miércoles, 15 de julio de 2015

Lectura crítica: Los cuentos de Gabriel García Márquez

Vuelvo hoy a hablar, después de mucho tiempo, más del que me hubiera gustado, del fantástico mundo literario creado por uno de los más grandes novelistas en español de la historia: Gabriel García Márquez. Esta vez no voy a comentar ninguna de sus novelas, sino sus cuentos, o relatos cortos. Puede resultar extraño que a un gran escritor le dé por escribir cosas menores como podrían entenderse a primera vista los cuentos o los relatos cortos. Pero he aquí el error: considerar que un cuento de apenas diez o doce páginas no estará nunca a la altura de una gran novela por muy corta que ésta sea. García Márquez creó hace ya muchas décadas un universo literario que todavía ningún otro escritor ha podido superar ni por originalidad ni por profundidad ni coherencia literaria: el realismo mágico. De esta corriente literaria destacan sobre todo sus dos grandes novelas “Cien años de soledad” y “El amor en los tiempos del cólera”, probablemente los libros más leídos y conocidos de este maravilloso autor. Pero la obra literaria que este colombiano universal dejó al mundo se extiendo mucho más allá.

A lo largo de su vida Gabriel García Márquez publicó cuatro libros de cuentos, o recopilaciones de sus cuentos: “Ojos de perro azul”, “Los funerales de la Mamá Grande”, “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” y “Doce cuentos peregrinos”. Entre todos ellos suman un total de 41 cuentos de extensión variable que va desde las cuatro páginas, que podrían ser considerados prácticamente como esbozos, hasta las cincuenta, con lo que podríamos hablar de casi de novela corta, muy corta. ¿Por qué hablo de estos cuatro libros? Pues porque encontré una edición muy poco publicitada por la propia editorial en la que se reúnen estas cuatro recopilaciones en un solo volumen en edición de bolsillo (supongo que la editorial DeBolsillo que es quien publica en tapa blanda las novelas de García Márquez no quiere que el libro “Todos los cuentos” se airee mucho, ya que comprando éste el lector se ahorra más de un 60% del dinero que costarían los cuatro libros de cuentos por separado).

En esta edición conjunta aparecen separados los cuatro libros y dentro de cada una de estas “partes” los cuentos están ordenados cronológicamente, salvo en el último, no sé la razón. Con esta ordenación el lector podrá ir dándose cuenta perfectamente de cómo desde el primer cuento de la colección, escrito cuando García Márquez era apenas un joven de veinte años, el estilo, los temas, las preocupaciones y los personajes y ambientes van evolucionando a medida que el escritor va madurando y haciéndose más mayor. Sinceramente ha sido muy bonito ver la evolución de uno de las grandes de las letras universales desde sus comienzos hasta su plenitud; bonito y estimulante, a la par que instructivo por el mero hecho de ver y ser consciente de cómo cambiamos las personas con el tiempo, sin dejar en el fondo de ser los mismos que cuando somos jóvenes. A continuación iré hablando, y dando alguna pincelada más sobre cada uno de los libros que componen esta colección de todos los cuentos de Gabriel García Márquez.

La primera parte de “Todos los cuentos” es la correspondiente al libro de relatos “Ojos de perro azul”. En este libro publicado en 1972, se recogen sin embargo los cuentos escritor entre 1947 y 1955, lo que implica que durante casi veinte años estos relatos estuvieron sin ver la luz. De hecho esta recopilación de cuentos no fue la primera que se publicó sino la tercera. Volviendo a “Ojos de perro azul”, en este primer libro se recogen catorce cuentos, todos de extensión inferior a las veinte páginas. Entre estos primeros cuentos se pueden hallar varios patrones en el estilo de García Márquez y en los temas tratados en ellos. Por un lado casi la totalidad de estos relatos tienen un marcado carácter surrealista, muy surrealista, tanto en temática, como personajes, como sucesos, como por el propio estilo. Este surrealismo se nota sobre todo en los primeros cinco o seis cuentos, que resultan muy complejos de leer, por farragosos, casi inconexos y formados por simples ideas unidas por un tema o hilo conductor principal que en ocasiones se hace difícil de leer. Además en los primeros cuentos de este primer volumen el tema de la muerte es siempre el predominante de una u otra manera o forma.

Es posible que se pueda inferir de lo dicho que este primer volumen, “Ojos de perro azul” haya sido el que menos me ha gustado. No voy a mentir, tras los primeros cuentos me vine un poco debajo de ánimos. Esperaba otra cosa. Sin embargo me dije a mí mismo que también había que tener en cuenta la fecha en que estos cuentos habían sido escritos: en unos años en los que muy probablemente García Márquez estuviera buscando su hueco en la literatura, buscando su mundo literario y estilo, experimentando. Y así fue. Los siguientes cuentos de este primer volumen van poco a poco mostrando un cambio ya en su estilo y temática y haciéndose mucho más legibles, con más facilidad y agilidad. Así por ejemplo los cuentos “Ojos de perro azul”, “La noche de los alcaravanes” y por encima de todos “Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo” son verdaderas delicias para el lector, escritos con un estilo envolvente y totalmente adictivo ya. Especial mención hay que hacer del último cuento que he citado, ya que en él se ponen los cimientos de lo que será su grandiosa creación literaria, Macondo, universo tan real como fantástico en el que se desarrollarán sus principales novelas.

