Siempre tengo los
mismos problemas a la hora de elegir libro cuando voy a mi librería de segunda
mano de referencia. Me termino bloqueando y mi cerebro pocas veces es
arriesgado. Sin embargo, la última vez que estuve en esta librería terminé por
decidirme por un libro cuya sinopsis está escrita por el propio autor; autor
que ya había leído en dos ocasiones anteriores tras las que acabé encantado e
ilusionado con la propia literatura y la capacidad de crear mundos mágicos,
únicos y maravillosos. Nunca hay que dar por asegurado lo que una vez fue
porque a veces las decepciones vienen por ese camino. Es increíble como
Alessandro Baricco, un escritor italiano que descubrí con una fábula preciosa,
“Seda”, puede concebir
historias tan dispares y diametralmente opuestas, y cómo su estilo puede variar
tanto de un libro a otro. La literatura es así: unas veces se tiene la
suficiente inspiración para crear una obra única, y otras esta inspiración
falla por muchas ganas que se tengan y se crea una obra sin alma.
“City” es una novela larga que
durante la mayor parte de la misma se me ha hecho muy pesada y aburrida. Empecé
con ganas su lectura tras leer la propia definición que Alessandro Baricco hace
del libro, que me atrajo ya que la pintaba como una historia mágica de nuevo en
la que la realidad quedaba desdibujada en un mundo imaginario desbordante. Por
desgracia la realidad de la novela es muy diferente y tras su lectura no puedo
más que decir que he quedado más que decepcionado, desilusionado.
La trama está como
dividida en tres secciones todas interconectadas: una historia de ficción
narrada por una de las protagonistas; un relato de boxeo escuchado por radio (o
elemento parecido); y la propia historia principal. Parece complejo, pero no lo
es; “City” está bien estructurada
en capítulos más o menos largos sin título en los que el estilo es muy diferente
en cada una de las secciones. Para mí la única decente es la historia del
oeste, ese western mágico que Baricco se invente y que sí que me ha recordado a
sus otras novelas. Por lo demás: la de boxeo me ha aburrido soberanamente; y la
principal, que va hilando todo, me parece insulsa, sin gracia, en definitiva:
bastante aburrida.
Tengo la impresión
que Baricco en “City” pretende
imitar el estilo de Paul Auster. De hecho, en muchas ocasiones me resultaba
bastante claro y evidente el intento de copia. El problema es que si se intenta
copiar algo porque se admira hay que al menos hacerlo bien, con fundamento, y
en esta ocasión Baricco no lo consigue. Esta novela parece una copia barata de
cualquier novela moderna de Auster, con un mundo que parece calcado de la
realidad, pero con imágenes a veces futuristas, a veces de un pasado bastante
lejano, otras anacrónicas y generalmente como si fuera un espejo: muestra lo
que somos sin ser lo que somos.
No quiero ser malo
con Alessandro Baricco cuando en dos novelas me ha demostrado ser un escritor
excepcional, con una imaginación desbordante y un estilo de escritura que
atrapa al lector llevándole a mundos imaginarios mágicos. Pero con “City” no encuentro ni esa
imaginación ni ese estilo. De hecho, si en lugar de haber descubierto a este
autor italiano con “Seda” y
continuar con “Océano mar”,
hubiera comenzado con este libro, lo más probable es que nunca más le hubiera
leído. Suena un tanto radical, pero la verdad es que la novela es tediosa,
aburrida y muy pesada. Solo mejora hacia el final.
Ni tan siquiera los
personajes son salvables. De hecho, podríamos hablar de que solo hay dos
personajes en “City”, un crio
superdotado y una mujer. El crío además tiene dos amigos invisibles, uno de los
cuales es mudo (puramente mundo Auster, pero mal imitado). La maraña de
personajes secundarios que rodean a los principales también es muy del
imaginario del escritor neoyorquino, pero sin su gracia habitual y su
credibilidad. Son copias baratas, lo repito. Y no es por querer desmerecer a
Baricco, pero para mí esta novela es un fraude total. De hecho, sería casi para
pedirle al autor algún tipo de indemnización por la desilusión generada, la
pérdida de tiempo y el aburrimiento causado.
Si tengo que
recomendar algo relacionado con “City”
es que para descubrir el mundo literario de Baricco es mejor empezar por
cualquiera de sus novelas anteriores y que he mencionado en esta reseña, y ante
todo no leer esta a no ser que se esté dispuesto a llevarse un gran chasco. Me
da bastante apuro tener que escribir sobre un libro en estos términos, pero es
que la decepción es real, ya que me esperaba disfrutar leyendo y sin embargo, lo
que he conseguido es frustrarme convenciéndome de que tenía que terminar el
libro para verlo en su conjunto y poder admirarlo. Nada más lejos de la
realidad, me alegré sobremanera al acabarlo ya que implicaba no tener que
volver a tener que abrirlo. No sé si volveré a internarme en la literatura de
Alessandro Baricco.
Caronte.