cada persona buscará
y leerá y disfrutará de aquello que le conmueve, emociona y llena. <i>La loca
de la puerta de al lado</i> es un libro escrito por Alda Marini en el que la
escritora italiana, casi olvidada incluso en su propio país debido a su
enfermedad mental, narra su vida y cómo tuvo que lidiar siempre, desde que era
joven con un mundo que su trastorno mental le hacía ver de manera diferente a
como alguien “normal” lo vería.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Con un estilo tan personal como
lírico y onírico, lleno de imágenes sugerentes, hermosas y poéticas, Alda
Merini narra en <i>La loca de la puerta de al lado</i> diferentes episodios de
su vida divididos en cuatro secciones: amor, secuestro, familia y dolor, en las
que reflexiona en pequeños fragmentos, no siempre conexos, sobre esos temas que
marcaron su vida, sus éxitos y fracasos, sus alegrías y penurias, sus momentos
de tormento y sus momentos de pasión.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El problema que he tenido con <i>La
loca de la puerta de al lado</i> es que sinceramente, más allá de haber disfrutado
de un estilo muy personal y poético, poco más me ha interesado. Con todo el
respeto del mundo tanto a la autora italiana, una de las grandes olvidadas de
la literatura transalpina, como a la editorial, a la que respeto profundamente
porque me ha dado ya varias lecturas soberbias, en esta ocasión la auto ficción
o directamente la autobiografía quizá novelada me ha dejado no solo indiferente
sino frío y totalmente desinteresado. No encuentro puntos en común con una autora
cuya vida, siendo trágica y dramática y estando llena de dificultades y
prejuicios negativos en una época donde a los locos se los internaba sin
posibilidad casi de redención, poco me aporta o con la que en poco o nada puedo
sentirme identificado.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Mi poca conexión con <i>La loca
de la puerta de al lado</i> no impide que reconozca que es un libro valiente y
desgarrador en el que Marini se expuso a carne viva dejando en su escritura
todos sus miedos, rencores, esperanzas y traumas. Y esto siempre es difícil.
Tengo la impresión que pocos libros autobiográficos son tan sinceros como este;
en pocos libros de auto ficción, tan de moda ahora mismo, sus autores, centros
ególatras de la narración, se desnudas con tanta verdad como lo hizo Merini en
esta obra casi nacida de sus entrañas, casi una parte más de ella misma, de su
conciencia, de su alma.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero aún así me he aburrido
porque no me interesa saber de la vida de autores que nunca he seguido o
admirado o leído previamente. De hecho, es que me importa poco o nada la vida
de nadie real. Yo en la literatura busco historias diferentes, nuevas, llenas
de imaginación e inventiva, que me trasladen física y sensorialmente a otros
mundos que sean como este, a otras latitudes, a otros ambientes que no suelo
frecuentar, que me expongan sentimentalmente y reten mi intelecto con dilemas
morales que giren alrededor de los más profundos temas que siempre han
preocupado al ser humano. <i>La loca de la puerta de al lado</i> no ha cumplido
con ninguna de esas premisas que busco en un libro. Insisto en que lo único que
podría salvar es el estilo, verdaderamente bello y lleno de imágenes creadas
por una escritora probablemente excepcional pero tocada con una mente distinta
y poco o nada comprendida.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-67487615573424343362022-05-04T16:19:00.003+02:002022-05-04T16:19:27.579+02:00The ministry of fear<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt_a1Iz93LxZQf2pFunWVT2Wvdi8zdrEB43YlFdkt5MRqYwRaaTD-6D42Dhx10L6zCzu8vFyhaCp1v_lHKXwVXXw1JC4D-N5B7G7M9Lso2Rve3LZnrAsZH_1p9DljpnoJALhx73HeCuXOUREq6NR3CWPG5V9kKBDBlx61sOqqDXqo3hwoCisOuE6LU/s1440/The%20Ministry%20of%20Fear.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt_a1Iz93LxZQf2pFunWVT2Wvdi8zdrEB43YlFdkt5MRqYwRaaTD-6D42Dhx10L6zCzu8vFyhaCp1v_lHKXwVXXw1JC4D-N5B7G7M9Lso2Rve3LZnrAsZH_1p9DljpnoJALhx73HeCuXOUREq6NR3CWPG5V9kKBDBlx61sOqqDXqo3hwoCisOuE6LU/s320/The%20Ministry%20of%20Fear.jpg" width="320" /></a></div>Solo unos pocos autores son
capaces de urdir una trama de espionaje llena de tensión a partir de un hecho
tan trivial como una rifa en una feria. Y de entre esos pocos autores, menos
aún son capaces de entrelazar la acción principal con reflexiones sobre asuntos
principales para el ser humano, esos temas y preocupaciones y miedos que nos
persiguen desde que nacemos y que se acentúan una vez vamos perdiendo la
candidez de la infancia y primera juventud para atormentarnos una vez que somos
adultos y la vida sin preocupaciones queda postrada en el más remoto de
nuestros pasados, en la oscuridad del olvido de nuestra memoria. Solo Graham
Greene sabe darle a un thriller de espionaje un toque humano y profundamente
psicológico. Es esta dualidad de Greene la que en su momento me terminó por
ganar, no solo la trama principal de sus novelas, sino los temas filosóficos y
psicológicos que introduce para atormentar a sus personajes principales.<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Llevaba tiempo sin leer a Greene
y en Cracovia, en una librería americana, encontré que tenían en oferta libros
de la edición roja de Penguin Vintage, y entre ellos muchos libros de Greene:
me hice con tres, entre ellos <i>The Ministry of Fear</i>, novela que llevaba
mucho tiempo queriendo leer por ese título tan orwelliano y distópico. Y es
que, sin saber el argumento de la novela, ver este título tan poco Graham
Greene me llamó mucho la atención. Greene es un autor puramente de ficción,
pero ficción realista, de la que podría haber ocurrido en las recónditas
