El amor ha
protagonizado, protagoniza y protagonizará miles y miles de novelas de aquí
hasta que el ser humano pierda la capacidad de leer o un cataclismo nos
extinga. Es quizá uno de los grandes monotemas de la literatura. Nunca falta en
una buena novela negra, o de espionaje, o histórica. Es fundamental en la
narrativa contemporánea y siempre conmueve una historia de amor de final amargo
o agridulce. Por eso y porque llevo ya unos años bastante inmerso en la
literatura inglesa decidí leer esta novela. Llevo ya tiempo mirando
constantemente novedades literarias inglesas y americanas para poder leerlas en
versión original para no perder ni un ápice en la traducción. Además, en los
últimos tiempos también busco y rebusco en literatura escrita por mujeres ya
que siempre he leído a hombres principalmente, algo que sé que es una gran
carencia de la que me estoy dando cuenta a medida que voy leyendo cada vez a
más mujeres escritoras. Y seguiré así ya que estoy dando con libros
maravillosos últimamente.
“Normal people” (“Gente normal” en español) es una
preciosa novela de amor contemporáneo y actual, de mi propia generación. La
autora Sally Rooney, es una irlandesa mes y medio mayor que yo, ya que nació en
febrero de 1991. Es probablemente la primera novela realmente contemporánea a
mí que leo y la verdad es que la emoción especial que eso ha supuesto pocas
novelas lo han generado. Pero es que también la propia historia de la novela se
desarrolla con protagonistas contemporáneos con los que gente de mi edad y
generación pueden identificarse, a pesar de estar ambientada una cultura
diferente como es la irlandesa (muy conservadora aún en cuestión de relaciones
sociales).
El amor, o más bien
la relación de amor durante varios años de dos adolescentes en la Irlanda
contemporánea es el gran hilo conductor de “Normal
people”. Connell y Marianne son dos jóvenes de orígenes sociales
diversos, por no decir opuestos. Marianne es una chica de familia acomodada de
la Irlanda menos cosmopolita, vive en una gran casa con su madre y su hermano
(el padre murió), siempre insegura en su vida privada y personal por el peso
que tiene el trato que ha recibido por parte de su familia. Por su parte
Connell es el típico chico popular guapo y deportista que tiene cientos de
amigos, pero esto es solo la parte que proyecta al exterior porque a nivel
interior es inseguro, además viene de familia muy humilde (de hecho, su madre
trabaja como limpiadora en la casa de Marianne).
Durante las páginas de
“Normal people” se desarrolla
la extraña y compleja relación de amistad y amor que hay entre Marianne y
Connell. Una relación marcada por el ambiente social en el que se mueven:
primero en su ciudad de origen y más tarde en Dublín cuando empiezan ambos la
universidad. Una relación donde el amor y el cariño priman por encima de todas
las cosas, pero que están dañados de muerte por las continuas inseguridades de
los dos adolescentes. Este amor actual, en el que los sentimientos más puros
quedan difuminados por nuestro ambiente, por nuestros miedos, por convenciones
sociales de las que queremos renegar pero que al final pesan como una losa, es
el que impregna todas las páginas de esta novela.
Puedo decir sin
miedo que “Normal people” es
la primera novela del siglo XXI que leo y con la que realmente me siento
identificado. Obviamente mi trasfondo social y personal es diferente al de los
protagonistas, pero las dudas, miedos, inseguridades y el peso de la tradición
social han estado ahí siempre a la hora de desarrollarme sentimentalmente.
Vivimos en una época en la que nos hemos empezado a liberar de las ataduras de
las tradiciones que nuestros padres y abuelos nos han impuesto casi sin querer
y no hemos sido capaces de aceptar con normalidad de multiplicidad y variedad
de sentimientos que somos capaces de generar hacia las personas que nos rodean
a diario.
Connell y Marianne
son dos jóvenes que luchan contra algo contra lo que no pueden vencer. Mejor
dicho, huyen de una realidad que podrían estar disfrutando y compartiendo solo
porque tienen miedo. “Normal people”
es una novela en la que el lector ve lo que los protagonistas no son capaces ni
tan siquiera de entrever o, si lo hacen, no quieren aceptar. Porque ambos
protagonistas saben qué les pasa, pero aun así huyen constantemente de sus
sentimientos o intentan llamarlos de muy diversas maneras para enmascarar lo
que es en verdad: amor sin paliativos.
No puedo decir,
aunque me gustaría, que “Normal people”
es una novela de amor con final feliz, porque no lo es. Es agridulce. Pero
básicamente porque ningún amor es realmente pleno. Como los más intensos
sentimientos que el ser humano es capaz de experimentar, el amor duele y
desconcierta, aturde y agota, da miedo, en definitiva. Por eso muchas veces no
queremos enfrentarnos a él. Y por esta misma razón duele y da impotencia ver
cómo un amor tan perfecto, unos sentimientos tan puros y dos corazones que
tanto se necesitan como son los de Connell y Marianne parece que en lugar de
acercarse lo único que hacen es alejarse constantemente.
Dicho todo lo
anterior solo me queda añadir que “Normal
people” es de los mejores libros que he leído y de las historias con
las que más y mejor he conectado a nivel personal. Además, gracias a que Sally
Rooney usa un lenguaje simple y una estructura sencilla haciendo la lectura
ágil y a que le da un ritmo a la novela bastante atractivo hacen que la
historia enganche y llegue hasta tocar los sentimientos del lector. Son
inolvidables los protagonistas, pero también los personajes secundarios que dan
profundidad a la historia. Para mí, esta es de momento la gran novela de mi
generación que he leído y sin objeciones y matices la recomiendo no solo a
gente de mi edad o alrededores sino a todo el que quiera emocionarse leyendo.
Caronte.