Nunca antes había
leído un libro de viajes, no una guía de viajes sino un libro, y la verdad es
que estoy seguro de que repetiré, o al menos volveré a leer algo de Javier
Reverte. “El sueño de África”
es un magnífico libro que transporta al lector al corazón del continente
salvaje, allí donde surgió la vida, allí donde en la actualidad mueren miles de
personas cada minuto por causa del SIDA, las guerras, el hambre, la sed y el
odio. Este libro más que páginas llenas de historias y vivencias del autor es
un profundo viaje a tres países de África, como son Uganda, Kenia y Tanzania;
los tres países que representan el África más pura para lo bueno y para lo
malo.
Todos hemos visto
alguna vez en nuestra vida un documental sobre la sabana africana, sobre los
leones y las gacelas, sobre las manadas de elefantes o sobre las carroñeras
hienas. Todos alguna que otra vez hemos soñado con África, todos hemos volado
allí cuando hemos ido al zoo a ver a las jirafas, elefantes, hipopótamos y rinocerontes.
Al menos yo sí lo he hecho, África siempre ha sido para mí ese lugar lejano,
casi inalcanzable. Desde que vi la película “El Rey León” de Disney, cuando
tenía apenas cuatro añitos, ésta se convirtió inmediatamente en mi película de
animación preferida, y cada vez que la veo me entran ganas de coger la maleta,
meter un par de mudas, irme al aeropuerto y coger el primer vuelo que vaya
hacia el continente salvaje. Con los años fui aprendiendo que África no sólo es
el continente donde viven todos los animales que los accidentales contemplamos
en los zoológicos de frías ciudades europeas o americanas; África es mucho más
que eso. África es dolor, es hambre, el muerte, es el continente donde más
pobreza hay, donde la esperanza de vida es más baja, donde las personas son
incapaces de pensar en otra cosa más que en encontrar algo que llevarse a la
boca para comer o beber, es el continente de la tragedia del SIDA y de la
malaria, es el Tercer Mundo del Tercer Mundo. África es un contraste tras otro,
se pueden contemplar las más espectaculares puestas del sol que el hombre puede
disfrutar, pero a la vez puede notar la miseria a cada paso que de por
cualquiera de sus mega-urbes llenas de mendigos, niños trabajando, y mujeres
prostituyéndose para ganar algo de dinero En África habita el rey de la selva,
pero también el animal más mortífero de cuantos pisan la tierra: el hombre, más
concretamente el hombre blanco.
Javier Reverte
cuenta en “El sueño de África”
su viaje de algo más de tres meses por este continente casi olvidado, de manera
magistral, y nos hace acompañarle no sólo metafóricamente sino literalmente.
Empezar a leer este libro conlleva tener que hacer las maletas, al menos
mentalmente, para disponerse a viajar hasta el corazón del mundo salvaje. Nada
más empezar a leerlo uno siente el calor seco de África, el olor a vida, a
naturaleza, a libertad, pero también el olor a muerte, a miseria y a
esclavitud. “El sueño de África”
no es simplemente un libro en el que el autor se pone a describir los hoteles donde
se aloja, las comidas que como, las gentes que conoce o los animales que ve.
Este libro es mucho más que eso, es un viaje que sobrepasa todos los sentidos,
y a medida que vas avanzando en sus capítulos vas sintiendo más esa llamada de
la selva, de la sabana; África se va metiendo en tus venas, en lo más profundo
de uno mismo. Hasta tal punto esto fue así que muchas veces cuando lo leía me
daban ganas de marcharme al día siguiente para poder ver, sentir y oler con mis
propios sentidos lo que el libro me estaba haciendo ver, sentir y oler.
Además de los
maravillosos paisajes que narra Javier Reverte en este libro, las grandes urbes
de Kampala, Mombasa o Nairobi, la isla de Zanzíbar con su ciudad vieja de
piedra Patrimonio de la Humanidad llena de historia y belleza, las Montañas de
la Luna, el tren lunático, los grandes
lagos africanos como el Victoria o el Tanganika, el nacimiento del más
famoso de los ríos del mundo, el Nilo, las nieves africanas de la cima del
Monte Kilimanjaro, las grandes reservas naturales donde es el hombre el que es
la atracción para los animales, como el Ngorongoro, el Serengeti o el Masai
Mara; como digo además de todo esto en “El
sueño de África” Javier Reverte nos da unos muy interesantes y en
muchas ocasiones desconocidos apuntes históricos sobre este continente
embaucador y del que uno se enamora en cuando lo pisa, según los que han podido
poner sus pies en tierras africanas.
Los grandes
exploradores de África, desde David Livingstone, el mayor de los aventureros
ingleses, hasta John Speke quien admiró por primera vez el nacimiento del río
de los faraones, el Nilo, y pudo mojar sus pies en la inmensa tranquilidad del
Lago Victoria, pasando por Henry Morton Stanley quien encontró donde estaba
David Livingstone tras su desparición; de todos ellos Javier Reverte nos cuenta
su historia, su amor por África, su voluntad de volver siempre a esa tierra de
fuego y belleza sobrenatural. “El
sueño de África” también nos ilustra sobre la colonización de dicha
parte del continente africano por parte de las grandes potencias mundiales que
tenían por aquel entonces influencia en esa zona, Inglaterra y Alemania.
Militares y aventureros se mezclan en la historia de este gran continente, pero
también grandes escritores y escritoras como Karen Blixen, mundialmente famosa
por su novela “Memorias de África”,
inmortalizada muchos años después en la gran pantalla por Meryl Streep. Y como
no iba a faltar en un libro sobre África los grandes cazadores blancos que
tantas expediciones hicieron a dicha tierra para cobrarse sus grandes trofeos
cinegéticos, en este punto Javier Reverte entre cierta admiración por algunos
de los grandes cazadores que admiraban a los animales que mataban y les
respetaban enfrentándose muchas veces a ellos para darle caza, quedando algunos
heridos por zarpazos de leones o por embestidas de otros animales, y también la
repulsa por aquellos cazadores que sin bajarse de los coches llegaron a
extinguir a varias especias y a matar en solo unas jornadas de safari a casi
1000 animales de diversas especies.
“El sueño de África” es un libro
para disfrutar, para dejarse llevar a lugares lejanos y exóticos, llenos de
color y de vida, y por desgracias actualmente también de muerte y miseria, un
continente de vivos contrastes que en el fondo es lo que hace que África sea
África. Pero también éste es un libro para aprender, pasar descubrir datos e
historias sobre este gran continente, tan desconocido muchas veces pero siempre
hermoso y misterioso, tan lejano y a la vez tan anhelado por muchos; hay muchas
pequeñas historias dentro de este libro, a parte de la gran historia, historias
de princesas presas en palacios a la orilla del mar, de exploradores enamorados
de una tierra que no es la suya, de unos pocos militares que resisten como
jabatos las embestidas de todo un ejército, de leones que devoradores de hombres,
de amores imposibles, de las grandes tribus africanas como los masái. “El sueño de África” es un libro
que hace que te enamores de África si no lo estabas de antemano y hace que quieras
ir allí para poder comprobar tú mismo que lo que hueles, ves, tocas y sientes
mientras lo lees es verídico. He disfrutado este libro como pocos en mi vida, y
me ha confirmado una cosa que ya sabía que es que una de las cosas que tengo
que hacer en esta vida me cueste lo que me cueste, si el destino me deja, es
viajar a África y enamorarme de sus paisajes, su luz y de su gente tan constantemente
castigada por la humanidad pero siempre tan amable y con una sonrisa en la
boca. África nos espera a todos a los que nos ha llamado.
Caronte.