sombras de la realidad. Y sin embargo este título, título que hace referencia a
un lugar, un organismo que en la propia novela apenas sale mencionado dos veces
si no recuerdo mal. Un título encaminado a sugestionar al lector desde antes
incluso de empezar a leer.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Todo empieza por una tarta. Una
tarta rifada con truco a quien adivinara el peso exacto de la misma en una
feria organizada por una asociación que representa a las naciones libres en el
Londres de pleno bombardeo alemán (o Blitz). Una confusión a la hora de
detectar e identificar a un hombre le lleva a ganar la tarta tras un encuentro
misterioso con una vidente y desde ese momento será objetivo de una
organización subversiva que pretende debilitar al Reino Unido en la IIGM. <i>The
Ministry of Fear</i> es una de las novelas menos conocidas de Greene y, sin
embargo, me ha parecido de sus mejores novelas de espías y probablemente de las
más puras.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Usando el miedo como telón de
fondo, Greene urde una trama donde el protagonista constantemente está huyendo
hacia adelante, escapando de unos enemigos que no es capaz de reconocer y
encontrándose en situaciones que es incapaz de explicarse de manera lógica y
racional. <i>The Ministry of Fear</i> es un thriller clásico además, donde la
muerte, la violencia y la tensión ante lo imprevisto y desconocido recorren la
novela de principio a fin, y donde cada personaje nuevo que aparece puede
resultar no ser lo que aparentemente puede parecer.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Graham Greene fue un escritor que
vivió lleno de preocupaciones existenciales y acuciado por ciertas reflexiones
sobre la vida que quedaron marcadas en prácticamente todas sus novelas. <i>The
Ministry of Fear</i> no iba a ser menos y en esta ocasión Greene presenta a un
personaje a quien el recuerdo de un acto pasado, un acto de compasión y amor, de
un acto encaminado a evitar un sufrimiento grande que lo único que generó fue
una muerte y un peso enorme y eterno en su conciencia. Es ese acto pasado, por
el que pagó su precio correspondiente y que por tanto a ojos de la sociedad
quedó como pecado expiado, sigue muy presente en la vida del protagonista de la
novela y durante toda ella el lector verá cómo aquel acto determina muchas de
las cosas que ocurren y, sobre todo, la manipulación psicológica a la que el
protagonista se verá sometido.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pese a que el título
involuntariamente, y guiado por mi subconsciente, me decía que iba a
encontrarme con una novela diferente, la verdad es que <i>The Ministry of Fear</i>
sí que ha terminado siendo una novela que no esperaba, aunque no lo haya sido
en el sentido que mi cabeza creía esperar. Que el título pueda indicar casi sin
dudas que este libro esconde en sus páginas una novela distópica no es más que
sugestión del lector que está acostumbrado a novelas y series de televisión muy
orwellianas. Pero esta novela es radicalmente opuesta a una distopía y la
ambientación durante el Blitz de Londres no hace más que acrecentar su sentido
histórico y realista. Greene supo que con ese título tan sugestivo llamaría la
atención y así es, pero una vez dentro de la novela da al lector algo que no
espera pero que se disfruta de principio a fin.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>The Ministry of Fear</i> es
una novela para aquellos que ya conocen de sobra a Graham Greene, pero también
puede ser una buena opción para aquellos lectores que estén empezando a
descubrirle ya que en ella se mezcla tanto el espionaje, género del que Greene
es maestro indiscutible, como la reflexión psicológica y filosófica profunda,
con personajes de doble lectura y una trama que avanza a un ritmo frenético
dando una lectura amena, adictiva y activa. No voy a estas alturas de la
lectura a engañar a nadie negando que Greene es uno de mis escritores
anglosajones preferidos, porque de hecho es de esos autores refugio de los que
ya he hablado en otras ocasiones, a los que vuelvo siempre con ganas sabiendo
que leeré en terreno conocido sintiéndome cómodo.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-13677877217778670742022-04-28T13:24:00.001+02:002022-04-28T13:24:07.181+02:00Amor se escribe sin h<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZlBEIuSxDN81-AwRn2_D-scy_Ryq4kt4hsbWAks_2rvYW1R7dYaT5JRIO40Zkuq4f1kaqIfvAgMpGoOBcYCDorwaI2aftykbiffjlrj19m2-Ui9-Z4W-8rMc5HXx5y3BHzYFYN_7VD4-J0DwVCTVR98o1zu2AnPEHDO8yO8r7-g1GeC0M8xzldBxg/s1440/1651144896674.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZlBEIuSxDN81-AwRn2_D-scy_Ryq4kt4hsbWAks_2rvYW1R7dYaT5JRIO40Zkuq4f1kaqIfvAgMpGoOBcYCDorwaI2aftykbiffjlrj19m2-Ui9-Z4W-8rMc5HXx5y3BHzYFYN_7VD4-J0DwVCTVR98o1zu2AnPEHDO8yO8r7-g1GeC0M8xzldBxg/s320/1651144896674.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Casi un año ha estado esta novela
esperando en mi pila de lecturas pendientes. La compré en Barcelona, en el
barrio de Gracia en una librería cafetería muy coqueta, con una selección de
libros llena de diversidad y apertura de mentes y con un café de los más ricos
que he tomado en mi vida. Y desde entonces ha estado esperando a ser leída, en
parte porque me daba respeto empezarla, en parte porque en mi interior me decía
que no me iba a gustar como debería y que el impulso que me llevó a comprarla
me fallaría esta vez, como en otras ocasiones había acertado. Pero también digo
que hay veces que es necesario que una novela repose un poco tras comprarla,
que espere su turno de lectura, aunque pasen meses (o incluso años) hasta que
un lector se decide a leerla. Las lecturas y los libros deben madurar, así como
debe hacerlo el propio lector antes de afrontar una novela para poder
