Vuelvo al francés para hacer la reseña de esta novela de David
Foenkinos, autor al que ya he leído en un par de ocasiones y que desde el
primer libro me causó una muy grata impresión. De hecho, si hay que ser sincero,
es de los autores que más me divierte leer por su ironía, irreverencia y, sobre
todo, por su originalidad. No sé qué repercusión tiene en España porque empecé
al leerle en francés y en francés sigo leyéndole, pero probablemente tenga
menos de la que merece sin duda. Viendo un poco su trayectoria en España he
constatado que las dos grandes casas editoriales de nuestro país le han
publicado, cosa que no sé si es buena o mala, algo curioso cuanto menos.
También es curioso cómo han cambiado el título del libro, y tampoco sé muy bien
el objetivo que este cambio de título pretendía ya que el original en francés,
que en español sería “El misterio de
Henry Pick”, para mí le da algo más de interés.
Quizá me ponga muy tiquismiquis con eso del título en español y en
francés, pero teniendo en cuenta la sencilla traducción al español que tenía el
título original en francés no entiendo muy bien por qué llamar a esta novela “La biblioteca de los libros rechazados”
cuando, a pesar de que la trama surge de esa biblioteca a la que hace
referencia el título en castellano, la historia gira realmente en torno a Henry
Pick y una misteriosa novela. Dicho lo cual, también añado que no es de los
títulos peor adaptados que he visto, cosa que al menos me consuela en parte.
Por resumir un poco la trama de “La
biblioteca de los libros rechazados” digamos que, en Bretaña, lugar de
pocas palabras ya sean escritas o habladas como bien dice uno de los personajes
de la novela, hay una biblioteca muy peculiar, ya que solo admite textos
rechazados por las editoriales. En esa biblioteca un buen día aparece de
repente un manuscrito que llama la atención de una editora joven y avispada que
ve en esa novela rechazada un filón editorial. A partir de ahí, la publicación
de esa novela causa un terremoto en la vida de ese pueblo bretón, en la editora
y su marido, y en la familia del supuesto autor de la novela: Henry Pick.
Sin embargo, esta novela va un poco más allá. En el fajín que traía
(en francés) se la calificaba de comedia petulante, que no sé muy bien si es
bueno o malo. Yo me atrevo a calificar “La
biblioteca de los libros rechazados” como una novela de misterio sin
crímenes, cómica y metaliteraria. Este último término está muy de moda
últimamente y muchos autores se suman a esta ola de género de novelas, no
siempre con un resultado aceptable. En este caso el efecto es magnífico ya que
la novela habla de libros, de editores, de críticos literarios, de autores, de
rechazos, de lectores, y además me ha dejado una frase muy propicia para los
tiempos literarios que llevamos años viviendo: la forma ha sustituido al fondo
como elemento más importante en una novela.
En relación a lo último mencionado Foenkinos usa “La biblioteca de los libros rechazados” como una crítica
bastante feroz (aunque puede que algo enmascarada) del mundo del libro. Y me
refiero al funcionamiento de las grandes editoriales que priman la historia que
envuelve a un libro que la que guarda entre sus páginas. Esto se ve en esos
libros cuyas fajas de promoción van siempre con frases tipo grandilocuentes sin
alma alguna y que valen desde para un libro de auto ficción (execrable género
donde los haya) hasta un thriller de ciencia ficción.
El mundo editorial últimamente se caracteriza por primar esas novelas
que están escritas de manera diferente, muchas veces hasta de manera ilegible e
inentendible (y esto es así de claro), en detrimento de esas historias que
merecen la pena y que realmente conmueven, divierten, entretienen, cambian al
lector y, en el fondo, merecen ser contadas (escritas y leídas). “La biblioteca de los libros rechazados”
es una de esas historias: no está narrada de manera ni experimental ni
original, sino a la vieja usanza, pero lo que cuenta es original, es nuevo, es
divertido y engancha al lector.
En tiempos de cuarentena como los que vive el mundo en las últimas
semanas creo que poder echarse a las manos un libro como “La biblioteca de los libros rechazados” es una suerte y una
ayuda a pasar el tiempo de la mejor manera posible. En este caso haciendo un
viaje literario por la Bretaña francesa, París, el mundo editorial y la
historia de la literatura fracasada. Además, las trampas, mentiras, giros de la
trama, personajes secundarios y diferentes localizaciones hacen que el lector
no pueda bajar nunca la guardia durante su lectura.
Por todo esto es “La
biblioteca de los libros rechazados” una novela que merece la pena ser
leída. Porque no vamos a encontrar en ella una estructura narrativa tediosa,
farragosa y absurda. Porque su trama es simple pero adictiva y sus personajes,
con sus taras personales, son de los que se dejan querer y conocer. Porque en
este libro sigue importando el fondo en lugar de la forma. Quien no conozca a
Foenkinos esta novela puede ser un muy buen comienzo a su obra, que me podría
llegar a atrever a comparar con la de mi admirado Eduardo Mendoza (siempre
salvando las obvias distancias).
Caronte
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