lunes, 26 de mayo de 2014

Lectura crítica: "Cumbres borrascosas"

Cuando me empecé a leer “Cumbres borrascosas” estuve a punto de dejarlo tras haber avanzado apenas un par de capítulos, y es que la lectura de este libro al principio del mismo es algo dificultosa y densa y parece como si no hubiera un destino claro hacia donde nos quisiera llevar la autora. Sin embargo a pesar de este principio no me desanimé y como no me suele gustar dejar los libros a medias y no terminarlos (salvo en muy contadas excepciones), hice acopio de toda de veteranía de lector e hice un esfuerzo por seguir avanzando en el libro. Hice bien, porque una vez te asientas en la lectura de “Cumbres borrascosas” el libro es una delicia.

Hay que decir que este es el único libro que escribió la joven inglesa Emily Brontë, y fue el único básicamente porque murió muy joven a la edad de 30 años. El libro por su parte tiene ya unos cuantos años, fue publicado en 1847, pero a pesar de su larga vida ya, es uno de los libros fundamentales de la literatura inglesa, considerado todo un clásico de la misma. Por mi parte, yo llevaba ya tiempo queriendo leerme el libro. Como he dicho lo cogí con muchas ganas, debido más que nada a esa gran fama que tiene, y a pesar de que al principio, quizá por no estar acostumbrado a leer libros tan antiguas, la temática y la forma en la que está estructurado el libro me parecieron extrañas para lo que estoy acostumbrado, con el paso de las páginas fue descubriendo una verdadera joya de la literatura.

Cumbres borrascosas” narra la historia de dos familias que viven en plano páramo inglés, en dos casa solariegas prácticamente aisladas del mundo y distanciadas entre sí. La mayor parte de la narración de la historia corresponde al ama de llaves de una de las familias, que a su vez se lo está contando al verdadero narrador del libro, el señor Lockwood. Las relaciones que se dan entre las dos familias, los Linton y los Hindley, son tormentosas, muy complicadas, llenas de complejos nexos sentimentales. Pero ante todos los personajes que salen en la novela sobresale por muchas cosas, pocas buenas, Heathcliff. Éste es al final de la novela el personaje al que más se termina odiando, no solo en esta novela sino probablemente en cualquiera que se lea. La historia comienza cuando los Hindley acogen al bebé Heathcliff abandonado en Liverpool, éste crece con ellos aunque no pertenece a su mundo, y por ello su carácter se irá forjando de manera oscura, lleno de rencor, odio, egoísmo y sobre todo ambición. Durante el desarrollo de “Cumbres borrascosas” se narra la juventud, madurez y edad adulta de Heathcliff y sus relaciones con los demás personajes, tanto los Linton como los Hindley, pero también con los miembros del servicio de la casa en la que vive. Durante la novela se dan también historias de amor, que a su vez son historias de odio, de compasión, de rencor y de egoísmo. Todo ello ambientado en los páramos ingleses, con cuya soledad y aislamiento, así como su falta de vegetación y su dureza terrenal conforman un fondo más que adecuado para esta magnífica historia; el paisaje y el entorno se convierten en “Cumbres borrascosas” en un personaje más, contagiado de los propios sentimientos y forma de ser de los personajes de la novela.

Todos los personajes de la novela están, de manera u otra, llenos de odio, pero no un odio normal, sino un odio que sale de lo más profundo de uno mismo, un odio visceral, un odio hiriente, un odio que se expresa en gestos, palabras, miradas y silencios. También hay rencor, derivado del odio que inunda los corazones de todos los personajes, y mucho egoísmo, sobre todo en el amor. Pero a pesar de estos malos sentimientos que abundan en todas las páginas de la novela, también hay amor, una feliz y tierna historia de amor, que termina por prevalecer por encima de todo, y de todos; una amor que termina por derrotar a Heathcliff, personaje omnipresente en la novela. Y es Heathcliff el personaje en el que todos los peores sentimientos que una persona puede tener se concentras, maldad, sería la palabra adecuada para resumirlos todos, está lleno de maldad, pero incluso con esa palabra me puedo quedar corto; estamos ante un personaje que encarna todo lo malo y oscuro que puede haber en el corazón del ser humano: rencor, odio, egoísmo, ambición desmedida, afán de destruir a las personas para conseguir lo que sea, amor interesado, celos por nada, envidia. No hay palabra o frase que vaya dirigida a nadie que no esté cargada de maldad, a veces incluso de ira.

A pesar de haber sido escrito a mediados del siglo XIX y que desde entonces la sociedad ha evolucionado, es increíble ver cómo los más duros y oscuros pensamientos del ser humanos, sus peores sentimientos hacia sus semejantes no han variado ni un ápice, y Emily Brontë plasma toda esa complejidad sentimental del ser humano con maestría y sobre todo con crudeza. En “Cumbres borrascosas” se abre en canal la personalidad de todos sus personajes y el lector es capaz de ver los sentimientos y deseos más ocultos del ser humano, su vileza, su crueldad, su egoísmo y su ambición ilimitada. Pero además de todo esto, también se nos presenta una historia de amor, pero sobre todo de esperanza; esperanza de que en medio de la tempestuosa personalidad de Heathcliff, que puede destruir todo y a todos los que la rodean, puedan surgir sentimientos buenos, compasión, amor, generosidad, altruismo.

Cumbres borrascosas” es una novela de contraposiciones, de sentimientos encontrados, y de profundo análisis de los sentimientos humanos. Todos en cierta medida podemos llegar a vernos reflejados en esta historia, todos en un momento u otro hemos experimentado los mismos sentimientos que se describen en ella, aunque por supuesto no del modo tan radical que se expresan en el libro. La verdad es que una vez terminado el libro, me he quedado con ganas de más, se me ha quedado corto, a pesar de que lo comencé un poco desilusionado. He decir también que “Cumbres borrascosas” podría ser perfectamente una telenovela, un culebrón “moña” de televisión con 400 ó 500 capítulos, y que su temática y sus relaciones personales dan para ello; pero si profundizamos un poco más, y nos fijamos sobre todo en las personalidades de sus personajes nos damos cuenta que es algo más, algo que una telenovela no podría conseguir nunca, ya que “Cumbres borrascosas” es un espejo en el que se puede ver la parte más oscura del alma de sus personajes y por tanto del ser humano. En definitiva es una buena novela, que tiene merecido ser considerada un clásico de la literatura inglesa.


Caronte.

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