El siguiente de los libros de cuentos que se recogen en “Todos los cuentos” es “Los Funerales de la Mamá Grande”, libro originalmente publicado en 1962 y que recoge ocho cuentos escritos todos en ese año. Entre los cuentos de este volumen hay algunos de extensión considerable, de más de veinte páginas que podrían perfectamente ser considerados como novelas cortas o muy cortas; pero también hay uno de extensión mínima, apenas cuatro páginas que se titula “Un día de estos” y que vuelve a tener un marcado tono surrealista pero mágico. En este segundo volumen ya se nota un cambio en el estilo de García Márquez, pero sobre todo ya se siente Macondo, ya se huele el aroma de sus calles, ya se ve el color de sus plazas y puertas, ya se ve su luz y se siente el mar cercano. Macondo ya es un personaje en el mundo literario de García Márquez. Así en cuentos como “En este pueblo no hay ladrones” o “Un día después del sábado” Macondo es un punto central en la narración y todo acontece en este fantástico pueblo tan real como imaginario. Pero si hay un cuento a destacar en este segundo volumen de relatos es el que da título al propio libro, “Los funerales de la Mamá Grande”. Más que cuento, este relato podría ser perfectamente una novela y en ella se sienten a la perfección todos los detalles y elementos del más puro realismo mágico. Es una delicia de cuento con elementos realistas pero totalmente mágicos; los acontecimientos que se narran superan cualquier imaginación racional y pasan a una esfera en la que el lector flota en éxtasis.

Paso ahora a comentar el tercero de los volúmenes de relatos que se recogen en “Todos los cuentos”, el titulado “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada”. Como se puede observar el título ya lo dice todo, ahora sí que sí García Márquez está de lleno sumergido en su universo creativo: en el más puro realismo mágico, en el que todo ya sea real, imaginario o híbrido cobra un sentido diferente y nada es lo que puede parecer en un primer momento. Este tercer libro contiene siete cuentos escritos entre 1968 y 1972, por tanto después de la publicación de “Cien años de soledad”, la obra maestra de García Márquez; además se incluye un relato escrito en 1961, y titulado “El mar del tiempo perdido” que para mí es uno de los mejores, lleno de magia y escrito con un estilo delicado y bellísimo. En los cuentos de este tercer volumen se nota ya una mayor madurez en el estilo de García Márquez, una madurez que le lleva en ocasiones a ponerse en un tono muy grave para narrar algunas cosas, y que sin dejar el realismo mágico, se nota un alejamiento de ese mundo fantástico tan característico suyo. A diferencia del segundo libro de cuentos, éste tercero es más serio en cuanto a temas, sobre todo existenciales y estilo. Destaco, no por ser el mejor de los relatos, el cuento que da título a este tercer volumen y que narra con ese estilo mágico tan de García Márquez, uno de los episodios más reprobables de la historia del Caribe, como era la prostitución de niñas menores de edad.

Por último me toca hablar del último de los libros de cuentos que publicó García Márquez, allá por el año 1992, muy lejos ya de su época de esplendor literario y de la explosión de su realismo mágico. “Doce cuentos peregrinos” recoge doce cuentos escritos entre 1976 y 1982. En este libro ya se ve a un García Márquez totalmente maduro, muy lejano ya en estilo y temática de esos primeros relatos de “Ojos de perro azul”, pero con una prosa igualmente absorbente y maravillosa. El realismo mágico está totalmente diluido, aunque en algún que otro relato sigue viéndose y sintiéndose presente. El realismo más puro entra en escena, las historias son más terrenales, actuales y todas sin excepción se desarrollan en lugares reales de Europa, desde Barcelona a París. Sin embargo pese a que los relatos de este cuarto volumen pierden parte de la magia del mundo literario de García Márquez, todos tienen en común el desconcierto que pueden generar en el lector al parecer que van a ir por un lado, siguiendo una trama que parece fija, para acabar yendo por otra que también estaba presente desde el principio pero de la que se pierde el rastro momentáneamente para volver con fuerza. Me gustaría destacar entre los doce relatos dos en especial, uno de ellos muy corto como es “La luz es como el agua” en el que como un espejismo García Márquez recupera su vigor narrativo y estilístico para brindar al lector con una deliciosa mini historia llena de imaginación; el otro relato que me gustaría destacar es “El rastro de tu sangre en la nieve”. Pero aunque he destacado dos, todos los cuentos son estupendos y enganchan al lector una vez éste haya comenzado uno de ellos.

En resumen, “Todos los cuentos” es sin lugar a dudas una muestra brutal y contundente de la maestría literaria de uno de los grandes genios de las letras universales. A través de los cuentos que se recogen en los cuatro libros que esta edición aúna, se puede ver el desarrollo estilístico y temático de García Márquez, desde que tenía 20 años hasta los 55. Muchos años de historias, imaginación e invención dedicados en exclusiva a crear y a hacer soñar a sus lectores. Quien quiera descubrir a García Márquez no debería dejar de leer en primer lugar “Los funerales de la Mamá Grande” ya que en él se plasman las bases de todo su universo literario y del realismo mágico. Aunque con esto no quiero destacar ninguno de los cuatro libros por encima de otro. Los cuatro en su conjunto dan una visión global de lo que Gabriel García Márquez fue y supuso al mundo de las letras, y con sus cuentos el lector soñará y viajará a mundos tan lejanos que no parecen reales pero que no dejan de ser el mundo en el que vivimos día a día. Por último me gustaría decir: “Gracias señor García Márquez”.

Caronte.

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