Hace poco más de
un año la Reina Isabel II del Reino Unido concedió el perdón real a un
delincuente, un monstruo, que había sido condenado en 1952 por uno de los
crímenes más atroces que un ser humano puede cometer. Este ser tan despreciable
se llamaba Alan Turing. Fue uno de los grandes matemáticos del siglo XX, y
probablemente de la historia de la humanidad. Ayudó a descifrar la máquina
ENIGMA que los nazis empleaban para encriptar sus mensajes durante la II Guerra
Mundial y por tanto a ganar la guerra y que todos pudiéramos vivir en paz en un
mundo de donde la libertad es el mayor bien que tenemos. Y fue el padre de lo
que hoy nos hace la vida más fácil a todos: los ordenadores. Pero entes que eso
Alan Turing era un criminal, miembro de la escoria más repugnante de la
sociedad. Alan Turing era homosexual y por ello fue condenado por el Reino
Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Por ser homosexual se le dio a
elegir entre ir a la cárcel durante dos años por tan execrable crimen o
someterse a terapia para curarse. Eligió lo segundo. En 1954 terminó por
suicidarse.
Sobre Alan Turing
va la última película que he ido a ver al cine: “The Imitation Game” o como subtitulan en español “Descifrando Enigma”. La verdad es
que mucho se ha hablado recientemente de esta película debido al anuncio hace
unas semanas de las candidaturas a los Globos de Oro. Y no es para menos porque
la verdad es que la película tiene todo lo posible para que se hable de ella. En
primer lugar hay que decir que como toda película con serias opciones a los
Oscar, se ha estrenado en unas fechas en las que la gente se rasca el bolsillo
con más alegría como es Navidades. Ésta era una película que ya hace unos
meses, cuando me enteré de su existencia y su futuro estreno, me apunté para ir
a ver y aunque se lo dije a algunos amigos por si querían acompañarme al cine,
al final fui solo, como por otra parte ya me he acostumbrado a ir en alguna que
otra ocasión.
“The Imitation Game” es una
película que trata sobre la vida de Alan Turing, y que yo muy brevemente he
resumido al principio de esta crítica. Pero la cinta se centra en la parte de
la vida de Turing que está relacionada con la Segunda Guerra Mundial y su colaboración
con los Servicios Secretos Británicos, más que en otros aspectos de su vida que
quizá fueran más interesantes pero que obviamente venden menos. No quiero quitar
desde el principio méritos a la película porque sería injusto, pero era de
esperar que en el año que se van a cumplir 70 años desde el final de la II GM,
si se estrenaba una película sobre Turing, por muy interesante que fuera su
vida y su historia personal, ésta iba a estar muy relacionada con su
colaboración para ayudar a ganar la guerra.
No es poco esto
último que he dicho. Muy probablemente sin la ayuda de Turing y su equipo de
matemáticos y lingüistas, la guerra se hubiera alargado durante algo más de dos
años más, con el desastre que eso hubiera supuesto para un continente que ya
había sufrido mucho. Turing y su equipo de genios y grandes mentes británicas
ayudaron a ganar al fascismo y a derrotar a Hitler, y durante cincuenta años
sus hazañas estuvieron ocultas bajo el secreto más absoluto, y por tanto se
quedaron sin reconocimiento. Pero “The
Imitation Game” no se queda sólo ahí. En la película también se muestra
la tensión que hubo por conseguir descifrar la máquina ENIGMA y desbaratar
todos los planes alemanes, así como en cómo emplear la información que, una vez
la máquina estuvo desencriptada, se obtenía de tal manera que durante tres
años, los tres últimos años de guerra se jugó a ser dios decidiendo qué ataques
se desbarataban y cuáles se dejaban ser para que los nazis no se dieran cuenta
de que su secreto había sido descubierto. No creo que fuera una época fácil
para nadie que estuviera encargado de dicha misión, y la película muestra
bastante bien aquellos dilemas y al tensión previa.
Aunque la mayor
parte de la carga argumental de la película se centra en descifrar ENIGMA, “The Imitation Game” también intenta
mostrar parte de la vida de Alan Turing. De ahí que la cinta comience en 1951
cuando se empieza a investigar a Alan Turing por una serie de acontecimientos
extraños que terminan por desvelar su secreto personal. En el fondo la película
se puede dividir en tres narraciones situadas en tiempos y espacios distintos.
