Llevaba más de un
año sin leer nada de John Le Carré y para ser sinceros ya tenía mono de este
autor. Desde que hace ya más de seis años lo descubriera gracias a mi profesora
de historia de segundo de bachillerato, Le Carré se convirtió en uno de mis
autores favoritos, sino el preferido. Por esta razón queda el lector de este
artículo advertido de que su contenido no va a ser objetivo, aunque voy a
intentar ser lo más justo posible para escribir una crítica lo más ajustada a
la realidad posible. Será difícil, pero con algo de esfuerzo conseguiré hablar
de esta primera novela de este grandísimo escritor inglés que en su día, y por
un muy breve espacio de tiempo, trabajó para el Servicio Secreto Británico. No
es casualidad que para volver a leer algo de Le Carré haya recurrido a su
primera novela; de hecho esto era algo que tenía pendiente, ya que el libro del
que voy a hablar no es sólo el primera de la enorme producción literaria de Le
Carré, sino también el despertar literario de uno de los personajes más enigmáticos
de la literatura inglesa, el agente George Smiley.
“Call for the dead”, y pongo el
título en inglés porque es en este idioma en el que me he leído este libro, fue
la primera novela publicada por John Le Carré allá por el año 1961, en plena
guerra frío entre Occidente y el mundo Comunista. Y es en está órbita en la que
se mueve la historia que se narra en la novela: una pura historia de espías a
la vieja usanza, donde las cosas nunca son lo que parecen, los traidores a
veces no lo son y sólo lo aparentan, queriendo o no, y donde el engaño y los
silencios juegan un papel muy importante a la hora no sólo de salvaguardar un
secreto, sino también de evitar ser asesinado. Puedo quizá sonar un poco
presuntuoso si digo que “Llamada para
el muerto”, que es como se titula esta novela en español, es quizá la
novela de Le Carré que más me ha sorprendido y gustado, y una de las más
adictivas que he leído nunca.
No hay nadie como
John Le Carré en cuanto a novelas de espías aunque parezca algo raro decirlo con
la primera novela de este autor. Pero esto es un hecho. “Call for the dead” no es la primera novela suya que leo y
por ello puedo afirmar que a pesar de que empecé a leer a este extraordinario
escritor con su obra “Nuestro Juego”
y me he leído todas sus últimas novelas publicadas en los últimos seis años;
esta primera obra reúne de manera magistral todo su estilo que posteriormente
desarrollaría y terminaría por hacer mucho más elaborado. Al ser una primera
novela, en ella se muestran signos evidentes de duda ante el futuro de ser
escritor. El estilo que Le Carré usa en este libro nada tiene que ver con el
estilo del Le Carré ya consagrado de sus novelas más profundas y morales. En
esta primera obra, Le Carré es directo, conciso, brillante en el lenguaje y los
diálogos y simple con las descripciones de lugares y situaciones. A pesar de
que estos ingredientes pueden parecer insulsos, Le Carré consigue una obra
maestra del género, trepidante y enigmática de principio a fin, y con un
argumento tan elaborado como simple, y tan complejo como sencillo.
La trama de “Call for the dead” propiamente
dicha versa sobre el aparente suicidio de un agente del servicio secreto, Samuel
Fennan, tras una entrevista, realizada por George Smiley, para dilucidar si es
un traidor o no. Sin embargo pronto la hipótesis del suicidio deja de encajar
para Smiley, básicamente porque desde su oficina en el servicio de inteligencia
optan por no escarbar más en el asunto y asumen que Fennan se suicidó por culpa
de Smiley y su entrevista con él. Esto no gusta nada a nuestro protagonista,
George Smiley, y decide investigar por su cuenta para sacar la verdad a la luz,
porque duda mucho de que todo sea tan sencillo. Sus dudas pronto tienen
continuación y tras una entrevista con la mujer de Fennan, Elsa, Smiley se da
cuenta de que hay gato encerrado y que Samuel Fennan no se suicidó sino que fue
asesinado.
