viernes, 1 de mayo de 2015

Lectura crítica: "El Poder y la Gloria"

No es la primera vez que comento una lectura de una novela de Graham Greene, autor que ya he dicho descubrí gracias al regalo que me hicieron en año pasado mis amigos por mi cumpleaños, pero hay una gran diferencia entre las novelas de las que ya he hablado con anterioridad y la última que me he leído. Si los primeros libros de Greene que me he leído a lo largo del último año se podían clasificar dentro del grupo de sus novelas llamadas por los críticos “novelas de entretenimiento”, este último que he acabado se encuadra en las novelas de altura de este gran escritor británico. Nada tienen que ver las primeras con esta última, aunque el estilo de Greene es palpable en ambas, la temática y el tratamiento de algunos temas difieren bastante entre los dos grupos lo que hace que pueda haber perfectamente dos grandes grupos de lectores que amen a este autor.

El Poder y la Gloria” es considerada por muchos críticos literarias como la gran obra de Graham Greene, su obra cumbre, ésa en la que puso todo su empeño para plasmar sus grandes inquietudes morales y filosóficas sobre el mundo que nos rodea y que siempre le preocuparon mucho. Puede que sea verdad. No puedo juzgar semejante afirmación habiéndome leído solo cuatro de sus novelas, pero sí puedo decir que de esas cuatro, ésta es la más profunda de todas, la más personal quizá, donde se pueden ver con mayor claridad algunos de los temas que aparecen como hojas perennes de un árbol en todas sus novelas. Como he dicho al principio, nada tiene que ver esta novela con las otras que me he leído. Está a años luz, no ya por estilo, siendo el de esta novela mucho más elaborado y rebuscado, más reflexivo y menos directo; sino también porque la historia, la trama de la novela es, desde mi punto de vista algo secundario, un medio simplemente para plasmar en papel algunas de sus inquietudes vitales.

La historia que el lector se encontrará en las páginas de “El Poder y la Gloria” es la narración de la huída y ocultación de un cura (personaje del que no se cita el nombre en ningún momento y al que todos los demás personajes que aparecen en la novela llaman “cura” sin más) perseguido por las autoridades de uno de los estados que conforman México. La historia, aunque ficticia, se encuadra en un momento histórico que vivió México en los años treinta del siglo pasado, en los que la iglesia católica fue perseguida para borrarla del mapa y no dejar rastro de su obra ni existencia pasada. Se fusilaron curas, se eliminaros símbolos religiosos y de derribaron iglesias. Este es el contexto que usa Greene para crear su historia, para narrar los penosos últimos meses de un cura que vaga por los parajes mejicanos buscando escapar de la muerte, pero atado a un destino muy superior a sus fuerzas.

A través de diversos personajes con los que el cura se topa en su huida vamos conociendo cómo ha sido él. Poco a poco vamos descubriendo que por muy religioso que sea también se siente un pecador, y de hecho lo es ya que tiene una hija y es ambicioso a más no poder. En su intento de escape se encontrará por dos veces a punto de ser atrapado por las autoridades, por un teniente que lo único que quiere es acabar con cualquier vestigio de la iglesia y mostrar a la gente que Dios no existe, que lo que somos es lo que podemos vivir, y que la Iglesia no tiene poder ni gloria. Sin embargo de ambas ocasiones termina por salir y continúa su huída en condiciones cada vez más pésimas. En su camino da con personas que le ayudan por que siguen manteniendo la fe y al darse cuenta de que es cura le piden algún favor: que les confiese, rece una misa, bautice a un hijo o entierre a alguien querido. Ante estas peticiones el cura no puede más que actuar como lo que es y siente que es: un cura. Por mucho que busque huir, ocultar quién es para escapar de la muerte segura, tampoco puede dejar a un lado su destino y su concepción de salvación por medio de la fe en Dios. Es en esta serie de conflictos personales a los que el cura se ve abocado donde “El Poder y la Gloria” se vuelve más filosófico.

Al final el lector sabe lo que va a pasar. Lo va intuyendo durante toda la historia, durante el penoso vagar del cura. Al final se encuentra con su destino. Toda la historia, que podría haberse quedado en nada si realmente Graham Greene se hubiera ceñido a ella, está salpicada por momentos de reflexión, de imágenes y personajes que con sus monólogos y conversaciones hacen pensar al lector y le meten de lleno en la pura reflexión que Greene busca hacer en “El Poder y la Gloria”. No se puede pasar por alto que esta novela es, más que la narración de una historia, un manifiesto en toda regla sobre la religión y su poder de atracción. La religión es uno de los temas recurrentes en todas las novelas que me he leído de Graham Greene, siempre está presente en mayor o menor medida, y siempre hay algún personaje en sus libros muy devoto y otro totalmente despegado de la creencia en Dios. Pero en esta novela este tema es central en toda ella. En ningún momento abandona al lector y en muchas ocasiones le hace reflexionar a su vez sobre Dios, la fe y la Iglesia. Muy interesantes son como siempre los diálogos en esta novela, Greene es un maestro a la hora de idear conversaciones entre personajes de tal profundidad y contenido que el lector lo único que desearía muchas veces es que no acabaran nunca.

En “El Poder y la Gloria” también sobrevuela todo el tiempo otro de los grandes temas y preocupaciones de Graham Greene y que expone también en casi toda su obra como es el alcohol. En esta novela el alcohol está presente de manera perenne también y de la mano del protagonista que aunque pretende evitarlo para no caer en pecados pasados acaba sucumbiendo a los aromas del alcohol. Pero no es el único cura que aparece en la novela y que es considerado alcohólico. Alcohol y religión, los dos grandes temas de Greene, se mezclan en esta novela hasta tal punto que el cura protagonista tiene varios momentos de martirio personal pensando en las maldades y pecados cometidos durante el ejercicio de su ministerio.

A pesar de todo lo dicho quiero decir que, aunque “El Poder y la Gloria” me haya parecido una novela fabulosa, totalmente recomendable para aquellos lectores ávidos de una lectura para reflexionar, a mi no me ha terminado de convencer. Puede que yo sea más de las “novelas de entretenimiento” de Graham Greene. Esto no quiere decir que el libro sea malo. Para nada. Creo que es uno de los mejores libros que me he leído relacionados con la religión, y en el que además hay gran cantidad de momentos en los que me paré a pensar y a reflexionar sobre lo leído para poder decir si estaba de acuerdo o no. Ésta es una gran novela, pero en comparación con las otras novelas de Greene que me he leído, no la he disfrutado igual. Me ha faltado la chispa ingeniosa, graciosa, irónica y de suspense que había en las otras novelas suyas que me he leído; aunque vuelvo al principio, esta novela no es del mismo grupo que las otras, por lo que aquello que hubiera querido encontrar debía haber sabido que no lo iba a hallar aquí.

No quiero con esto desanimar a nadie a que lea “El Poder y la Gloria”. Es una gran novela, muy interesante. El problema es que quien vaya buscando entretenimiento no lo va a encontrar. Esta novela está para otra cosa. De todos modos, a quien le guste el estilo de Green disfrutará también de esta novela, como me ha pasado a mí, aunque no la vaya a considerar de las mejores.

Caronte.

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