Llevaba mucho
tiempo sin leer nada en francés y ya tenía mono de ello. Por eso decidí volver
a la lengua de Molière para que no se me oxide demasiado. Empecé a buscar
autores nuevos franceses ya que también me apetece ir poco a poco expandiendo
mis horizontes literarios por todo el mundo y no quedarme siempre centrado en
los autores que ya sé que me gustan y con los que me siento cómodo. Rebuscando
en Internet y en diferentes páginas de libros di con varios escritores
interesantes y varias obras muy apetecibles. Al final me decidí por David
Foenkinos, un autor al que llevo siguiendo la pista ya un tiempo, pero que por
unas cosas o por otras al final siempre terminaba relegando y posponiendo su
lectura. Una vez leída esta novela puedo decir que es muy probable que vuelva a
leer alguna otra obra de este autor, ya que he quedado totalmente satisfecho
con este libro, que ha superado con creces cualquier expectativa previa que
tenía.
“La Delicadeza” es una novela de
amor y dolor, mismas caras de una misma moneda. No se ama sin que duela y el
amor solo duele si es verdadero y nos toca profundo. De esto va esta novela: de
cómo el amor llega a lo más profundo de nuestros corazones y nos destroza un
poco hasta que somos incapaces de comprendernos sin amar a nadie. Pero es una
historia de amor que empieza con amargura con una muerte. Muerte que puede
parecer el fin de todo, el fin de amor que hemos considerado definitivo y
eterno, pero que si nos dejamos llevar puede significar el renacer de un nuevo
sentimiento.
La novela gira en
torno a Nathalie, una mujer hermosa e inteligente, cualidades que están a la
par y que hacen de ella la diana de miradas y envidias en su vida corriente.
Nathalie se enamora furtivamente de François de manera casual, se casan, viven
una locura de amor, un amor perfecto, sin fisuras, ideal, romántico, constante,
eterno. Hasta que una mañana François es atropellado, cae en coma y muerte. Ahí
toda la vida de Nathalie se derrumba, desaparece. Esto por sí mismo podría ser
perfectamente la novela en sí misma, pero no. “La Delicadeza” va más allá y la vida de Nathalie continúa
cuando queda viuda y vuelve a ser objeto de deseo por parte de dos hombres:
Charles y Markus; cada cual de una manera de ser diferente y radicalmente
opuesta. Charles es el jefe de Nathalie y por tanto una persona creída y con
poder, que se cree atractivo per se;
Markus es subordinado de Nathalie y una persona insegura y tímida. Ambos se
enamoran de Nathalie pero de maneras muy diferentes. Solo uno termina volviendo
a dar vida al destrozado corazón de Nathalie.
A diferencia de
otras novelas de amor en la que todo es rosita y está edulcorada hasta la más
mínima frase, “La Delicadeza”
no. En esta novela me he encontrado una historia de amor normal y corriente, en
la que los sentimientos no tienen ningún retoque y en la que los personajes
tienen las mismas complejidades que cualquiera de nosotros. Además Foenkinos
logra atrapar al lector haciendo de la lectura algo ameno. Aquí hay amor de
muchas vertientes: el idílico de Nathalie con François; el pasional e impulsivo
que siente Charles por Nathalie; y el que surge poco a poco, no de la atracción
física, sino de la atracción entre dos personas que delicadamente se van
conociendo, que es el que finalmente viven Nathalie y Markus.
David Foenkinos
consigue con “La Delicadeza”
algo muy complicado en una novela de amor: plasmarlo con naturaleza y sin sobreactuarlo
cayendo en tópicos y estereotipos. Como he dicho no hay nada que empalague en
esta novela y por eso no se hace nada pesada. Bueno por eso y porque el autor
la estructura en capítulos cortitos intercalados con otros en los que se dan
detalles off the record sobre cosas
que se hablan en la historia y que hacen que el lector desconecte un poco sin
alejarse del todo de la trama. Así aparecen los resultados de la liga francesa
de fútbol de la noche de la primera cita de Nathalie con Markus, o los nombre
de los discos que John Lennon podría haber sacado si no hubiera sido asesinado,
o recetas de cocina, o la explicación del origen de la moqueta… Cosas que no
tienen sentido pero que a fin de cuentas también hacen nuestro día a día
individual.
“La Delicadeza” no es una simple
novela de amor, sino que va más allá y se convierte en una novela sobre la
vida, sobre cómo saber sobreponerse a lo que pensábamos, a cómo a veces una
huida hacia delante y el dejarse llevar son las soluciones que debemos tomar
para cambiarlo todo. Cualquier persona en mayor o menor medida se puede sentir
identificada con esta historia, ya que los personajes que la pueblan son
personas normales y corrientes, llenas de contradicciones, miedos, debilidades,
pasiones y envidias. Por eso creo que este libro puede conectar con muchos
tipos de lectores, todos muy diversos entre sí.
Me siento feliz
por haberme atrevido a descubrir un nuevo escritor y por haberlo hecho en su
idioma original. Es un lujo poder leer en varios idiomas para no perder matices
con las traducciones. Aunque tengo la impresión de que “La Delicadeza”, por cómo está escrito, no pierde ni un ápice
al ser traducido al español. Creo que la lectura de esta novela es amena y
puede gustar a mucho tipo de personas; como digo no es una novela de amor al
uso. Yo tengo claro que volveré a leer algo de Foenkinos en el futuro (espero
no tardar mucho en volver al francés) y recomiendo que cualquiera que busque
algo diferente se anime con este libro.
Caronte.
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