disfrutarla como se merece.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Enrique Jardiel Poncela fue uno
de los grandes dramaturgos de la primera mitad del siglo XX en España, y sus
obras de teatro se representaban sin cesar por todo el país. Sigue siendo, hoy
en día, referente en muchos aspectos e inspiración para muchos escritores que
quieren adentrarse en el mundo del teatro y escribir con ironía y humor. <i>Amor
se escribe sin h</i>, novela de título absolutamente llamativo (una de las
razones que me llevaron a elegirla para acercarme a este autor), nos cuenta la
más manida de las historias de la literatura: chico se enamora de chica, tienen
una historia de amor, chica se cansa de chico, chico se queda destrozado… Y,
sin embargo, Poncela lo escribe todo de manera tan surrealista y disparatada,
rompiendo incluso lo que en el cine sería la cuarta pared para hablarle al
lector de sí mismo, que lo que puede ser una historia repetida hasta la
saciedad desde los inicios de la literatura tiene un aire fresco. Tan fresco
incluso que si se publicara algo así hoy no desentonaría.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Si nos paráramos en la trama de <i>Amor
se escribe con h</i>, pues tendríamos una novela más, sobre un tema universal
como el amor, pero tratado con ironía, sarcasmo y un humor tan limpio como
efectivo. Sin embargo, Poncela no solo crea una novela, sino que construye un
libro extrasensorial, casi podría que decirse que interactivo si usamos los
términos actuales (teniendo en cuenta que la novela se publicó en 1928), donde
el escritor madrileño emplea dibujos, esquemas, y demás elementos no
simplemente narrativos para hacerle la lectura al lector mucho más amena,
entretenida y activa que una simple narración.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Tras leer <i>Amor se escribe con
h</i> me vienen a la mente dos cosas. La primera es que mis prejuicios ante
esta novela eran absolutamente infundados y absurdos (y que cualquier prejuicio
ante cualquier novela es pura ignorancia). La segunda es que una vez leída esta
novela y descubierto a Jardiel Poncela me doy cuenta la gran influencia que su
humor ha tenido en escritores como Eduardo Mendoza, cuyas novelas más
humorísticas me han recordado a esta. Un humor de lo absurdo, de expresiones
disparatadas, de situaciones alocadas y totalmente surrealistas pero que podrían
perfectamente darse en la vida real en uno de esos episodios que se viven y
luego uno piensa que cómo ha sido posible que sucediera.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hacer reír, por norma general y
en cualquier ámbito y contexto, no es algo sencillo ni fácil. Conectar con
alguien, con su idiosincrasia y sus referencias mentales, y ser capaz de despertarle
una sonrisa que pueda acabar en carcajada es casi misión imposible. El llanto y
la risa son emociones que la literatura bordea constantemente y que no siempre
se consiguen transmitir. De hecho, en toda mi vida, solo he llorado de verdad
con un libro. Por su parte, la risa me la han despertado un puñado de libros, entre
ellos entra ahora <i>Amor se escribe con h</i>. Poncela tiene ese humor que
tanto me gusta: ingenioso, irónico, lleno de inventiva y absurdo, surrealista a
veces.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No puedo esconder mi entusiasmo
tras haber leído esta novela. Y es que Amor se escribe con h me ha parecido de
lo más entretenido que he leído recientemente. Ligero, ameno, divertido,
interesante, retador… Jardiel Poncela sabía cómo tratar a su público, ya fuera
en el teatro como en sus novelas (al menos en esta que es la única que de
momento me he leído de él) y eso se nota en cómo escribe. Cualquiera que quiera
leer algo diferente, fresco pese a ser un clásico, y justamente divertido que
se haga con esta novela y se deje guiar por la pluma de Poncela.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-18218877817809518622022-04-25T15:54:00.001+02:002022-04-25T15:54:11.807+02:00Caín<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcpgfNW9zF0jjMrvE4eXhVIxYSO3Z1lDn8aSOnqXYWrQulUwTsezAACrtEjq38GrTVoJ9cku8vDhY_UayYWDRIxTlUv19Htv7cgS7nRLYuil2c38PVCRiAaWgN28VyZOW-6i7SKwC_A0fP6YbDY0RJcJ07qhrM7wdTZ_O6mib3a0WvcCIPyBbLemQW/s1440/Ca%C3%ADn.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcpgfNW9zF0jjMrvE4eXhVIxYSO3Z1lDn8aSOnqXYWrQulUwTsezAACrtEjq38GrTVoJ9cku8vDhY_UayYWDRIxTlUv19Htv7cgS7nRLYuil2c38PVCRiAaWgN28VyZOW-6i7SKwC_A0fP6YbDY0RJcJ07qhrM7wdTZ_O6mib3a0WvcCIPyBbLemQW/s320/Ca%C3%ADn.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Suerte es que una de mis
librerías de segunda mano de cabecera (ya son varias a las que doy este
apelativo que, por tanto, empieza a perder significado real) publicara en
Instagram que tenía varios ejemplares de las ediciones conmemorativas del
centenario del nacimiento de José Saramago. Bueno, suerte… Suerte plena sería
si ese anuncio coincidiera con que me hubiera tocado la lotería y por tanto el
gasto de dinero no fuera una preocupación y solo me tuviera que preocupar de
encontrar hueco futuro a esos libros y tiempo para leerlos entre tantas
lecturas como tengo pendientes. Pero, sí, fue suerte. Me lancé en cuanto tuve
una tarde libre a la librería y me pude hacer con tres de esos ejemplares
preguntando por otros que ya había volado por la mañana. Al menos me pude hacer
con tres ejemplares, siendo este el primero que me he leído y del que, por
tanto, voy a escribir a continuación. En lo que resta de año probablemente pueda
leer los restantes.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Saramago retoma en <i>Caín</i>
los temas bíblicos eligiendo a uno de los grandes personajes del Antiguo
Testamento y usándolo como guía a través de distintos episodios de las Sagradas
