martes, 6 de enero de 2015

Cinco y acción: "The Imitation Game"

Hace poco más de un año la Reina Isabel II del Reino Unido concedió el perdón real a un delincuente, un monstruo, que había sido condenado en 1952 por uno de los crímenes más atroces que un ser humano puede cometer. Este ser tan despreciable se llamaba Alan Turing. Fue uno de los grandes matemáticos del siglo XX, y probablemente de la historia de la humanidad. Ayudó a descifrar la máquina ENIGMA que los nazis empleaban para encriptar sus mensajes durante la II Guerra Mundial y por tanto a ganar la guerra y que todos pudiéramos vivir en paz en un mundo de donde la libertad es el mayor bien que tenemos. Y fue el padre de lo que hoy nos hace la vida más fácil a todos: los ordenadores. Pero entes que eso Alan Turing era un criminal, miembro de la escoria más repugnante de la sociedad. Alan Turing era homosexual y por ello fue condenado por el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Por ser homosexual se le dio a elegir entre ir a la cárcel durante dos años por tan execrable crimen o someterse a terapia para curarse. Eligió lo segundo. En 1954 terminó por suicidarse.

Sobre Alan Turing va la última película que he ido a ver al cine: “The Imitation Game” o como subtitulan en español “Descifrando Enigma”. La verdad es que mucho se ha hablado recientemente de esta película debido al anuncio hace unas semanas de las candidaturas a los Globos de Oro. Y no es para menos porque la verdad es que la película tiene todo lo posible para que se hable de ella. En primer lugar hay que decir que como toda película con serias opciones a los Oscar, se ha estrenado en unas fechas en las que la gente se rasca el bolsillo con más alegría como es Navidades. Ésta era una película que ya hace unos meses, cuando me enteré de su existencia y su futuro estreno, me apunté para ir a ver y aunque se lo dije a algunos amigos por si querían acompañarme al cine, al final fui solo, como por otra parte ya me he acostumbrado a ir en alguna que otra ocasión.

The Imitation Game” es una película que trata sobre la vida de Alan Turing, y que yo muy brevemente he resumido al principio de esta crítica. Pero la cinta se centra en la parte de la vida de Turing que está relacionada con la Segunda Guerra Mundial y su colaboración con los Servicios Secretos Británicos, más que en otros aspectos de su vida que quizá fueran más interesantes pero que obviamente venden menos. No quiero quitar desde el principio méritos a la película porque sería injusto, pero era de esperar que en el año que se van a cumplir 70 años desde el final de la II GM, si se estrenaba una película sobre Turing, por muy interesante que fuera su vida y su historia personal, ésta iba a estar muy relacionada con su colaboración para ayudar a ganar la guerra.

No es poco esto último que he dicho. Muy probablemente sin la ayuda de Turing y su equipo de matemáticos y lingüistas, la guerra se hubiera alargado durante algo más de dos años más, con el desastre que eso hubiera supuesto para un continente que ya había sufrido mucho. Turing y su equipo de genios y grandes mentes británicas ayudaron a ganar al fascismo y a derrotar a Hitler, y durante cincuenta años sus hazañas estuvieron ocultas bajo el secreto más absoluto, y por tanto se quedaron sin reconocimiento. Pero “The Imitation Game” no se queda sólo ahí. En la película también se muestra la tensión que hubo por conseguir descifrar la máquina ENIGMA y desbaratar todos los planes alemanes, así como en cómo emplear la información que, una vez la máquina estuvo desencriptada, se obtenía de tal manera que durante tres años, los tres últimos años de guerra se jugó a ser dios decidiendo qué ataques se desbarataban y cuáles se dejaban ser para que los nazis no se dieran cuenta de que su secreto había sido descubierto. No creo que fuera una época fácil para nadie que estuviera encargado de dicha misión, y la película muestra bastante bien aquellos dilemas y al tensión previa.

