Cuando me enteré
que Paul Auster volvía a la ficción e iba a sacar libro el pasado otoño el
corazón me dio un vuelco. Soy un fan absoluto de Auster desde que
hace ya muchos años leyera su “Trilogía
de Nueva York”, justo cuando le otorgaron el Príncipe de Asturias.
Desde ese mismo instante me dije que este neoyorkino (aunque es de Newark,
Nueva Jersey) iba ser uno de mis grandes y más apreciados escritores. Así ha
sido. Tras terminar de leer esta novela de la que hoy me toca hablar, ya me he
leído toda su obra de ficción; solo me faltaría por leer los libros
autobiográficos que también ha ido escribiendo e intercalando en su obra
literaria. Sirva esto de aviso a quien lea esta crítica para que tenga en
cuenta que no soy objetivo con Auster (aunque voy a intentar ser lo más
ecuánime posible ante este libro), no puedo serlo porque está entre mis diez
autores favoritos en general, y entre mis cinco escritores extranjeros más
leídos.
“4 3 2 1” es sin lugar a dudas la
mayor obra literaria de Paul Auster. Puede que esta afirmación quede un poco
superlativa y quizá pretenciosa pero sinceramente es lo que pienso después de
haberme leído todos sus libros anteriores y tras haber devorado las casi mil
páginas de esta novela. La extensión (la mayor de cualquiera de las novelas de
Auster) y complejidad argumental y narrativa, explican por sí solas los siete
años que Auster llevaba sin publicar ninguna novela. En cada una de las páginas
de este libro se ve el duro y arduo trabajo que hay detrás, las horas que Auster
debió dedicar a ir hilvanando lo que una vez completado ha resultado ser un
gran tapiz sobre la historia típica americana de los años 50 y 60 del pasado
siglo.
El argumento de “4 3 2 1” es bastante sencillo, y
quizá ahí esté también su complejidad. Y es que en las casi mil páginas de esta
novela Paul Auster nos presente a un protagonistas, Archie Ferguson, desdoblado
4 veces en otras tantas vidas diferentes con sus desarrollos independientes
pero con un denominador común siempre, bueno dos, Newark y Nueva York, dos
ciudades que por otra parte siempre están presentes en su obra y que, en el
caso de Nueva York, forman un mundo intrínseco propio a la obra de Auster. ¿Es
entonces esta novela un conjunto de 4 relatos diferentes? Rotundamente no. Esta
novela es un complejo concierto armónico en el que las distintas voces comparten
ecos comunes que hacen que el lector comunique unas con otras.
La capacidad de
Auster en “4 3 2 1” para
novelar una vida común y corriente de cuatro maneras diferentes pero sin
cambiar en el fondo gran cosa en cas una es sorprendente y por ello este libro
tiene un gran valor literario. Es obvio que Auster reflexiona sobre las distintas
personas que podemos llegar a ser según las decisiones que tomamos, pero yo
difiero de muchos críticos en este aspecto, ya que para mí esta novela no
implica que seamos diferentes con cada decisión que nos afecta, la tomemos
nosotros directamente o venga dictada por el destino. Para mí esta novela es
una profunda y compleja reflexión sobre nuestra inmutabilidad sustancial; es
decir, Archie Ferguson en las 4 historias es el mismo, con los mismos padres,
los mismos abuelos y el mismo círculo vital, y no sólo eso sino que siente las
mismas atracciones en las 4 historias (menos en una que acaba antes de lo
esperado) y por tanto las decisiones y circunstancias diferentes que vive no le
cambian sino que le complementan.
Junto con esta
duplicidad de vidas y la reflexión sobre las decisiones que nos van
condicionando la existencia “4 3 2 1”
es también un gran fresco conjunto de la historia convulsa de los EE.UU.
durante las décadas de los 50 y 60 del año pasado, principalmente de los 60.
Desde la posguerra mundial a Vietnam, desde Lindon B. Johnson a Nixon y de la
lucha de clases a la racial. La convulsa historia americana de los años 60
queda perfectamente reflejada en las 4 vidas que vive Archie Ferguson en esta
novela. Por ello Auster no sólo consigue crear una obra literaria de primer
orden, escrita de manera minuciosa y meticulosa, sino que da casi una clase
magistral de historia sobre dos décadas que cambiaron los EE.UU.
Parece que todo lo
que tengo que decir de “4 3 2 1”
es bueno pero no es así. Voy a intentar ser lo más objetivo posible. Y es que a
pesar de que considero que esta novela de Auster forma parte desde el primer
minuto desde su publicación del conjunto de obras llamado “la gran novela
americana”, título más que merecido desde mi punto de vista, no es ni de lejos
la mejor novela de Auster. ¿Paradoja? ¿Contradiccion? Puede serlo pero me
parece que no lo es. Lo explico. La obra literaria de Auster es muy peculiar, y
pocos escritores han logrado crear libros que sean pura magia como él; sin
embargo, esta novela deja atrás todo eso para ser muy realista en cada una de
sus 4 vidas dispares. Mientras que en el resto de sus libros Auster despliega
una imaginación desbordante, y muestra la realidad de manera muy peculiar y
particular, como solo él sabe hacerlo, en esta obra se pasa al lado del
realismo para ofrecer esta gran novela.
“4 3 2 1” es probablemente lo más
grande que Paul Auster ha escrito nunca y que probablemente vaya a escribir,
pero al mismo tiempo y sin desmerecer lo que acabo de decir, no es su mujer
novela. ¿Es mala esta novela? Para nada, de hecho repito que considero que
estamos ante una de las grandes novelas americanas de este siglo. Pero tal como
digo esto, también puedo afirmar que dentro de lo que es Paul Auster y su obra
narrativa literaria esta novela no es ni de lejos lo mejor que ha escrito. Es
por así decir, como si otro Paul Auster, ya más maduro y asentado en esa etapa
final que viven los escritores hubiera suplantado al Auster de siempre para dar
al mundo una novela enorme pero que nado, o muy poco, tiene que ver con sus
obras anteriores.
Por concluir solo
me falta decir que “4 3 2 1”
no es la obra paradigmática de Paul Auster por lo que si alguien quiere
descubrir a este grandísimo escritor no le recomendaría que comenzara por este
libro. Sin embargo, para los que llevamos muchos años y muchos libros leyendo a
Auster, esta novela nos confirma que es neoyorquino de adopción sigue siendo el
mismo de siempre pero adaptado a una edad en la que todo escritor quiere dejar
una gran obra a sus espaldas. En el caso de Paul Auster estoy seguro que este
libro se convertirá en esa gran obra literaria para dejar a las generaciones
futuras. No sé si habrá más novelas de mi admirado Auster en el futuro, en
cualquier caso he vuelto a disfrutar de su forma de narrar y con eso me vale.
Caronte.
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