Escrituras para mostrarlas desnudadas de cualquier ropaje católico, apostólico
y romano y mostrarlas tal y como son analizadas desde la razón y no desde la
fe. Y parte desde el principio de los tiempos y la existencia: desde Adán y Eva
y desde ahí el lector recorrerá la Biblia y sus principales hechos anteriores a
Jesucristo: la Torre de Babel, el becerro de oro, la destrucción de Sodoma y
Gomorra, el derrumbe de las murallas de Jericó, el sacrificio de Abraham, las
penurias de Job, el diluvio universal…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Todos conocemos a Caín, todos
conocemos su historia, seamos creyente o no. Vivimos en una sociedad cristiana
en la cual desde pequeños nos enseñan la Biblia (o al menos a mí me la
enseñaron, para poco sirvió, pero me la enseñaron) y conocemos todos, o casi
todos los episodias que Saramago retoma en su <i>Caín</i>, llevando al lector
no solo a un recorrido por la historia de la religión católica, sino también a
una reflexión más profunda sobre la propia concepción de la religión.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Saramago, a quienes le tenemos
como autor de cabecera y refugio en momentos lectores flojos, nos tiene
acostumbrados a lecturas no solo de trama interesante sino a reflexiones profundas
sobre la vida y aquellos temas que recorren la existencia del ser humano. En <i>Caín,</i>
y usando un personaje villano para la religión católica, el Nobel portugués nos
presenta una mirada a la religión y a la fe totalmente descreída, poniendo voz,
rostro y vestimenta a Dios incluso, y haciéndonos verle como lo que en el fondo
es: un ser tiránico, envidioso, cruel y vengativo; un Dios que solo es capaz de
imponer la fe y su propia idolatría a los hombres mediante el miedo, la muerte,
la sangre y las amenazas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Obviamente alguien muy muy muy
creyente, o esos creyentes que no son capaces de ver la religión y la fe como
temas cuestionables ni discutibles no serán capaces de ver en <i>Caín</i> una
obra de un calado reflexivo muy interesante. Desde la frialdad y el análisis
crudo e irónico de un Saramago ateo y escéptico ante creencias irracionales, el
lector recorre los episodios más famosos de la Biblia de mano de un Caín
marcado por su destino y por un Dios cruel que le condenó a ejecutar a su
hermano con sus propias manos y a vagar sin rumbo por la existencia. Saramago
se toma sus licencias, como todo novelista, para hacer malabares narrativos y,
cual novela fantástica, trasladar de una frase a otra a Caín de un momento a
otro del Antiguo Testamento para ir dando muestras y ejemplos de la absurdez de
la fe cristiana y de la crueldad del ser al que llaman Dios los católicos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como novela <i>Caín</i> es un
artificio narrativo digno de pocos autores, y es que Saramago sabe hacer magia
con poco y a partir de temas o personajes que a la mayoría de escritores les
parecería quimérico utilizar. Por algo le dieron el Nobel, y es que es de los
pocos galardonados con este premio que se ha convertido en autor refugio: ese
tipo de autores a los que vuelvo constantemente cuando tengo una crisis lectora
porque sé que no me van a fallar y que la lectura de cualquier de sus libros sé
que me reconfortará y dará ánimos para continuar descubriendo libros y autores.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Lo bueno que suelen tener las
novelas de Saramago es que, pese a un estilo tan peculiar como único y
personal, su lectura anima a no abandonarla y lleva al lector en volandas de
páginas en página casi sin darse cuenta. <i>Caín</i> es una novela con mucha
parte de reflexión y ensayo sobre la fe y la religión, sobre la existencia de
Dios y su propia identidad. No es apta para creyentes fervorosos y mucho menos
para fanáticos de la fe. Para todos los demás este libro supondrá un verdadero
divertimento lector.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-16643992144052417112022-04-18T17:05:00.001+02:002022-04-18T17:05:15.826+02:00La Marcha Radetzky<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT2BMIUp2wDXu4kGIkR9BzO8NaiTbkuPFaZRNKifiNyzyVzJXak1vVNttB3xGk6_yGHxmQq73FCDqKZXKeiOar5WZ2Gr2JYWrdRFPzEDmFF3Cx6oRUqeE-4ZovPywPEC8UDadTlSaO_ur9PX5QXtSuUDDXqWiiAzFkhQOi2jvcP9RrVduni4uzHWx3/s1440/La%20Marcha%20Radetzky.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT2BMIUp2wDXu4kGIkR9BzO8NaiTbkuPFaZRNKifiNyzyVzJXak1vVNttB3xGk6_yGHxmQq73FCDqKZXKeiOar5WZ2Gr2JYWrdRFPzEDmFF3Cx6oRUqeE-4ZovPywPEC8UDadTlSaO_ur9PX5QXtSuUDDXqWiiAzFkhQOi2jvcP9RrVduni4uzHWx3/s320/La%20Marcha%20Radetzky.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿Qué es un clásico? Para mí, nada
más que una etiqueta que se le encasqueta a un libro y que determina su
concepción por los lectores tanto para bien como para mal. El quién determina
qué es un clásico y qué no ya es bastante más dudoso. Hay obras universales de
la literatura que adquieren su carácter por tradición, por representar el
culmen de una época o por implicar un cambio de paradigma literario. Otras obras,
por el contrario, se convierten en clásicos porque una serie de críticos
literarios y expertos estudiosos lo dicen pasando a ser así consideradas por
lectores que no han pasado más que una decena de sus páginas para leerlas. La
única conclusión aceptable entonces de lo que es un clásico es la de un libro
que está siempre en la conciencia colectiva y que por tanto “hay que” leer, amándolo,
odiándolo o siendo absoluta y totalmente indiferente al mismo. Pues esto último
me ha pasado con este supuesto clásico de la literatura europea y austríaca.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>La Marcha Radetzky</i> es una
