domingo, 12 de julio de 2015

Lectura crítica: "Canta Irlanda"

Lo mejor que uno puede hacer, o quizá lo peor según el punto de vista, en verano es leer un buen libro. Con todo el tiempo libre que se tiene en vacaciones y teniendo en cuenta que al final las posibilidades de ocio son siempre las mismas, y que casi nadie se puede permitir estar durante todo el periodo de vacaciones en la playa, en la montaña o viajando, uno lo mejor que puede hacer es leer, y si el libro que leer es de Javier Reverte, aunque durante sus vacaciones no vaya a viajar físicamente, su mente sí lo hará. Un libro de viajes, bien escrito, es como una ventana de un hotel, de un tren, de un coche de alquiler o de un autocar, incluso es posible que pueda ser la grupa de un elefante o la joroba de un camello. Mejor aún es conseguir uno de los libros de viajes de Javier Reverte y disfrutarlo con todos los sentidos, y digo todos porque en sus libros dedicados a sus periplos por el mundo el lector experimentará no sólo el placer por la lectura sino también sensaciones que van mucho más allá de la mera vista, y que alcanzarán al oído, al olfato, al gusto y puede que también al tacto.

En esta ocasión voy a hablar de “Canta Irlanda” que como su propio nombre indica narra las aventuras que su autor, Javier Reverte, vivió en su viaje por las rojas montañas de Bután. Obviamente me estoy quedando con todos. Nada más lejos de la realidad, este libro que compré en la pasada Feria del Libro y que tuve la suerte, y el inmenso privilegio, de que me lo firmara el propio autor, con el que conversé unos minutos mientras estampaba su firma y dedicatoria no sólo en este ejemplar sino en otros dos libros que le llevé por el mismo motivo; como digo este libro narra el viaje que el autor realizó por la bella isla esmeralda durante el año 2004, aunque el libro se escribiera entre los años 2011 y 2012 en otra estancia del escritor en la verde isla. Cuando al principio del libro Reverte explica por qué no escribió el libro al realizar el viaje que quería narrar, me quedé sorprendido de la naturalidad con la que explicaba que no lo había hecho entonces porque no se sentía con la suficiente inspiración para ello. Pero los años de maduración del viaje han servido y con esta obra Reverte nos brinda un brillante y hermoso retrato de este pequeño país que aunque inabarcable por historia y cultura, sí se puede conocer en unas semanas.

En “Canta Irlanda” Javier Reverte nos muestra una Irlanda desconocida para el gran público, que va más allá de la cerveza, la hierba verde, los acantilados de la costa oeste, la calzada de los gigantes y los mitos gaélicos. Este libro profundiza en las raíces del pueblo irlandés, en su historia, en su pasado, en sus tradiciones, en sus gentes y en el carácter de las mismas. Con Reverte además de visitar pueblos perdidos en mitad de vastas praderas verde esmeralda, de escuchar el corres de los ríos de aguas cristalinas y gélidas, de mojarnos bajo la sempiterna lluvia norteña y de ver atardeceres en puertos destartalados; también conoceremos un poco más de la cultura irlandesa y de la forma de ser del pueblo irlandés: pueblo que durante casi toda su historia ha estado bajo el yugo del dominador británico que le impuso su religión protestante condenando al ostracismo y a ser ciudadanos de segunda a aquello que seguían fieles a Roma.

Como digo este libro va más allá de un simple libro de viajes. “Canta Irlanda” es también un repaso melancólico a una tierra que tantos y tan brillantes escritores ha dado a la literatura universal, desde Jonathan Switf, hasta Seamus Heany, pasando por James Joyce, Patrick Kavanagh, William Butler Yeats, Samuel Beckett o George Bernard Shaw. Nunca un país tan pequeño ha dado tantísimos premios Nobel de Literatura, hasta cuatro, y tantos nombres propios a la historia de las letras universales. Gracias a la pluma de Reverte el lector conocerá qué fue de estos escritores, dónde crecieron y se hicieron escritores, sus periodos de éxito, sus periodos de dudas, sus infancias no siempre fáciles. Pero no sólo esto; además en el libro se incluyen pasajes de algunas de las novelas y poemas de todos estos escritores y poetas. Mención especial y casi aparte merece James Joyce y sobre todo su enorme y mundialmente conocido, que no leído, “Ulises”. Esta magna obra de la literatura universal siempre está presente no sólo en las páginas de este libro, sino también en la mente de Reverte y en el propio espíritu de Irlanda, en cuya capital, Dublín, todos los años se dedica un día al año a representar públicamente en todos los rincones de la ciudad diferentes pasajes de este libro de Joyce; acompañados de Reverte los lectores también podrán visitar dichos lugares y sentir lo que se siente en ese día en el que la literatura toma la calle, el Bloomsday.

Además del paseo natural por la melancolía innata de Irlanda y sus paisajes desolados, casi inhumanos, llenos de pasado e historia; además del recuerdo de sus más célebres escritores y poetas que han hecho de esta tierra una especie de Meca de los amantes de las letras; “Canta Irlanda” es también un viaje a la historia de este pequeño país. Javier Reverte vuelve a tirar de maestría, como suele hacer en todos sus libros de viajes, para mostrarnos con mucha simpleza y de manera muy ligera, aunque por ello no menos rigurosa, los avatares históricos a los que Irlanda ha tenido que hacer frente en toda su historia. La de Irlanda es una historia de lucha continua por mantener su propia identidad, por sentirse libres y dueños de su propio destino. Durante siglos Irlanda estuvo dominada por los ingleses que sometieron a los habitantes de la isla a una presión constante por considerarlos seres de segunda. Nunca fueron consideraros iguales a los ingleses, siempre fueron señalados por ser cristianos y privados de los mismos derechos a los que los protestantes sí tenían acceso. Reverte hace un repaso a toda la historia de Irlanda a través de sus momentos más tensos como la invasión inglesa, la Peste de la Patata, el alzamiento de Pascua, el Domingo Sangriento y los más recientes acontecimientos ligados al terror del Ulster y del IRA. Es quizá esta última parte la más emocionante desde el punto de vista histórico ya que Javier Reverte estuvo en los años 70 en Irlanda del Norte cubriendo como periodista algunos momentos de tensión entre el IRA y el ejército inglés.

Pero por encima de repasos a los acontecimientos más reseñables de la historia de Irlanda, o a las vidas de los más famosos novelistas y poetas de la isla esmeralda, “Canta Irlanda” es una oda a ese país de hombres y mujeres trabajadoras, sufridoras y amantes de la vida tranquila. Tras leer el libro se me han quedado en el cuerpo una ganas enormes de visitar esta tierra, de visitar Éire, de ir tras los pasos de la historia, las leyendas y los mitos gaélicos, de visitar los numerosos pubs que se multiplican por doquier en cualquier población, por pequeña que sea, y en los que siempre habrá parroquianos, muchos borrachos, que se te acercarán e intentarán conversar un poco contigo aunque no te conozcan. Irlanda ya era uno de los países que más ganas tenía de visitar, pero ahora tras esta lectura creo que no tardaré mucho tiempo en seguir los pasos de Javier Reverte y me lanzaré a la aventura de viajar por estas tierras verdes y me dejaré llevar por la melancolía alegre de las gentes y el propio ambiente irlandés. Los amantes de los viajes, los amantes de la literatura que llena y llega a lo más profundo del espíritu tienen una cita no sólo con este libro sino muy probablemente también con Irlanda, con la Isla Esmeralda, con Éire, así como su historia y sus escritores.

Caronte.

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