lunes, 18 de febrero de 2019

Lectura crítica: "Donde nadie te encuentre"


En un impulso investigador me puse hace unas semanas a buscar libros que comprar y leer. Estaba falto de inspiración lectora. Necesitaba un respiro de mis autores predilectos y del tipo de literatura que suelo leer. Quería también descubrir nuevos autores y adentrarme en géneros que hasta la fecha no he tocado mucho. Entré en la web de mi librería de segunda mano de cabecera y di con varios títulos que me llamaron poderosamente la atención. Uno de esos títulos es el que voy a reseñar hoy y cuya lectura se ha alargado más de lo previsto debido a la mismísima vida, o mejor dicho, a su secretaria perpetua: la muerte. Quizá esta reseñar debería haber estado lista a finales de la semana pasada pero mi abuela nos dejó el martes pasado y en ese instante el tiempo se paró para todos; no hubo más tiempo que para llorar, sufrir, abrazar, acompañar y sentir cómo el tiempo arrasaba todo a nuestro alrededor. Por desgracia esta lectura la recordaré toda mi vida por lo que perdí durante la misma.

Con “Donde nadie te encuentre”, Alicia Giménez Bartlett, su autora, consiguió el Premio Nadal en el año 2011. El Nadal ha sido siempre uno de esos grandes premios literarios españoles, y de los pocos otorgados por editoriales que han mantenido cierto prestigio independiente hasta hace relativamente no mucho tiempo. Sin embargo, en los últimos años ya, y a pesar de que se sigue resistiendo a los grandes nombres de la literatura comercial, ha perdido gran parte de ese prestigio. He leído ya varios de los más recientes Premios Nadal y en casi todas las ocasiones me he encontrado con el mismo tipo de novela carente de las mismas cosas. En este caso pasa lo mismo.

Donde nadie te encuentre” plantea una historia realmente interesante, la de Teresa/Florencio Pla Meseguer, uno de los últimos maquis fugados cuya historia no se centra únicamente en su vida de maquis y resistencia a la dictadura franquista, sino que también tiene un gran componente sociológico al tratarse probablemente de las primeras personas que decidieron realizar un cambio de sexo debido a su seudohermafroditismo masculino. Sin embargo, y pese a este muy interesante planteamiento de raíz, la novela a mí no me ha enganchado en ningún momento.

La novela está narrada en dos estilos totalmente diferentes y se estructura de esa manera de manera intencionada para que el lector pueda diferenciar claramente cuando se habla de La Pastora, que es como se conocía a Florencio Pla Meseguer, y cuando la novela discurre por su planteamiento ficticio. Giménez Bartlett usa la primera persona en la narración para dar voz en “Donde nadie te encuentre” a su protagonista, para que cuente su historia desde su infancia; mientras que la tercera persona y la narración omnisciente queda para la novela propiamente dicha en la que la trama gira en torno a la búsqueda por parte de in periodista barcelonés y un médico psiquiatra francés de La Pastora.

Donde nadie te encuentre” a fin de cuentas es una especie de biografía novelada de un personajes histórico real pero al mismo tiempo se recubre de historia medio policiaca y de investigación sociológica que no tiene ni pies ni cabeza. Lucien Nourissier y Carlos Infante son los otros dos protagonistas de la novela, los protagonistas de la parte de ficción. Dos personajes antagónicos uno del otro que se convierten en amigos de aventuras. Pero nada en ellos me hace sentir empatía. No termino de conectar con sus personalidades. Su evolución además es casi plana y muy forzada. Y los intentos por intentar dejar huellas psicológicas en el lector son tan claras y tan poco efectivas que a veces hasta da pena leerlas. Lo único interesante de ambos personajes son las pullas constantes entre los estereotipos entre franceses y españoles que siempre hemos tenido.

Me parece también bastante chapucero, y no sé si es idea de la editorial o de la propia autora que “Donde nadie te encuentre” venga impreso en dos tipografías diferentes usadas para indicar en qué parte del libro nos movemos. Teniendo en cuenta que has dos tiempos verbales claramente diferenciados en la novela según quién y qué se narre, la utilización de dos tipografía me parece innecesario y casi un insulto al lector. También es cierto que para despropósito el hecho de que la novela esté dividida en dos partes, cuando en el fondo la narración es una y además lineal, ya sea en la parte de La Pastora, como en la de los “investigadores”.

No voy a hablar del final de “Donde nadie te encuentre” porque me ha parecido abrupto, inconexo y falto de argumentación. Tengo la sensación de que la novela está terminada adrede porque se estaba alargando demasiado, cosa que es cierta, ya que para mí la novela tiene partes que sobran claramente y otras que sin embargo están demasiado escuetamente desarrolladas. Pocos pasajes de la novela me han entretenido pese a que como ya he dicho había material suficiente para haber hecho una gran historia. Pero como suele pasar en los premios literarios, a veces se peca de grandeza y se hacen cosas absurdas convirtiendo algo decente en algo mediocre.

Tras lo dicho poco puedo añadir para que no quede muy brusco decir que “Donde nadie te encuentre” no me ha gustado nada. Me ha decepcionado enormemente comprobar cómo se puede arruinar una buena base de partida y una historia real para terminar haciendo una novela larga, pesada y aburrida; de personajes planos con los que no he empatizado en ningún momento y cuyo hilo argumental (fuera de la historia en primera persona de La Pastora) se pierde, se alarga y se precipita abruptamente a un final sin pies ni cabeza. Intento evitar no recomendar una novela aunque a mí no me haya gustado y sé que seguro hay público para esta historia, pero definitivamente para quien busque una historia conmovedora, dura, seria y competente este no es su libro.

Caronte.

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