de esas novelas que llevan el apelativo de clásico de la literatura supongo que
derivado de otra época en la que sí que le vendría al pelo y podría ser
considerado como tal. Que hoy siga siendo considerado como un clásico cuando lo
que cuenta, a fin de cuentas – la decadencia de una familia que no sabe
adaptarse a un presente cambiante – es un tema tan manido en la literatura como
el del amor prohibido es básicamente porque cuando a un libro le cae la
etiqueta de clásico es casi imposible quitársela.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No puedo negar el valor histórico
que pudo suponer el año de su publicación <i>La Marcha Radetzky</i>. En 1932
ver plasmada en papel la decadencia social de todo un imperio como el Austrohúngaro
que arrasó con toda una concepción de la vida que hasta el momento se consideraba
prácticamente eterna e inmutable por los siglos de los siglos tuvo que se un
rotundo éxito lleno de nostalgia y melancolía. Pero a día de hoy, con todos
aquellos eventos en el pozo oscuro y profundo del olvido, poco puede aportar
una novela que, para mí, queda desfasada en un tiempo pretérito que poca conexión
con la realidad tiene y cuyos posibles paralelismos con una época de decadencia
actual no logro vislumbrar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La historia de la familia Trotta,
desde el abuelo convertido en héroe de la Batalla de Solferino tras salvar al
Emperador hasta el nieto que vive en sus propias carnes el cambio de paradigma
social de una época de ocaso pasando por el padre alto funcionario de un
Imperio descomunal en proceso interno de desintegración, me causa pesadez en la
lectura. Apenas he sido capaz de mantener una atención digna en la narración de
<i>La Marcha Radetzky</i>; de hecho, lo que más deseaba era acabar la novela
para poder pasar a otra lectura quizá más edificante. Y decir esto de cualquier
libro es casi peor que decir que lo has abandonado por imposible.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No he conectado ni con la trama de
<i>La Marcha Radetzky</i> ni con el estilo de Joseph Roth. Y es que esa es
otra. A menudo he leído comparaciones, para bien, entre Roth y Stefan Zweig,
tanto por estilo de escritura como por mundo literario donde ambos profundizan
en las más íntimas pasiones del ser humano y engloban todo en una época de
cambios sociales profundos en el seno de la vieja Europa, la Europa de las
grandes naciones y los vastos imperios. Pero, así como la etiqueta de clásico
para esta novela, la comparación entre Roth y Zweig es, para mí, una sobre ventilación
absurda. Hay rasgos comunes en ambos escritores, sí, pero de ahí a casi equipararlos,
pues lo siento, pero no. Creo que Zweig está varios escalones por encima de
Roth en cuanto a nivel de escritura y en cuanto a enfoque de tramas y análisis
de la propia existencia humana en relación a su contexto histórico.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pasa con los libros lo que con
muchas otras cosas en la vida: no puedes decir si te gusta o disgusta si no lo
lees o lo intentas al menos. <i>La Marcha Radetzky</i> es un libro que quería
leer por muchas razones, todas buenas, válidas y loables, pero que tras su
lectura me ha dejado decepcionado y totalmente indiferente a lo narrado en sus
páginas. Por esto hay que leer siempre, leer y leer y leer. Leer tanto lo que uno
sabe que le va a gustar, como aquello que, arriesgando un poco más, puede que
no entendamos del todo, o incluso aquello que lo más probable es que no nos
guste. No se puede hablar de libros y de literatura si solo leemos aquello en
lo que nos sentimos cómodos. Joseph Roth, como Stefan Zweig o Sandor Marai son
de esos escritores clásicos europeos que están casi en el olvido y por ello,
puedan gustar o no, hay que leerlos siempre.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-18174527966640134742022-04-08T18:39:00.001+02:002022-04-08T18:39:03.841+02:00Snow falling on cedars<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQptuOnPav6ncQZzmxoeWGBERw50ZDD2MRh0nFCwbgTdXIqVEexxzr46pOqB3b6_rzG9io-qzenetXQe17xvhzpkd6ApM-lQ7JTeaKLNyceSRioYOS-k8_616M3qGvT7YlFXtasFNjERGSWnjMqzd8y64YKrXcul1I9tFIoq2M_e17ohL_475MxkqQ/s1440/Snow%20falling%20in%20cedars.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQptuOnPav6ncQZzmxoeWGBERw50ZDD2MRh0nFCwbgTdXIqVEexxzr46pOqB3b6_rzG9io-qzenetXQe17xvhzpkd6ApM-lQ7JTeaKLNyceSRioYOS-k8_616M3qGvT7YlFXtasFNjERGSWnjMqzd8y64YKrXcul1I9tFIoq2M_e17ohL_475MxkqQ/s320/Snow%20falling%20in%20cedars.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">He de reconocer que compré este
libro por pertenecer a una colección la editorial Bloomsbury donde se reunían 9
clásicos modernos con unas ediciones de bolsillo muy cuidadas y de portadas muy
sugerentes. Claramente me guie por la apariencia y por la breve sinopsis de la
novela antes que por otra cosa. Me dejé convencer por un aspecto cuidado quizá
dejando a un lado el interesarme más por la propia historia pensando que, como los
otros tres libros de esta colección que había leído me habían gustado, este
también me iba a gustar. Y, sin embargo, ha pasado todo lo contrario, y es el
que me ha gustado menos de todos. Aun así, con tesón y porque, en el fondo, el
libro se deja leer bastante bien lo he terminado acabando. No me importaría
hacerme con el resto de libros de esta colección, pero he estado mirando y parece
ser que ya está descatalogada. Una pena, porque realmente su diseño está
tremendamente cuidado para ser ediciones de bolsillo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Snow falling on cedars</i> (o <i>Nieve
sobre los cedros</i> en castellano, aunque es muy complicado hacerse con ella en
nuestro idioma, no sé por qué razón) es una novela judicial que sigue los pasos