A partir de este
momento, y gracias a la ayuda de un policía normal y corriente, de calle como
se dice en la novela, el inspector Mendel y de un agente subordinado de Smiley
en el servicio secreto, Peter Guilliam, Smiley empieza a tirar de la cuerda
para descubrir el fondo de este asunto que desde el primer momento le olió mal.
Rápidamente con casi todas la piezas sobre el tablero empieza el juego que es
la trama de “Call for the dead”.
Los sucesos se van desencadenando con una rapidez asombrosa que deja al lector
exhausto y con los ojos como platos por cómo se van desarrollando los
acontecimientos y por cómo se va liando el asunto. Es en estos primeros
compases de la novela en los que yo me quedé totalmente enganchado a la
historia y tras los cuales no pude dejar de leer salvo para comer y hacer mis
necesidades básicas en el servicio. Pero cuando parece que todo llega a un
final, de repente aparece en escena un pasado oscuro. Y de ese pasado emerge un
personaje más, una pieza más del puzle: un antiguo colaborador de Smiley en
Alemania, Dieter Frey, que tras la guerra en vez de seguir colaborado con los
servicios secretos británicos, cambia su lealtad por la Alemania del Este, el
socialismo y el comunismo. Desde esta aparición ya sí están todas las piezas
sobre el tablero para que la partida llegue a un final, que aunque se puede
aventurar de antemano como trágico y dramático, nunca el lector puede imaginar
que llegue de manera tan sutilmente calculada y tan extraordinariamente narrada
como lo hace John Le Carré.
Esta trama tan
bien hilada, en la que todos los personajes juegan a la perfección su papel y
en la que todos y cada uno, por muy mínima que sea su participación en “Call for the dead”, tienen algo
que decir y algo que aportar a Smiley para resolver la muerte de Fennan. Pero
John le Carré no se queda simplemente ahí: con una trama perfectamente
estructurada y construida; sino que se va más allá en el libro. Como dije al
principio este es el primero de una serie de libros protagonizados por George
Smiley, un agente del servicio secreto británico con una vida melancólica y en
gran parte solitaria, donde las sospechas, las mentiras y los silencios tienen
mucho que decir en su forma de ser. John le Carré aprovecha esta historia
narrada con el telón de fondo de la Guerra Fría para presentarnos a su mayor,
mejor y más enigmática creación literaria, que ojalá (y esto lo digo a nivel
personal) hubiera existido en la realidad (aunque quién sabe si no existió de
verdad), a este agente meticuloso, metódico y sobre todo infalible en su
trabajo, que demuestra con su investigación sobre la muerte de Fennan un sexto
sentido que en el Servicio Secreto necesitan y que hace que Maston, su superior
jerárquicamente hablando le proponga un gran puesto dentro del MI6.
No puedo ocultar
que “Call for the dead” me ha
parecido un libro soberbio, escrito de manera totalmente magistral y con una
trama adictiva hasta términos preocupantes para la salud física, y casi mental
diría yo, que me ha mantenido durante un par de horas totalmente pegado a él
sin poder dejar de leer. No obstante es un libro de lectura sencilla, tanto en
inglés, como supongo también en español, y sus apenas ciento cincuenta páginas
de puede perfectamente leer con calma, disfrutando verdaderamente de una
historia entretenida, inquietante e interesantísima, en un par de tardes de
otoño de estas que a partir de ahora van a venir. La única pega no se la voy a
poner al libro, que es sobresaliente, ni al autor, que es incomparable, sino a
mí mismo: y es que me reprocho a mí mismo el tiempo que he dejado pasar antes
de leer esta novela. Pero bueno, el error ya está solventado y el libro leído,
y con ello puedo concluir que John Le Carré es el gran maestro de la novela de
espías de todos los tiempos, y ésta su primera novela una joya que recomiendo
vivamente a todo aquel que quiera pasar unas horas muy entretenidas.
Caronte.
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