Hace ya unos cuantos años que todo el tema colonial europeo en África llama mi atención y me intereso por libros, películas o exposiciones culturales sobre esa etapa olvidada adrede por Europa para intentar invisibilizar sus vergüenzas para con el continente africano. Por esta razón cuando vi que la editorial Libros del Asteroide (que si no conocéis estáis tardando en hacerlo y leer cualquiera de los libros que editan) iba a publicar este libro de memorias de Isabela Figueiredo sobre el final del dominio portugués en Mozambique no dudé lo más mínimo y supe enseguida que quería leerlo. He tardado en hacerlo desde la publicación del libro porque llevo un descontrol con lo que tengo pendiente para leer digno del Camarote de los Hermanos Marx, pero aprovechando mi último viaje a Barcelona me ha acompañado su lectura en el viaje de vuelta a Madrid en tren desde la capital condal.
Isabela Figueiredo hace un ejercicio descomunal de enfrentamiento a su vida, a sus recuerdos, a su infancia y sobre todo al fantasma permanente de su padre para contarnos de viva voz y sin medias tintas cómo fue el final de la época colonial en Mozambique. Cuaderno de memorias coloniales es un libro sin ficción, articulado en pequeños capítulos donde su autora nos va contando pequeños retazos de recuerdos y memorias de su salida de Lourenço Marques (ahora Maputo) para volver a la Metrópoli con apenas una docena de años: siendo simplemente una niña que pretendía entender el mundo y descubrirlo por ella misma.
A través de su marcha de su tierra natal, de su ciudad natal, Isabela Figueiredo construye un fresco general sobre lo que fue la última etapa de la época colonial portuguesa en Mozambique. Cuaderno de memorias coloniales no es más que un libro de memorias, como su propio nombre indica, donde lo particular, por íntimo y personal de los recuerdos de la autora sirven para que el lector se haga una idea de lo que fue el periodo colonial portugués en África. Porque al final la historia de las naciones, territorios, estados o países no la constituyen los líderes o los grandes acontecimientos, sino los minúsculos espasmos de dolor y épica que tienen las vidas anónimas de miles y miles de mujeres y hombres en su día a día.
Cuaderno de memorias coloniales no es solo un pequeño pero intenso fresco de cómo los portugueses blancos de la metrópoli afincados en Lourenço Marques/Maputo imponen su fuerza, orgullo, prepotencia y poder sobre los negros convirtiéndolos en animales de carga o trabajo o servicio, sino que les desposeen de capacidad intelectual y por tanto les denigran hasta un grado casi inferior al de los animales de compañía salvando simplemente a unos pocos. Este libro es también un ejercicio de enfrentarse a sus propios fantasmas de su autora dejando claro que su padre fue uno de esos colonos que impusieron su poder y cometió excesos y abusos contra la población negra colonizada.
La descolonización de Mozambique en 1975 se unió al proceso de democratización de Portugal tras la Revolución de los Claveles causando un doble caos y shock en los habitantes colonos de los territorios africanos portugueses. Cuaderno de memorias coloniales demuestra que los países que se repartieron África como si fuera simplemente tierras, lagos, montañas y minerales no han sido capaces de enfrentar ese pasado expoliador y abusivo contra unas gentes y unos pueblos a los que maltrataron y denigraron hasta límites insospechados haciéndose luego las víctimas de barbaries cuando esos mismos pueblos se levantaron contra sus colonizadores exigiendo lo que en justicia era suyo.
Europa aún no ha afrontado su pasado colonizador y libros como Cuaderno de memorias coloniales demuestran que aquel pasado no tan lejano sigue siendo una época oscura donde los protagonistas del mismo prefieren esconder la cabeza en la tierra, negar sus actos, su propia vida, mentirse a sí mismos e inventarse una realidad alternativa de su vida para así intentar convivir con unos fantasmas que estoy seguro a más de uno aún hoy les siguen persiguiendo al cerrar los ojos o al oír nombres que un día fueron familiares.
Confrontar nuestro pasado, cuando éste no es tan digno, claro y brillante como nos gustaría siempre es tarea difícil y nunca agradable. En Cuaderno de memorias coloniales Isabela Figueiredo realiza una doble confrontación: por un lado, personal hablando de su padre y de cómo este formó parte de esa sociedad blanca que denigró a los negros nativos de Mozambique negándoles derechos e imponiéndoles penurias; y por otro, la del propio pueblo portugués que aún hoy prefiere no recordar qué fue Lourenço Marques, por ejemplo, y mucho menos escarbar en los restos de su pasado colonial africano. Pero es necesario hacerlo, porque sin saber quiénes fuimos, qué hicimos y por qué, es muy difícil vivir una vida plena y sincera, propia, real.
Cuaderno de memorias coloniales es otro libro más necesario editado por una editorial que creo que está haciendo uno de los mejores trabajos editoriales de los últimos años como es Libros del Asteroide. Creo que es fundamental que las editoriales independientes y más pequeñas traigan a España libros diferentes, que sean necesarios, que tengan una prosa más elaborada, más bella, más hermosa; libros que conmuevan, emocionen y enseñen aquello que solemos dejar pasar o, directamente, ignorar. Isabela Figueiredo escribió en 2009 este libro en el que, antes que nada, plasmó su verdad, lo que necesitaba sacar para ser ella misma; 12 años después podemos leer en español unas memorias muy necesarias y esclarecedoras sobre el pasado colonial de Portugal en África.
Caronte.
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