de las clásicas novelas de John Grisham, pero con un punto más de lirismo en su
narrativa. La trama gira en torno al juicio a un pescador y ex militar
americano de ascendencia japonesa acusado de asesinato en primer grado contra un
compañero del mar y antiguo amigo de la infancia en mitad de una noche de
espesa niebla y en mitad del mar. Alternando en la narración los
interrogatorios a los testigos en el juicio y flashbacks de los principales
personajes a momentos pasados que les marcaron de manera contundente y definitiva,
la novela avanza a trompicones salteada como está de descripciones del ambiente
y narraciones de transiciones entre escenas y lugares que no aportan más que páginas
y páginas que, a mi juicio, resultan más que prescindibles y que en lugar de
conseguir dar a la novela un aire clásico y literario la convierten en un
bodrio bastante aburrido.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">He comentado que esta novela
tiene posos de John Grisham, el gran maestro de las novelas judiciales, pero
simplemente lo he hecho por comodidad ya que hubo un tiempo en que leía a
Grisham casi como obsesión. <i>Snow falling on cedars</i> tiene muy buen ritmo
narrativo y es muy buena en el momento en que la narración se centra en el
proceso judicial, fuera de ahí su autor se pierde intentando ser más un
novelista lírico que reconociendo que está escribiendo una novela de género. Y
es que tengo la impresión de que el autor quería y al mismo tiempo evitaba
escribir una novela que pudiera clasificarse como judicial, cosa que en el
fondo es y que no sería algo malo. Pero ha podido la voluntad de enmascararla y,
para mí, sobran como 100 páginas de aquí y de allá donde lo narrado no aporta
un ápice de interés a la narración.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Centrándonos en lo bueno de <i>Snow
falling on cedars</i> debo decir que la ambientación judicial y la narración de
los hechos delictivos está muy bien conseguida y prácticamente uno mientras lee
se imagina cualquier película americana de juicios, con su juez pasota, el
jurado serio, el fiscal arrogante, el abogado defensor voluntarioso y el acusado
silencioso sabiendo que ha sido arrestado injustamente por malentendidos
derivados en este caso de rencillas previas y de su origen racial. Además, es
esta segunda parte, la del origen racial y el racismo generalizado en parte de
EE.UU. durante la posguerra mundial contra americanos de origen japonés, cuyas
vidas se vieron truncadas de golpe tras Pearl Harbour y que tras la victoria
sobre Japón en el Pacífico quedaron tocadas por un velo de sospecha eterna simplemente
por no parecerse al americano clásico de ascendencia europea.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero poco más positivo puedo
decir de esta novela. <i>Snow falling on cedars</i> ha pasado sin pena ni
gloria por mis manos. Si la he terminado es porque: primero, no me gusta dejar
las novelas inacabadas y segundo porque no todo lo que sobra en el libro viene
seguido. Si esto último hubiera sido así no hubiera pasado de la mitad. Fijaos
si ha sido irrelevante el libro en mis manos que un día se me olvidó en la
oficina y tuve que hacerme dos trayectos en metro (el de esa tarde y el del día
siguiente para volver al trabajo) sin nada que leer, y casi que lo prefería. Al
final terminé acelerando la lectura leyendo en diagonal párrafos y páginas
enteras no notando que me haya faltado nada por leer o matizar. Creo que con
esto queda dicho todo.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-43105247716043274152022-04-01T18:53:00.001+02:002022-04-01T18:53:07.970+02:00El Gatopardo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzFFnH1BQWN2z2DyKqVRwJLlmZzKMF7hH1hi3tKrYRX3G2ADqNQ22UGcXcgQ3QZXi-wyUlDtmsm7WdSoLNZ4T7bdL5w-Uv2CRlubiNOv9YZ7Ghfyz-uawbHRugnfqsDNLLSrfYb5v8Y2I8m4VLEiPvQCpqEUbrkHOv6b434wO3JhXaQyelobvkKWVy/s1440/El%20Gatopardo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzFFnH1BQWN2z2DyKqVRwJLlmZzKMF7hH1hi3tKrYRX3G2ADqNQ22UGcXcgQ3QZXi-wyUlDtmsm7WdSoLNZ4T7bdL5w-Uv2CRlubiNOv9YZ7Ghfyz-uawbHRugnfqsDNLLSrfYb5v8Y2I8m4VLEiPvQCpqEUbrkHOv6b434wO3JhXaQyelobvkKWVy/s320/El%20Gatopardo.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A veces la literatura debe servir
para sosegar, tranquilizar, calmar, para leer por el mero hecho de estar
leyendo, sentado en un sillón, con un café cerca, relajado y dejando que la
mente vague por el texto disfrutando. Hay pocos libros que se presten a ello, y
de los que se escriben hoy en día casi ninguno es de este tipo. Ahora todo
tiene que ir a una velocidad ultrarrápida y en las novelas deben pasar muchas
cosas con muchos y diversos personajes. Lo contrario no solo no vende, sino que
ni tan siquiera llama ya la atención. Hubo una época que no era así; una época
en la que la literatura servía para tranquilizar sin tener que cumplir ningún
tipo de entretenimiento como si fuera una canción o una película. Es como si
los escritores (y los editores) tuvieran miedo de publicar novelas en las que
solo pasa la vida y no hay asesinatos, ni romances, ni conflictos, ni mentiras…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>El Gatoparto</i> es una de
estas novelas escritas para leer con calma y sosiego buscando, además, la
tranquilidad que da una novela bien escrita donde lo que se cuenta, aún
teniendo una importancia relativa, no es lo principal sino cómo está escrita y
la paz que transmite en cada página. Giuseppe Tomasi di Lampedusa, de noble
cuna y alta alcurnia, solo escribió una novela es toda su vida, ésta, pero qué
novela… El de este noble italiano, de vieja estirpe y cultura excelsa, es uno
de los casos literarios más extraordinarios: con una única obra publicada y
escrita ha logrado ser una de las referencias culturales italianas,
