Paul Auster es
desde que le conocí uno de mis autores favoritos en lengua inglesa y siempre
que tengo un hueco en mis lecturas incorporo alguna de sus novelas para tener
algo fresco, original y diferente que leer. Aunque de momento todas las novelas
que me he leído suyas me han encantado, básicamente porque no son nada
parecidas a lo que estoy acostumbrado a leer, he de reconocer que “Sunset Park” no es ni de lejos su
mejor novela. A pesar de que es la última novela publicada por este americano
universal, eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, y que salió a la
venta en 2010, y que por tanto al ser la última se podría inferir que sería en
la que Auster consigue un mayor grado de madurez literaria, para mí no es así;
y me resulta extraño porque el año pasado me leí “Invisible”, publicada sólo un año antes en 2009 y que me
resultó deliciosa, y sin embargo no tiene nada que ver ni el estilo, ni la
narrativa, ni la estructura de esta novela con la que hoy estoy hablando.
“Sunset Park” es una novela coral,
es decir, aunque hay un personaje principal cuya historia personal se narra a
lo largo de esta novela, esta narración parte de los testimonios de diferentes
personas que tratan con él, formando un collage que a pesar de estar bastante
logrado, a mí no me terminó de convencer. Miles Heller es el protagonista
principal de la novela, es el personaje que está en las vidas de todos los
demás protagonistas de la novela y que a partir de las experiencias suyas
personales y las que los demás tienen con él, Auster narra de manera externa
los acontecimientos que envuelven la juventud y el principio de la madurez de
Miles. La novela se ambienta principalmente a finales de 2008 y principios de
2009, aunque también hay momentos en los que para recrear la vida de su
protagonista se echan miradas al pasado para poder comprender las situaciones
actuales que hacen que Miles sea como es. Miles es el resultado de una familia
de buen nivel pero desestructurada, sus padres está divorciados y vueltos a
juntar con otras personas; la madre de Miles les abandonó a su padre y a él
cuando éste era muy pequeño, por lo que se padre tuvo que hacerse cargo de su
educación solo, hasta que conoció a la que ahora es su pareja que además
también tenía un hijo, Bobby. Un suceso trágico en el que durante una discusión
entre hermanastros, lleva a Miles a perder los nervios y dar un empujón a Bobby
mientras van caminando por el borde de una carretera lo que hace que acabe
caído en medio de la calzada en el mismo instante que pasa un coche. Desde ese
momento la culpa de todo lo que pasó después cayó como una enorme losa sobre
Miles y después de escuchar una conversación entre su padre y su madrastra
decide irse de casa a los 20 años. Tendrán que pasar ocho años para que padre e
hijo volvieran a encontrarse. Mientras tanto, la madre biológica de Miles hace
carrera en Hollywood y en el teatro y se convierte en una famosa actriz, a la
vez que normaliza la relación con su ex-marido y padre de Miles. Es aquí, en
estas relaciones familiares donde “Sunset
Park” y Paul Auster logran la mejor historia de toda la novela;
relaciones familiares rotas al inicio, difíciles en los primeros años de Miles
cuando su padre Morris tiene que criarle solo, cuando aparece la madrastra que
aunque Miles la quiere sabe que no es su madre natural, el asunto de Bobby y
las consecuencias que tiene tanto en Miles y su personalidad, como en Morris y
su relación con su hijo.
