
En “A legacy of spies” John le Carré
vuelve a sus orígenes y a los lugares y personajes con los que más cómodo se
encuentra. De hecho la novela es, por así decir, una segunda parte de aquélla
por la que saltó a la fama hace más de 50 años: “The spy who came in from the cold”. Sin haber leído esta
novela de Le Carré el lector que quiera leer la novela de la que hablo hoy
encontrará bastantes dificultades para seguir la historia y para ubicar
personajes y acción pasada. Porque esta novela es una novela en la que el
pasado juega un papel muy importante.
“A legacy of spies” comienza con
Peter Gulliam, todos los que leemos a le Carré sabemos quién es este personaje,
otrora mano derecha de Smiley, en su granja francesa recordando viejos tiempos
con cierto aire melancólico y con cierta soledad. Sin embargo, esa apacible
tranquilidad se ve truncada por la llegada de una carta convocándole a Londres
para tratar algunos asuntos concernientes a su pasado. Desde ese momento entra
en escena todo lo acontecido en “The
spy who came in from the cold”: personajes, lugares, nombre en clave,
recuerdos, muertes, mujeres, sentimientos…
Dejando a un lado
la trama de espionaje clásica que John le Carré vuelve a plantear en esta
novela, creo que es mucho más importante señalar que “A legacy of spies” es una novela sobre la redefinición de
nuestro pasado como sociedad, o cómo las nuevas generaciones se creen poseídas
de cierto poder y supremacía moral para juzgar y rescribir el pasado de otras
generaciones que tuvieron que tomar algunas decisiones y hacer algunas cosas
que quizá, con lentes actuales estarían mal vistas. El que el MI6 cuestione e
intente levantar la alfombra sobre una operación pasada en el Berlín ocupado y
dividido de los años 50-60 arrojando mierda sobre Peter Guilliam hace que este
recuerde absolutamente todo, y cuente lo que pueda y calle lo que quiere.
El narrador de “A legacy of spies” es Peter
Guilliam, viejo conocido de los lectores de le Carré por haber aparecido como
mano derecha del otro de los grandes protagonistas de esta novela, y quizá
también de la obra de le Carré: George Smiley. Y a través de los recuerdos de
Gulliam el lector va recordando paso a paso, y desde otra perspectiva todo lo
que pasó y leyó en “The spy who came
in from the cold”. Nombre y lugares comunes a varias novelas de le
Carré se dan cita en las páginas de esta última novela del más grande escritor
de espionaje. El Circus, Sarrat, Berlín… Mundt, Lizi Gold, Haydon, Prideaux,
Mendel, Leamas…
La tensión durante
toda la novela es palpable. La dura resistencia mental que Guilliam debe hacer
para evitar traicionar a nadie empezando por sí mismo es brutal y eso el lector
lo nota. “A legacy of spies”,
luego el hilo argumental se va enrevesando, vuelve al presente todo el pasado,
y no siempre de manera directa, sino a través de documentos, informes y
transcripciones que van dando datos sobre lo ocurrido y por lo que los actuales
espías intentan dilucidar el pasado juzgando a sus protagonistas. Es típico de
le Carré mostrar una cara de la historia, hacer pensar al lector que los tiros
van por un lado para luego cambiar de tercio de manera radical para que lo que
parecía una cosa sea realmente otra muy distinta.
Que nadie
considere que “A legacy of spies”
es una novela sencilla de leer porque no lo es. Como en las mejores novelas de
le Carré hay confusión, muchos nombres, verdadero y en clave, alias y
pseudónimos que hacen de la lectura todo un reto mental para el lector. Pero
eso es lo que me pone de las novelas de John le Carré, que no son simples súper
ventas, o thrillers de verano, ligeros y amenos en los que uno se puede perder
en la lectura que nada ocurrirá. Las novelas de le Carré son obras literarias
de primer nivel, en las que el plano psicológico y la reflexión política y
social tienen tanto peso o más como la propia historia de espionaje.
Puedo recomendar y
recomiendo encarecidamente la lectura de “A
legacy of spies”, en primer lugar a todos los amantes de John le Carré
y sus libros, especialmente los que echamos siempre en falta a George Smiley; y
en segundo lugar a todo el mundo, eso sí, habiendo leído antes “The spy who came in from the cold”
ya que sin su lectura esta última novela de le Carré puede resultar muy muy
pesada debido a que mama y se alimenta de todo lo que en esa novela, de ya más
de cincuenta años, se cuenta. ¡Larga vida a John le Carré! ¡Viva el maestro!
Caronte.
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