posicionando su novela en el canon clásico de la literatura de su país.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ambientada en una Sicilia de otro
tiempo, mediados del siglo XIX, y teniendo como centro al Príncipe de Salina y
su vida en una isla y una Italia en transición entre dos mundos y formas de
entender la sociedad, <i>El Gatopardo</i> es una novela histórica, costumbrista
y familiar, con un trasfondo intenso de eventos políticos y cambios sociales
que hacen de esta novela un fresco muy interesante para los amantes de la
historia y de la propia literatura. El trasfondo general de la novela se
desarrolla en plena revolución italiana en la que Garibaldi reunifica a todos
los reinos italianos bajo un único monarca y bandera, bajo un único himno y una
organización política única intentando llevar a Italia a la modernidad de la
época sacándola de ese áurea medieval que aún cubría todos los aspectos de la
sociedad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Antes de acercarme a <i>El
Gatopardo</i> lo único que me venía a la cabeza con esta novela era la película
italiana clásica. Nada más. Bueno, sí, también me venía a la cabeza todo tipo
de especulaciones sobre el contenido de una novela que siempre ha estado en
libros pendientes de leer por tratarse de un clásico, pero que nunca terminaba
de acercarme a ella por el mismo hecho de ser un clásico. Pero ha caído en mis
manos, y a lo largo de sus páginas he viajado a una Sicilia probablemente ya
extinta, pero que aún en la segunda mitad del siglo XIX tenían un aire medieval
de servilismo muy acentuado. Iglesia y Nobleza eran los centros alrededor de
los cuales giraba todo lo demás. La pleitesía a los nobles terratenientes por
parte de campesinos y pueblo llano, la intelectualidad del cabeza de familia,
la simpleza de las jovencitas enamoradas de los apuestos militares… Un clásico
en toda regla, escrito a mediados del siglo XX pero con aires de novela del XIX
inglesa.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Partiendo de que la novela
perfecta no existe, hay muchas que, conformando un canon, pueden juntar
cualidades entre ellas que las hacen rayanas a la perfección. <i>El Gatopardo</i>
es una obra redonda, quizá no perfecta, pero sí de esas que quedan fijadas en
el imaginario colectivo del mundo de la literatura y del Olimpo cultural de un
país, en este caso Italia. En el imaginario colectivo literario de Sicilia e
Italia está esta novela, donde el paisaje y el entorno son tan importantes como
los propios personajes y las mismísimas reflexiones que en las páginas de este
libro se narran. Hay mucho análisis de personalidades, muchas reflexiones sobre
la vida, el amor y los cambios sociales que se avecinan dejando atrás un mundo
y una época ya caduca y podrida por el tiempo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Debo de confesar mi enorme
sorpresa al terminar <i>El Gatopardo</i> y haberme encontrado con una novela
que no imaginaba para nada así y cuya historia y su ambientación me han
cautivado. Con un estilo elaborado, pero nada barroco o florido, Giuseppe
Tomasi di Lampedusa logra en su primera y última novela lo que miles de
escritores pretenden conseguir y nunca lograr en libros y libros fastuosos y
pretenciosos. La lectura de esta obra merece calma, tranquilidad y reposo. Y,
además, lo mejor para acercarse a esta novela ya clásica de la literatura
italiana es hacerlo sin pretensiones y sin saber nada más de ella que su
título. Quien se acerque a esta lectura así, en blanco, la disfrutará.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-936700356297633487.post-56352543386425703002022-03-25T16:04:00.005+01:002022-03-25T16:04:50.913+01:00Tranvía a la Malvarrosa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTiF9c4v73qOd813O83-q0tHp4sNfltr084Or505lPeVXLkmbww0zZ_BUAzp3s4wOnAzy7C1F25-dd9H1CMr86tpbHt-M1rfH451MpC7zYVG82WVnVJFGziNZ6Di5PDGaprED40mrtVC1Xeuk78Aw_N4diNi9HhWYbrfM5SNudTsg_vZJuOGmwwp-x/s3472/Tranv%C3%ADa%20a%20la%20Malvarrosa.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3472" data-original-width="3472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTiF9c4v73qOd813O83-q0tHp4sNfltr084Or505lPeVXLkmbww0zZ_BUAzp3s4wOnAzy7C1F25-dd9H1CMr86tpbHt-M1rfH451MpC7zYVG82WVnVJFGziNZ6Di5PDGaprED40mrtVC1Xeuk78Aw_N4diNi9HhWYbrfM5SNudTsg_vZJuOGmwwp-x/s320/Tranv%C3%ADa%20a%20la%20Malvarrosa.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Esta es una de esas novelas a las
que tenía respeto y ganas a partes iguales. Respeto porque en lengua y
literatura en secundaria y luego bachiller era de esos títulos que había que
aprenderse por formar parte de esa nueva generación de novelistas españoles que
se estudiaba como literatura contemporánea. Y ganas porque llevaba buscándola en
librerías de segunda mano en alguna edición decente (y no de colección de
periódico o quiosco) que me mereciera la pena. Hasta que la he encontrado en mi
librería de cabecera de segunda mano, donde siempre me conducen mis pasos
cuando ando perdido por Madrid y me apetece refugiarme mirando libros y no
sintiéndome solo ni extraño en la ciudad. Fue una grata sorpresa porque en el
fondo no esperaba encontrar esta edición ya que llevo años buscándolo y nunca
lo había encontrado, pero como la esperanza se lo último que se pierde la
perseverancia se ha visto correspondida y recompensada.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Manuel Vicent y su <i>Tranvía a
la Malvarrosa</i> es una de esas duplas reconocibles e indivisibles que se dan
de vez en cuando en la literatura (cosa que no sé si es bueno o malo, porque se
podría llegar a deducir que tal o cual escritor solo tiene famosa una novela, o
que incluso esa novela no sea por la que más orgulloso se sienta el escritor).