Aunque la mayor parte de la carga argumental de la película se centra en descifrar ENIGMA, “The Imitation Game” también intenta mostrar parte de la vida de Alan Turing. De ahí que la cinta comience en 1951 cuando se empieza a investigar a Alan Turing por una serie de acontecimientos extraños que terminan por desvelar su secreto personal. En el fondo la película se puede dividir en tres narraciones situadas en tiempos y espacios distintos. El ya mencionado de 1951, la época de la Segunda Guerra Mundial, y la juventud escolar de Alan Turing, en 1928, en la que sus tendencias sexuales ya le empiezan a causar problemas a nivel personal. Es aquí donde quiero meter algo de crítica a la película. Creo sinceramente que, a pesar de que la historia está muy bien y además muy bien narrada y contada, se podría haber metido en el argumento de la película algo más de la parte personal de Turing, de los traumas que su homosexualidad le tuvo que provocar en una sociedad que no estaba preparada entonces para asumir que las personas pueden amar a quienes deseen, y que nada tiene que ver el sexo de esas personas si el amor el profundo, verdadero e intenso. Cuando acabó la película eché en falta algo más de carga emocional y argumental centrada en la vida de Turing. Pero este es el único pero que tiene la cinta.

Salvo el pequeño matiz negativo que acabo de decir, creo que “The Imitation Game” es una de las primeras películas que veo que considera firme candidata a triunfar en la temporada de premios que se iniciará en unas semanas en Hollywood. La factura técnica de la película en inmejorable, quizá algo vaga y superficial en algunos momentos, pero siempre efectista transmitiendo en cada instante lo que se tiene que transmitir, tensión, amor, soledad, compasión y rabia. La fotografía de la película es un lujo, aunque toda película rodada y ambientada en Inglaterra suele producirme este efecto. El montaje de la cinta también es soberbio, con una sucesión de imágenes coherente, sin cambios bruscos de imagen y sin saltos incomprensibles en la trama y el hilo argumental y narrativo de la película. Sí es posible que pueda decir algo malo, y es que la banda sonora no está a la altura de una película de este calibre; le falta alma, le falta fondo. Pero bueno es una nimiedad en comparación con el conjunto esto de la música.

Pero una película que es técnicamente perfecta se quedaría en nada, y pasaría desapercibida si no fuera por unas buenas interpretaciones. “The Imitation Game” no sólo tiene unas buenas interpretaciones sino que pienso que son magníficas. La cuestión es que, a pesar del papel protagonista de Benedict Cumberbatch que hace un papelón impresionante metiéndose en la piel de Alan Turing, todo el elenco de actores es de diez. Forman un conjunto coral que le dan a la película una fuerza interpretativa que pocas películas a lo largo del año consiguen. Obviamente es de resaltar como ya he comentado el papel de Benedict Cumberbatch, que consigue darle unos matices realmente realistas a un personaje del que por desgracia poco se conoce de su vida personal y por tanto de cómo fue en su vida.

Siempre es complicado meterse en la piel de un personaje real, pero aún debe ser más complicado meterse en la piel de alguien del que tan poco se sabe y que por lo poco se sabe tuvo que ser un genio fuera de lo normal, como Alan Turing, que tuvo siempre una vida de ocultamiento de su homosexualidad, algo que era delito en aquellos años. Que un actor logre convertirse en alguien con una personalidad compleja en la que conviven al mismo tiempo, genialidad, locura y soledad, no debe ser fácil y en “The Imitation Game” Benedict Cumberbatch lo consigue. Quizá por ello su nombre suene con mucha fuerza para la próxima edición de los Oscars, premio que si ganara lo haría mereciéndolo sinceramente.

The Imitation Game” es una película altamente recomendable, muy bien rodada, ambientada y narrada; con unas interpretaciones excepcionales de todo el reparto. Todo aquel que quiera descubrir quién fue Alan Turing, quién fue uno de los padres de los ordenadores modernos, una mente prodigiosa de esas que pocas veces se dan en una generación pero con una vida personal oscura y maltratada por la sociedad de su tiempo (y también del nuestro, ya que hasta diciembre de 2013 no se le concedió el indulto por haber sido condenado por ser homosexual) y una personalidad solitaria; ésta es su película para una de esas tardes de invierno en las que no hay nada que hacer y sólo en un sitio cerrado se está calentito y a gusto. No creo que vaya a defraudar a nadie que ame el cine, porque esta película es cine de verdad, en el que se mezcla una historia real muy interesante, y probablemente desconocida para la mayoría, como una historia personal trágica. Es una película para disfrutar.

Caronte.

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