Junto a la
historia de Miles, Auster nos presenta a otros cuatro personales más junto con
el ya mencionado padre de Miles, Morris, que desde mi punto de vista tiene la
historia más interesante de todas y de la que sin embargo Auster se queda sin
profundizar como nos tiene acostumbrados a hacer, hubiese sido muy interesante
poder ver un poco más cómo es este dueño de una editorial con una vida tan
compleja como parece quedar esbozada en “Sunset
Park”. Como ya he dicho además de Morris, en la novela aparecen otras
personas que tienen relación con Miles Heller durante su desarrollo como son
los tres compañeros okupas de piso en Nueva York, en Sunset Park precisamente,
dos chicas y un viejo amigo de la época juvenil cuando Miles y familia vivían
en Nueva York; además de estos compañeros de piso tenemos a la madre biológica
de Miles. Éstos son los personajes principales de la novela y cuyas vidas
Auster nos enseña y disecciona en cierta medida. Es en esta sucesión alternada
de diferentes personajes lo que no me termina de convencer de esta novela, este
elenco coral (como dirían en el cine) hace que la novela no sea como otras de Auster
en las que las personalidades de los personajes están mucho más mostradas sin
tapujos y diseccionadas sin miramiento, aquí supongo que por la voluntad de
mostrar diferentes personalidades encarnadas en los diferentes personajes se
termina perdiendo esa profundización en su forma de ser y en sus vidas pasadas
y sus problemas y obsesiones. Quiere abarcar mucho y al final termina por
apretar poco a cada personaje, no termina de sacarles el jugo que podrían haber
tenido si se hubiese planteado la novela de otra manera. Sin embargo a pesar de
que no se profundiza tanto como en otras novelas suyas, las historias sí están
bien entremezcladas y sí dan una visión bastante amplia de la personalidad y de
la vida de Miles Heller, el protagonista, sobre el único que Auster sí termina
por profundizar y por mostrarnos una personalidad compleja formada por muchos
pequeños golpes a lo largo de su vida, acontecimientos que le han hecho ser
como es. Pero si hay algo que predomina en Miles es la culpa, una culpa pesada como
una gran losa de hormigón muy difícil de llevar y cargar con ella, una culpa
que sólo enfrentándose a la verdad y contándola puede llegar a ser compartida y
aligerada la carga que genera.
En “Sunset Park”, a pesar de que no
es la mejor novela de Auster sí se reconocen perfectamente sus rasgos más
característicos aunque algo más difuminados que en sus libros anteriores, lo
que me apena ya que admiro profundamente la manera tan peculiar de narrar de
este extraordinario escritor. En esta novela hay momentos en los que Auster
empieza a divagar sobre el beisbol de manera muy precisa y ajena a los
lectores, creando unos pasajes bastante aburridos sobre jugadores de las
décadas prodigiosas de este deporte, contando estadísticas, hitos históricos, peculiaridades
personales en una espiral que a veces perece no tener fin. Sí es cierto que son
algo necesarias ya que el besibol es algo que en su infancia Miles comparte con
su padre Morris, pero creo que Auster se sobrepasa en sus puntualizaciones y anécdotas
de besibol. Además hay momentos en que se vuelve repetitivo, como por ejemplo
la cansina reiteración en los comentarios sobre la película “Los mejores años de nuestra vida”,
que aparte de ser algo sobre lo que una de las compañeras de Miles en Sunset
Park está haciendo una investigación, me parecen excesivas las alusiones a
dicha película. Tanto el tema del beisbol como el de la película son
recurrentes a lo largo de las páginas de “Sunset
Park”, pero terminan por ser repetitivas, aburridas, cansinas y logran
que el lector termine por desconectar de la novela, algo que es una pena porque
en el fondo hay pasajes en la misma que sí pertenecen a ese gran Auster que los
que estamos acostumbrados a leer conocemos.
Como he dicho al
principio “Sunset Park” no es
ni de lejos una de las mejores novelas de Paul Auster; espero que con su próxima
novela vuelva a sus orígenes más creativos y mágicos y nos vuelva a regalar una
novela llena de historias profundas que nos hagan pensar y reflexionar sobre la
vida actual y que a su vez nos transporten a ese Nueva York tan suyo, tan
personal y nos descubra más lugares y personajes llenos de vida e historias que
contar. Con esta novela no ha acertado, al menos para mi gusto y para lo que yo
esperaba de él; creo que se pierde en nimiedades, que quizá para él no lo sean,
pero que pienso que acaban por marear al lector y hacerle perder el hilo de la
historia principal, una pena porque si se hubiera profundizado más en ella
estoy más que seguro que el libro hubiera ganado mucho porque los personajes
apuntan maneras para poderse haber convertido en esos grandes personajes de las
novelas de Auster, pero aquí están apenas esbozados, salvo Miles y quizá su
padre, aunque creo que a ambos se les podría haber sacado mucho más. Si alguien
quiere empezar a leer a Auster que no lo haga por esta novela, hay otras
mejores, pero cuando esté ya algo versado en este autor es posible que para
juzgar mejor su obra también se lea esta. Señor Auster, desde mi humilde
posición le pido que saque prono nueva novela y vuelva a ser el Auster que me
tiene enganchado a sus novelas e historias mágicas.
Caronte.