El ya mencionado de 1951, la época de la Segunda Guerra Mundial, y la juventud
escolar de Alan Turing, en 1928, en la que sus tendencias sexuales ya le
empiezan a causar problemas a nivel personal. Es aquí donde quiero meter algo
de crítica a la película. Creo sinceramente que, a pesar de que la historia
está muy bien y además muy bien narrada y contada, se podría haber metido en el
argumento de la película algo más de la parte personal de Turing, de los
traumas que su homosexualidad le tuvo que provocar en una sociedad que no
estaba preparada entonces para asumir que las personas pueden amar a quienes
deseen, y que nada tiene que ver el sexo de esas personas si el amor el profundo,
verdadero e intenso. Cuando acabó la película eché en falta algo más de carga
emocional y argumental centrada en la vida de Turing. Pero este es el único
pero que tiene la cinta.
Salvo el pequeño
matiz negativo que acabo de decir, creo que “The Imitation Game” es una de las primeras películas que veo
que considera firme candidata a triunfar en la temporada de premios que se
iniciará en unas semanas en Hollywood. La factura técnica de la película en
inmejorable, quizá algo vaga y superficial en algunos momentos, pero siempre
efectista transmitiendo en cada instante lo que se tiene que transmitir,
tensión, amor, soledad, compasión y rabia. La fotografía de la película es un
lujo, aunque toda película rodada y ambientada en Inglaterra suele producirme
este efecto. El montaje de la cinta también es soberbio, con una sucesión de
imágenes coherente, sin cambios bruscos de imagen y sin saltos incomprensibles
en la trama y el hilo argumental y narrativo de la película. Sí es posible que
pueda decir algo malo, y es que la banda sonora no está a la altura de una
película de este calibre; le falta alma, le falta fondo. Pero bueno es una
nimiedad en comparación con el conjunto esto de la música.
Pero una película
que es técnicamente perfecta se quedaría en nada, y pasaría desapercibida si no
fuera por unas buenas interpretaciones. “The
Imitation Game” no sólo tiene unas buenas interpretaciones sino que
pienso que son magníficas. La cuestión es que, a pesar del papel protagonista
de Benedict Cumberbatch que hace un papelón impresionante metiéndose en la piel
de Alan Turing, todo el elenco de actores es de diez. Forman un conjunto coral
que le dan a la película una fuerza interpretativa que pocas películas a lo
largo del año consiguen. Obviamente es de resaltar como ya he comentado el
papel de Benedict Cumberbatch, que consigue darle unos matices realmente
realistas a un personaje del que por desgracia poco se conoce de su vida
personal y por tanto de cómo fue en su vida.
Siempre es
complicado meterse en la piel de un personaje real, pero aún debe ser más
complicado meterse en la piel de alguien del que tan poco se sabe y que por lo
poco se sabe tuvo que ser un genio fuera de lo normal, como Alan Turing, que
tuvo siempre una vida de ocultamiento de su homosexualidad, algo que era delito
en aquellos años. Que un actor logre convertirse en alguien con una
personalidad compleja en la que conviven al mismo tiempo, genialidad, locura y
soledad, no debe ser fácil y en “The Imitation
Game” Benedict Cumberbatch lo consigue. Quizá por ello su nombre suene
con mucha fuerza para la próxima edición de los Oscars, premio que si ganara lo
haría mereciéndolo sinceramente.
“The Imitation Game” es una
película altamente recomendable, muy bien rodada, ambientada y narrada; con
unas interpretaciones excepcionales de todo el reparto. Todo aquel que quiera descubrir
quién fue Alan Turing, quién fue uno de los padres de los ordenadores modernos,
una mente prodigiosa de esas que pocas veces se dan en una generación pero con
una vida personal oscura y maltratada por la sociedad de su tiempo (y también del
nuestro, ya que hasta diciembre de 2013 no se le concedió el indulto por haber
sido condenado por ser homosexual) y una personalidad solitaria; ésta es su
película para una de esas tardes de invierno en las que no hay nada que hacer y
sólo en un sitio cerrado se está calentito y a gusto. No creo que vaya a
defraudar a nadie que ame el cine, porque esta película es cine de verdad, en
el que se mezcla una historia real muy interesante, y probablemente desconocida
para la mayoría, como una historia personal trágica. Es una película para
disfrutar.
Caronte.
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