Si elegí esta novela
para leer fue porque a mi madre Sarah Lark le encanta desde que empezó a leer
la primera de las trilogías que se publicaron en castellano ambientadas en
Nueva Zelanda y el mundo maorí. No soy yo muy dado a leer novela histórica en
general, y menos aún si está ambientada lejos de Europa que es la zona que más
conozco y que más me interesa en cuanto a literatura. Tampoco estoy
acostumbrado a leer novela escrita por mujeres para mujeres principalmente, ya
que siendo sinceros estas novelas están dirigidas mayoritariamente a un público
femenino que busca historias de mujeres valientes, que sufren las injusticias
de un mundo que siempre ha sido machista y que por desgracia en amplios
sectores de la sociedad sigue siéndolo. Pero bueno, me dije que todo esto podía
cambiar por una vez y me decidí por leer este nuevo libro de la escritora
alemana afincada en la costa mediterránea española. Además, este libro tiene la
ventaja de que no pertenece a ninguna de sus sagas ya empezadas y se puede leer perfectamente como un elemento independiente.
“Bajo cielos lejanos” es una
novela en la que presente y pasado se entrelazan para dar una historia dual
protagonizada por dos mujeres: Stephanie y Marama; una alemana de raíces neozelandesas,
la otra maorí pero arrancada de sus raíces por la fuerza. Stephanie es la
protagonista de la historia del presente: es una periodista que trabaja en
Hamburgo en la sección de sucesos de una revista y que decide emprender un
viaje a Nueva Zelanda para intentar llenar de recuerdos los seis primeros años
de su vida que quedaron vacíos supuestamente tras un accidente de tráfico en el
que su padre murió; Marama por su parte es una hija de un jefe tribal maorí
raptada o salvada de la muerte por una familia pakeha o blanca que la criaran primero como una más para luego ir haciéndola
ver que no lo es. Marama y Stephanie resultan estar relacionadas por un diario
misterioso que conforma a su vez la otra narración de esta novela, la
ambientada en el siglo XIX en las guerras por la tierra entre colonos ingleses
y nativos neozelandeses.
Debido a esta
dualidad narrativa, de tiempos y espacios, “Bajo
cielos lejanos” está dividida en varias partes en las que se van
alternando la narración del presente, la de Stephanie y su búsqueda de su
pasado, y la de Marama y su diario en la que ésta va contando su vida a lo
largo de las décadas. Ambas mujeres son valientes, llenas de coraje y valor, y
decididas a hacer de su vida algo intenso y relevante, siendo independientes y
amando con todo el corazón. No resulta complicado para el lector pasar de una
historia a otra, ya que ambas historias están bien delimitadas en la novela y
además la propia estructura narrativa facilitan al lector la misión de saltar
en el tiempo.
Como he señalado al
principio, “Bajo cielos lejanos”
es una novela principalmente dirigida a un público que busca identificarse con
la historia de manera rápida y superficial; por esta razón creo que a la
historia le faltan profundidad y desarrollo en sus personajes y en la propia
trama. No encuentro creíble el inicio de la búsqueda de Stephanie de su pasado
y el consiguiente viaje a Nueva Zelanda con la excusa de investigar unos
asesinatos sensacionalistas ocurridos hace mucho tiempo en una ciudad perdida
de dichas islas. Tampoco veo una conexión fuerte y bien fundamentada entre
Stephnie y Marama. Me faltan explicaciones, me faltan argumentos y me faltan
motivaciones para toda esta historia.
Los personajes de “Bajo cielos lejanos” son bastante
planos a lo largo de la novela y a pesar de que puede haber algo de evolución en
los mismos, muchos de sus sentimientos o motivaciones están muy forzados y por
lo tanto son poco verosímiles; aunque soy consciente que muy probablemente al
lector habituado a las novelas de Sarah Lark esta novela le llega al alma y le
toque la fibra, cosa que no es difícil teniendo en cuenta que la novela está
plagada de dudas, traiciones, maldades y desgracias varias que afectan tanto a
la Stephanie del presente como a la Marama del pasado. Pero, aun así, sigo
diciendo que muchos de estos efectos narrativos destinados a tocar y emocionar
son bastante impostados y la mayoría ocurren sin mucho interés real en el
desarrollo principal de la trama, que por otro lado creo que termina siendo un
poco farragosa mezclando una historia del pasado con una del presente sin una conexión,
desde mi punto de vista, inexistente.
Son reseñables los
personajes masculinos de la novela. En “Bajo
cielos lejanos” la presencia masculina tiene un sentido bipolar y
sinceramente un tanto racista ya que de los cuatro que salen principalmente:
Weru y Rick en el presente y Leonard y Tau en el pasado, dos son buenos y
tienen muy buenas intenciones hacia las mujeres preotagonistas y dos son unos
aprovechados que usan a esas mismas mujeres para sacar un beneficio personal. Y
encima da la casualidad que los dos personajes masculinos buenos son blancos,
mientras que los personajes masculinos malos son maoríes, cosa que, que yo sepa
y es mi impresión, no es muy lógico y me chirría bastante. Como me chirría
bastante las historias de amor que se entrelazan en la trama, que considero que
no están muy logradas y que no me transmiten mucho.
El mayor punto
positivo que le pongo a “Bajo cielos
lejanos” es la recreación del mundo maorí, pero según lo que le he oído
a mi madre de otras novelas de Sarah Lark, no es nuevo ni por tanto algo
original en sus obras. La investigación en la historia maorí y en sus luchas
tribales y contra el colono inglés están muy bien documentadas y las
descripciones de lugares hace que incluso se puedan tomar parte de esta novela
como buena guía de viajes con recomendaciones de sitios para visitar.
Para terminar y
siendo objetivo he de decir que “Bajo
cielos lejanos” es una novela que me ha dejado un poco frío e
indiferente: primero porque no es una novela que haya supuesto ningún reto a la
hora de leer, ya que se lee con mucha facilidad, la trama es muy lineal en
ambas épocas y no tiene complicación narrativa alguna; y segundo porque no me
termino de meter en la trama en ningún momento no sé si porque soy una roca de
hielo sin sentimientos, porque estoy acostumbrado a novelas escritas por
hombres o porque necesito novelas de corte algo más complejo tanto por tramas
como por personajes. Lo que sé es que esta doble historia de mujeres que aman y
toman decisiones buscando su libertad, sus orígenes y su independencia, me ha
resultado floja. No obstante, creo que a quien le guste la novela histórica
efectista y sentimental y los dramas familiares, encontrará en esta novela un
libro entretenido.
Caronte.
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