
Con “Donde nadie te encuentre”, Alicia
Giménez Bartlett, su autora, consiguió el Premio Nadal en el año 2011. El Nadal
ha sido siempre uno de esos grandes premios literarios españoles, y de los
pocos otorgados por editoriales que han mantenido cierto prestigio
independiente hasta hace relativamente no mucho tiempo. Sin embargo, en los
últimos años ya, y a pesar de que se sigue resistiendo a los grandes nombres de
la literatura comercial, ha perdido gran parte de ese prestigio. He leído ya
varios de los más recientes Premios Nadal y en casi todas las ocasiones me he
encontrado con el mismo tipo de novela carente de las mismas cosas. En este
caso pasa lo mismo.
“Donde nadie te encuentre” plantea
una historia realmente interesante, la de Teresa/Florencio Pla Meseguer, uno de
los últimos maquis fugados cuya historia no se centra únicamente en su vida de
maquis y resistencia a la dictadura franquista, sino que también tiene un gran
componente sociológico al tratarse probablemente de las primeras personas que
decidieron realizar un cambio de sexo debido a su seudohermafroditismo
masculino. Sin embargo, y pese a este muy interesante planteamiento de raíz, la
novela a mí no me ha enganchado en ningún momento.
La novela está
narrada en dos estilos totalmente diferentes y se estructura de esa manera de
manera intencionada para que el lector pueda diferenciar claramente cuando se
habla de La Pastora, que es como se conocía a Florencio Pla Meseguer, y cuando
la novela discurre por su planteamiento ficticio. Giménez Bartlett usa la
primera persona en la narración para dar voz en “Donde nadie te encuentre” a su protagonista, para que cuente
su historia desde su infancia; mientras que la tercera persona y la narración
omnisciente queda para la novela propiamente dicha en la que la trama gira en
torno a la búsqueda por parte de in periodista barcelonés y un médico
psiquiatra francés de La Pastora.
“Donde nadie te encuentre” a fin
de cuentas es una especie de biografía novelada de un personajes histórico real
pero al mismo tiempo se recubre de historia medio policiaca y de investigación
sociológica que no tiene ni pies ni cabeza. Lucien Nourissier y Carlos Infante
son los otros dos protagonistas de la novela, los protagonistas de la parte de
ficción. Dos personajes antagónicos uno del otro que se convierten en amigos de
aventuras. Pero nada en ellos me hace sentir empatía. No termino de conectar
con sus personalidades. Su evolución además es casi plana y muy forzada. Y los
intentos por intentar dejar huellas psicológicas en el lector son tan claras y
tan poco efectivas que a veces hasta da pena leerlas. Lo único interesante de
ambos personajes son las pullas constantes entre los estereotipos entre
franceses y españoles que siempre hemos tenido.
Me parece también
bastante chapucero, y no sé si es idea de la editorial o de la propia autora
que “Donde nadie te encuentre”
venga impreso en dos tipografías diferentes usadas para indicar en qué parte
del libro nos movemos. Teniendo en cuenta que has dos tiempos verbales
claramente diferenciados en la novela según quién y qué se narre, la
utilización de dos tipografía me parece innecesario y casi un insulto al
lector. También es cierto que para despropósito el hecho de que la novela esté
dividida en dos partes, cuando en el fondo la narración es una y además lineal,
ya sea en la parte de La Pastora, como en la de los “investigadores”.
No voy a hablar
del final de “Donde nadie te encuentre”
porque me ha parecido abrupto, inconexo y falto de argumentación. Tengo la
sensación de que la novela está terminada adrede porque se estaba alargando
demasiado, cosa que es cierta, ya que para mí la novela tiene partes que sobran
claramente y otras que sin embargo están demasiado escuetamente desarrolladas.
Pocos pasajes de la novela me han entretenido pese a que como ya he dicho había
material suficiente para haber hecho una gran historia. Pero como suele pasar
en los premios literarios, a veces se peca de grandeza y se hacen cosas
absurdas convirtiendo algo decente en algo mediocre.
Tras lo dicho poco
puedo añadir para que no quede muy brusco decir que “Donde nadie te encuentre” no me ha gustado nada. Me ha
decepcionado enormemente comprobar cómo se puede arruinar una buena base de
partida y una historia real para terminar haciendo una novela larga, pesada y
aburrida; de personajes planos con los que no he empatizado en ningún momento y
cuyo hilo argumental (fuera de la historia en primera persona de La Pastora) se
pierde, se alarga y se precipita abruptamente a un final sin pies ni cabeza.
Intento evitar no recomendar una novela aunque a mí no me haya gustado y sé que
seguro hay público para esta historia, pero definitivamente para quien busque
una historia conmovedora, dura, seria y competente este no es su libro.
Caronte.
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