lunes, 14 de enero de 2019

Lectura crítica: “The Shanghai factor”


La novela que reseño hoy no está publicada en castellano que yo sepa. Di con ella gracias a un artículo de El País en el que se hablaba de autores de novelas de espionaje y thrillers políticos. Me sorprendió dar con el nombre de Charles McCarry y ver hasta qué punto este escritor americano es a los EE.UU. como Le Carré para el Reino Unido, salvando las enormes y abismales distancias que creo que existen entre ambos escritores pese a sus más que notables paralelismos literarios y también personales. Escogí además esta novela porque es de las pocas que no tienen como protagonista al personaje principal, y quizá alter ego literario de McCarry. Este tipo de sagas literarias en las que un escritor encuentra filón me dan mucha pereza de por sí ya que es como si me “obligaran” a leer más de ellas (no meto como saga literaria las novelas de Le Carré protagonizadas por Smiley ya que nada tienen que ver con ello). Intentaré evitar las comparaciones con Le Carré en esta crítica, pero son casi inevitables para desgracia de McCarry.

The Shanghai factor” es una novela de espías del siglo XXI. Su acción se desarrolla entre China y EE.UU., entre Shanghai, Washington y Nueva York. A nadie se le escapa que estas tres localizaciones son a día de hoy los mayores centros de poder del mundo, donde se toman decisiones que nos afectan a todos, y generalmente sin que nos demos cuenta, a espaldas de todo y de todos, incluidos también gobiernos y gobernantes. Los servicios secretos de los países lejos de buscar lo mejor para sus naciones buscan lo mejor para una serie de intereses y personajes abstractos que no tienen ni voz, ni presencia física, ni rostro, pero que manejan absolutamente todo a escala global.

La novela está dividida en 4 partes y aunque por el título el lector podría pensar que “The Shanghai factor” se desarrolla primordialmente en China, con todo lo exótico que eso puede tener para un lector occidental, no es así. Son escenarios americanos los que mayor protagonismo tienen en la novela, aunque los personajes chinos, con sus nombres muchas veces confundibles por su similitud, tienen una presencia constante tanto en Shanghai como en Nueva York. El punto inicial es un encuentro “¿casual?” entre el protagonista de la historia y una joven muchacha china llamada Mei. A partir de entonces los acontecimientos se van enlazando de manera bastante inverosímil a veces desde mi punto de vista.

Pese a que “The Shanghai factor” tiene sobre el papel todos los elementos que una buena novela de espías debe tener, probablemente si no fuera yo un lector que tiene a Greene y Le Carré como dos maestros indiscutibles de este género hubiera terminado esta novela encantado. Pero no ha sido así. Constantemente he ido buscando y esperando encontrar sensaciones, imágenes, emociones que suelo encontrar en las páginas de las novelas de los dos ingleses que acabo de nombrar. No las he encontrado en ningún lado.

Puede que suene bastante subjetivo y en cierto modo sugestionado por lecturas anteriores, pero McCarry y “The Shanghai factor” me han resultado una decepción total y absoluta. Para mi gusto la novela tira mucho de dobles sentidos, de falsas apariencias, de clichés muy usados ya y muy vistos. El ritmo de la novela tampoco me termina de gustar, va todo muy a trompicones, muy a salto de mata, muy previsible a veces. Los personajes salvo el protagonista y narrador de la historia, son bastante planos para mi gusto, y en general en cierto sentido hasta absurdos forrados de nuevo de prototipos largamente usados en las novelas de espías que ya no sorprenden a nadie. Puede que suene duro, pero es la realidad, tengo la impresión de que McCarry siempre ha vivido a la sombra literaria de Le Carré. Esta novela parece más un intento de querer decir que él es buen escritor, capaz de generar historias originales que toquen al lector y le hagan ver los hilos ocultos que mueven el mundo.

Como no me gusta hacer leña del árbol caído y creo que es más útil hacer una crítica de un libro que haya gustado que de uno que no, no voy a añadir más sobre “The Shanghai factor”. Creo que ha quedado claro que he quedado decepcionado con esta novela, que no me ha emocionado, ni hecho pensar, ni removido por dentro. No creo que vuelva a dar una oportunidad a Charles McCarry, prefiero quedarme con quien para mí es indiscutiblemente el mejor escritor de novelas de espías de la historia (aunque añadiría que es el mejor escritor vivo en lengua inglesa) como es John Le Carré. O dicho de manera más cruda, prefiero el original a la copia americana, siempre tan llena de prejuicios, envidiosa y carente de originalidad.

Caronte.


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