viernes, 10 de abril de 2020

La biblioteca de los libros rechazados


Vuelvo al francés para hacer la reseña de esta novela de David Foenkinos, autor al que ya he leído en un par de ocasiones y que desde el primer libro me causó una muy grata impresión. De hecho, si hay que ser sincero, es de los autores que más me divierte leer por su ironía, irreverencia y, sobre todo, por su originalidad. No sé qué repercusión tiene en España porque empecé al leerle en francés y en francés sigo leyéndole, pero probablemente tenga menos de la que merece sin duda. Viendo un poco su trayectoria en España he constatado que las dos grandes casas editoriales de nuestro país le han publicado, cosa que no sé si es buena o mala, algo curioso cuanto menos. También es curioso cómo han cambiado el título del libro, y tampoco sé muy bien el objetivo que este cambio de título pretendía ya que el original en francés, que en español sería “El misterio de Henry Pick”, para mí le da algo más de interés.

Quizá me ponga muy tiquismiquis con eso del título en español y en francés, pero teniendo en cuenta la sencilla traducción al español que tenía el título original en francés no entiendo muy bien por qué llamar a esta novela “La biblioteca de los libros rechazados” cuando, a pesar de que la trama surge de esa biblioteca a la que hace referencia el título en castellano, la historia gira realmente en torno a Henry Pick y una misteriosa novela. Dicho lo cual, también añado que no es de los títulos peor adaptados que he visto, cosa que al menos me consuela en parte.

Por resumir un poco la trama de “La biblioteca de los libros rechazados” digamos que, en Bretaña, lugar de pocas palabras ya sean escritas o habladas como bien dice uno de los personajes de la novela, hay una biblioteca muy peculiar, ya que solo admite textos rechazados por las editoriales. En esa biblioteca un buen día aparece de repente un manuscrito que llama la atención de una editora joven y avispada que ve en esa novela rechazada un filón editorial. A partir de ahí, la publicación de esa novela causa un terremoto en la vida de ese pueblo bretón, en la editora y su marido, y en la familia del supuesto autor de la novela: Henry Pick.

Sin embargo, esta novela va un poco más allá. En el fajín que traía (en francés) se la calificaba de comedia petulante, que no sé muy bien si es bueno o malo. Yo me atrevo a calificar “La biblioteca de los libros rechazados” como una novela de misterio sin crímenes, cómica y metaliteraria. Este último término está muy de moda últimamente y muchos autores se suman a esta ola de género de novelas, no siempre con un resultado aceptable. En este caso el efecto es magnífico ya que la novela habla de libros, de editores, de críticos literarios, de autores, de rechazos, de lectores, y además me ha dejado una frase muy propicia para los tiempos literarios que llevamos años viviendo: la forma ha sustituido al fondo como elemento más importante en una novela.

En relación a lo último mencionado Foenkinos usa “La biblioteca de los libros rechazados” como una crítica bastante feroz (aunque puede que algo enmascarada) del mundo del libro. Y me refiero al funcionamiento de las grandes editoriales que priman la historia que envuelve a un libro que la que guarda entre sus páginas. Esto se ve en esos libros cuyas fajas de promoción van siempre con frases tipo grandilocuentes sin alma alguna y que valen desde para un libro de auto ficción (execrable género donde los haya) hasta un thriller de ciencia ficción.

El mundo editorial últimamente se caracteriza por primar esas novelas que están escritas de manera diferente, muchas veces hasta de manera ilegible e inentendible (y esto es así de claro), en detrimento de esas historias que merecen la pena y que realmente conmueven, divierten, entretienen, cambian al lector y, en el fondo, merecen ser contadas (escritas y leídas). “La biblioteca de los libros rechazados” es una de esas historias: no está narrada de manera ni experimental ni original, sino a la vieja usanza, pero lo que cuenta es original, es nuevo, es divertido y engancha al lector.

En tiempos de cuarentena como los que vive el mundo en las últimas semanas creo que poder echarse a las manos un libro como “La biblioteca de los libros rechazados” es una suerte y una ayuda a pasar el tiempo de la mejor manera posible. En este caso haciendo un viaje literario por la Bretaña francesa, París, el mundo editorial y la historia de la literatura fracasada. Además, las trampas, mentiras, giros de la trama, personajes secundarios y diferentes localizaciones hacen que el lector no pueda bajar nunca la guardia durante su lectura.

Por todo esto es “La biblioteca de los libros rechazados” una novela que merece la pena ser leída. Porque no vamos a encontrar en ella una estructura narrativa tediosa, farragosa y absurda. Porque su trama es simple pero adictiva y sus personajes, con sus taras personales, son de los que se dejan querer y conocer. Porque en este libro sigue importando el fondo en lugar de la forma. Quien no conozca a Foenkinos esta novela puede ser un muy buen comienzo a su obra, que me podría llegar a atrever a comparar con la de mi admirado Eduardo Mendoza (siempre salvando las obvias distancias).

Caronte

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