miércoles, 17 de mayo de 2017

Lectura crítica: "Falcó"

El azar, la suerte, el destino, la vida... De vez en cuando alguna de estas cosas nos trae sorpresas inesperadas por improbables e impropias y es entonces cuando uno recibe en el cuerpo una especie de descarga emocional equiparable a una eléctrica de miles de voltios que nos recorre el cuerpo y nos hace revivir un poco. Cada persona siente esta descarga con una cosa diferente o con una persona. En mi caso hace unas semanas recibí esta descarga en forma de victoria en un concurso exprés publicado en una red social. Es una tontería comparado con otras posibles descargas emocionales que nos descompongan, pero es que lo que gané fue el último libro de Arturo Pérez-Reverte firmado por el autor (firma impersonal, mecánica) con motivo del pasado Día del Libro (el libro firmado y ganado no llegó hasta varias semanas después). Y para algunos ejemplares de la raza humana como es mi caso, un libro es uno de esos regalos que siempre me hacen mucha ilusión ya que siempre es un misterio recibir un regalo que no sabes si te va a gustar o no hasta que no lo has terminado de leer.

No voy a descubrir a nadie con esta crítica quien es Pérez-Reverte ya que no creo que haya muchas personas en España que no sepan quién es este escritor y académico, otrora reportero de guerra, y gran polemizador (palabra inexistente) de masas. Por esta razón no pretendo hablar de él sino de su cambio de registro y de la creación de un personaje que según sus propias palabras ha llegado a su pluma o máquina de escribir para quedarse durante un tiempo: Lorenzo Falcó. El apellido de este hombre canalla que solo trabaja para sí mismo aunque trabaje para otros da nombre a la novela de la que hoy hablo: “Falcó”.

En “Falcó” el lector se va a encontrar un libro corto, de lectura rápida, personajes claros y concisos, trama bastante sencilla, ambientación leve, y ante todo muy dialogado. Esto que acabo de decir tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Las buenas son que si alguien quiere empezar a leer a Pérez-Reverte con una novela de lectura ligera que no se le atragante y que nada tenga que ver con el Siglo de Oro español y Alatriste (el gran personaje de Reverte durante toda su obra), esta es su novela. Lo malo es que tengo la impresión de que Pérez-Reverte ha escrito este libro porque quería hacerlo y no porque tuviera la necesidad de hacerlo, que aunque parece lo mismo no lo es, y por ello le ha salido una novela que no termina de estar cuajada del todo para mi gusto, habiendo leído ya varias de sus obras anteriores.

En esta ocasión Reverte plantea en “Falcó” la historia de un hombre, una especie de mercenario, que presta sus servicios al mejor postor y protector, que sólo mira por sí mismo y que aparentemente no tiene ni moral ni prejuicios contra nada ni nadie. La trama gira en torno al intento de liberación de la cárcel de Alicante de José Antonio Primo de Rivera, líder de Falange durante la Guerra Civil. La misión se le encomienda a Falcó que debe llegarse hasta Cartagena (zona Roja o Republicana) y ponerse en contacto con miembros de la falange en la clandestinidad para llevar a cabo la misión. Esta es la trama tan sencilla con eso. No hay mucho más. Y digo que no hay mucho más porque quien lea esta novela se dará cuenta de que parece que no es más que una especie de preámbulo a algo más serio y real que está por venir pero que todavía no ha llegado.

Falcó” es o pretende ser una serie de libros al estilo de los del Capitán Alatriste. Está difícil la cosa, y no es que a mí me apasionen las aventuras del militar de los tercios españoles, pero el carisma y el cariño que tienen los lectores hacia Alatriste va a ser difícil que lo sientan por Falcó. Y es que Lorenzo Falcó es un ser que a ratos uno aprecia y con el que uno llega a reírse, pero que en otras ocasiones muestra su lado más canalla y falto de cualquier tipo de valor humano: mujeriego, pendenciero, socarrón, amoral, apolítico, quizá machista... Hay quien ha tachado al protagonista de este libro como un ser sin moral ni ética; a mí no me lo parece. Más bien todo lo contrario: Falcó tiene moral y ética, pero en un universo paralelo donde lo que en el mundo real sería despreciable allí no es más que una muesca más en la culata de la vida. Lo que a Lorenzo Falcó le parece bien y normal al resto de los mortales nos debería parecer mal y despreciable, o si no tenemos un problema importante.

Durante todo el tiempo que uno pasa leyendo “Falcó” tiene la impresión de que la novela no es más que el acto de presentación del personaje en sí, ya que es él y solo él el centro de atención de la narración: sus formas y maneras de trabajar, su forma de vestir, sus gustos, su estilo, su forma de hablar, retazos de un pasado turbulento y oscuro, etc. Pérez-Reverte no ha creado una novela normal y corriente, bien construida con trama y personajes bien ambientados, sino una especie de tarjeta de presentación de su nueva creación literaria. No lo estoy criticando que conste, pero creo que se podría haber sido un poco más ambicioso a la hora de presentar al gran público un personaje con visos de seguir presente en unos cuantos libros más. La trama es secundaria y muchos de sus personajes también, salvo dos: el Almirante, que es el jefe de Falcó y una mujer que aunque parece desaparecer al final del libro creo que va a tener también continuación como elemento turbador y debilitador del pétreo e imperturbable Lorenzo Falcó. Son estos dos personajes secundarios en cierto modo los que más me han gustado, incluso más que Falco que llega a ser un poco cargante.

Como dije al principio no quería con este artículo descubrir a nadie a Pérez-Reverte ya que se basta él solito ya sea con sus libros como con sus polémicas para hacerse famoso. Únicamente he de añadir que “Falcó” es una novela lo suficientemente entretenida como para ocupar dos o tres tardes de lectura, no más, ya que debido a los rápidos diálogos y a las transiciones de película en las que se cambia de escenario, la novelase lee muy rápidamente y sin ninguna complicación en cuanto a estilo y léxico. No puedo decir que es un buen aterrizaje en el mundo literario de Pérez-Reverte ya que esta novela no representa ni de lejos su obra anterior, pero es un buen comienzo con un autor de indudable categoría que o gusta a rabiar o es de los que terminan por ser odiados por lectores incapaces de leer más de cien páginas de ninguno de sus libros. Por todo esto, lo dicho, quien se anime con el libro descubrirá a un personaje que quizá deje en el futuro, porque no en este libro y aventura, huella.

Caronte.

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