miércoles, 12 de diciembre de 2018

Lectura crítica: “Cuatro amigos”


Llevaba tiempo detrás de esta novela. De hecho la había visto ya en mi librería de referencia de segunda mano en Malasaña en su edición de bolsillo clásica, pero no la compré entonces. Siempre había algo que paraba mi mano y la hacía escoger otro libro. Hasta que hace unos días me decidí a comprarla, en otra de sus ediciones de bolsillo a un precio que, tras su lectura y si no me gustase, no me dolería haberme gastado. Esta novele lleva en mi punto de mira desde que escuché a David Trueba, su autor, a quien solo conocía por su faceta de cineasta, hablar de otra novela suya más reciente en Página 2, quizá el mejor programa cultural de libros que se ha hecho nunca en este país. Desde ese momento empecé a buscar y a investigar sobre Trueba y sus libros, que para mi sorpresa eran ya unos pocos. Sin embargo, a veces no todo lo que reluce es brillante ni metal precioso; a veces no es más que una simple ilusión generada por reflejo de otros elementos.

Cuatro amigos” como su nombre indica parece ser una novela sobre la amistad, y sin embargo, tras su lectura tengo serias dudas de que esto sea así realmente. Sí es cierto que la novela va de cuatro amigos que deciden coger una furgoneta e irse quince días de vacaciones por España sin rumbo, dirección o destino fijados de ante mano. Pero yo creo que ahí se acaba todo lo que tiene que ver con la amistad, ya que el amor, el pasado, el paso del tiempo, y anécdotas impostadas y muchas veces, de lo surrealista que son, totalmente inverosímiles terminan por ocupar toda la novela y el tema de la amistad, aunque subyacente, queda diluido.

El hilo argumental de “Cuatro amigos” como acabo de señalar es un viaje en furgoneta de cuatro amigos de toda la vida que pretenden tener 20 años pero que todos están más cerca de la treintena que de otra cosa; incluso hay uno de ellos que tiene un hijo. Blas, Claudio, Raúl y Solo (mote de quien en el fondo es el narrador de la historia) son los protagonistas de esta novela que pretende ser coral pero que en el fondo no es más que un pretexto para narrar el paso de la juventud (tardía) a la madurez de estos cuatro amigos.

También he dicho hace unas líneas que “Cuatro amigos” trata más de amor, amor roto, amor perdido, que de amistad propiamente dicha. Y lo mantengo. No encuentro por ningún lado nada que no sean tópicos típicos de amistad, esos tópicos que no hacen que se entienda realmente qué es la amistad en su más puro estado. También es cierto que a día de hoy, con las amistades virtuales de las redes sociales, la amistad clásica está en extinción sino prácticamente extinta. Y también es posible que mi concepción de amistad sea erróneo. No obstante, esta novela en cuanto a que pensaba que iba a tratar más sobre la amistad y su dureza, me ha decepcionado bastante. Podría haberse presentado como una novela de aprendizaje tardío, de transición entre épocas vitales, y entonces sí que habría salido más que satisfecho tras su lectura.

Pese al intento de coralidad de Javier Trueba, “Cuatro amigos” es una novela sobre una persona, Solo, que es quien lleva la voz del relato y cuya historia es la que nos sirve para saber de los demás. Todo gira a su alrededor. Y en el fondo esta novela va de su amor por Bárbara, un amor perdido, un amor que duele, un amor que destroza y hace añicos un corazón cuando uno se da cuenta de que se ha perdido. Por eso he dicho también que esta novela no trata sobre la amistad sino sobre el paso del tiempo y de la vida a fin de cuentas, y está adulterada, y quizá también falseada con asuntos relacionados con la amistad pero que no hacen más que distraer al lector de lo que probablemente podría haber sido una buena novela si se hubiera centrado en esa relación entre Solo y Bárbara sin añadir nada más.

De ahí mi decepción, que no aburrimiento, con “Cuatro amigos”, ya que lo que iba buscando no lo he encontrado. Y sin embargo me he topado de bruces con una historia de amor y descubrimiento personal que está bastante bien. El problema es que creo que David Trueba ha intentado en este libro imitar otras novelas, sobre todo americanas, que probablemente admira. Pero no lo ha conseguido, al menos desde mi humilde punto de vista. También tengo que decir que a la novela o bien le faltan páginas (para hablar y tratar bien el tema de la amistad) o le sobran por el hecho de que es más una novela sobre un amor doloroso. De todas formas, aburrir no aburre; lo que pasa es que hay situaciones tan absurdas y ridículas, tan estereotipadas sobre la juventud tardía que se hace pesado y poco creíble. En ningún momento me he sentido identificado con ninguno de los protagonistas a pesar de que se supone que los cuatro tienen mi edad (o es que yo soy muy raro).

Poco más voy a añadir porque la verdad poco más tengo que decir sobre “Cuatro amigos”. Llegué con muchas ganas a esta novela y he salido ligeramente decepcionado. Contrariado más bien. No he encontrado brillantez, ni frescura, ni nada nuevo en este libro, sino más bien un intento fallido de escribir un road book como probablemente alguien podrá calificarlo. Le sobran páginas y estereotipos y le falta mucha profundidad y seriedad a la trama. Me gustaría dar otra oportunidad a David Trueba, pero no creo que se la dé hasta que no vuelva a encontrar alguna de sus novelas en segunda mano.

Caronte.

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