Y es que tanto novela como escritor conforman casi un único ente: cuando se
nombra al uno se hace referencia directa, voluntaria o no, a la otra. Joyce y
su <i>Ulises</i>, Ferlosio y su <i>Jarama</i>, Laforet y su <i>Nada</i>…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Siguiendo los pasos de la novela
de descubrimiento o de maduración, de paso de la juventud a la edad adulta, <i>Tranvía
a la Malvarrosa</i> narra en primera persona el despertar del amor, el deseo,
las responsabilidades y la propia realidad en un joven, siendo este quien nos
cuenta esos pasos inseguros, esos recuerdos de los diferentes cambios vividos y
sufridos, esas sensaciones melancólicas de empezar a pertenecer a un mundo que
va mostrándose mucho más distinto que lo que uno podría imaginar…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La verdad es que esta es una
novela que se deja leer de manera muy cómoda y casi como si su narrador fuera
nuestro amigo y nos contara en la terraza de un bar en una plaza de Valencia
una tarde soleada de primavera y tras mucho tiempo sin habernos visto su vida y
nos pusiéramos al día de todo añorando, recordando y soñando sobre el pasado. <i>Tranvía
a la Malvarrosa</i> es, en el fondo, la narración de una historia universal: la
del paso de la inocencia de un mundo infantil, propio en el que somos los
absolutos protagonistas, a otro donde no somos más que personajes sin valor ni
voz ni voto en lo que nos pasa e intentamos sobrevivir lo mejor posible siempre
soñando futuros ilusionantes y recordando pasados no acontecidos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Guardando las distancias que dan
la época en la que la novela está ambientada (una Valencia a medio camino entre
urbe mediterránea y pueblo grande de ámbito, espíritu y corazón rural, a
mediados de los años 50, cuando el futuro aún no había llegado a esos lares y
el pasado seguía estando muy presente en la vida y las acciones de la sociedad),
el viaje vital que se narra en <i>Tranvía a la Malvarrosa</i> es el que todos,
de una manera u otra, vivimos a lo largo de nuestra vida. Las mismas
sensaciones, los mismos vértigos, la misma euforia y el mismo miedo ante
situaciones que no controlamos y que nos sacan de donde estamos más cómodos
para retarnos a solucionarlas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Tranvía a la Malvarrosa</i>
también es una novela sobre los primeros amores y el despertar del instinto
sexual. Sobre cómo asumimos como normales y naturales esas nuevas sensaciones,
fuegos, miedos… Sobre cómo nos relacionamos con el objetivo de saciar nuestra
sexualidad ya sea por mera lujuria para obtener placer, o por pasión y amor
desmedido para encontrar en otra persona aquello que necesitamos, que queremos
y que queremos compartir. No siempre es fácil aceptar esos cambios de
mentalidad, ese juego de palabras y acciones, de silencios y ausencias. Menos
fácil es aún saber interpretar esos mismos instintos sexuales en otras
personas, en aquellas a las que se los despertamos y de quienes recibimos a
veces señales sin darnos cuenta. Ese asumir que la realidad es compleja, ese
golpe en nuestra consciencia es el que más nos suele trastocar y es fundamental
saber aceptarlo y encajarlo para poder vivir en el mundo a nuestra propia
manera.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Es más que probable que muchos ya
conocierais <i>Tranvía a la Malvarrosa</i>, y no solo la conocierais, sino que
también la hubierais leído. Por esto es difícil hablar de una novela referente
de una época y característica de toda una generación de escritores españoles
que encaja a la perfección con la tradición literaria universal de la novela de
aprendizaje, madurez y crecimiento personal. Sin llegar a ser la novela que
esperaba ha superado, no obstante, las reticencias que tenía antes de su
lectura por la impresión que me daba leer una obra que había estudiado y que en
algún que otro examen de lengua y literatura tuve que nombrar. Estoy seguro
también de que pocos no habréis leído esta obra, para los que aún no os habéis
acercado a ella, hacedlo porque no solo es cómoda de leer por su cercanía, sino
que es entrañable poder ver sensaciones propias en las vidas de otros.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">Caronte.<o:p></o:p></p>Félix Martín Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/05935994662639384967noreply@blogger.com0