Después de haber
tenido una pequeña decepción con uno de los libros de García Márquez, en
concreto con “El general en su
laberinto”, que aparte de tedioso y poco imaginativo, me resultó muy
aburrido, he vuelto a encontrar a ese Gabriel García Márquez que me conquistó
hace ya un par de años con “Cien años
de soledad” y que ha seguido haciéndolo con prácticamente todos los
libros suyos que me he leído. Con la última novela suya que me he leído he
vuelto a comprobar porqué se le considera uno de los más grandes novelistas de
la literatura universal. Nadie como él es capaz de crear una historia tan
universal y verosímil con ese toque tan personal de magia, misticismo y
romanticismo literario que otorga el realismo mágico a cualquier libro, sea
cualquiera que sea la historia que se narre en sus páginas.
Antes de nada
quiero decir que “El otoño del
patriarca” me lo compré en la cuesta del Moyano junto con otros dos
libros del mismo autor que estaban a muy buen precio y en unas condiciones
extraordinarias. Con esto sólo quiero decir que adquirí esta novela de García
Márquez sin esperarla ni buscarla, simplemente porque se me presentó la
oportunidad y no la pude dejar escapar. Es decir no era de los libros de García
Márquez que me faltan por leer que más prioridad tenía por comprar, pero aún
así lo hice. No pudo ser mejor la decisión que tomé al hacerme con este
ejemplar ya que una vez leído puedo asegurar que esta novela es quizá después
de su mítica “Cien años de soledad”
y la deliciosa “El amor en los tiempos
del cólera”, la que más me ha gustado, hasta tal punto que me he dado
verdaderas panzadas a leer para acabarla y disfrutar cada una de sus páginas.
En “El otoño del patriarca” García
Márquez recrea con maestría y brillantez, haciendo uso de su inabarcable e
inimitable estilo literario, los últimos instantes de la vida de un general, de
un dictador sudamericano, aunque podría extenderse el símil a cualquier
dictador universal, a través de una serie de anécdotas que van dando al lector
las pinceladas de una vida vivida en un limbo de poder y miedo, soledad y
desamor, mentiras y traiciones. Podría ser esta perfectamente una historia
real: la de un hombre que accede al poder y lo personaliza en su persona, que
idealiza hasta su sombre y que genera miedo en sus ciudadanos mediante un
sistema de represión brutal, violento y sangriento. De hecho, a pesar de que la
historia es totalmente una invención de García Márquez, es también una historia
real: la de todos esos generales que a lo largo de la historia de la humanidad
han asumido el poder en sus países y han intentado dominarlos como si fueran
sus cortijos privados, sumiendo sus patrias en una dictadura que usa de la
represión y el miedo como armas para imponer el poder y los designios de su
líder.
Pero “El otoño del patriarca” va mucho
más allá de una simple fábula, por llamarla de una manera concreta, sobre el
final de la vida de un dictador. Este libro es la narración fantástica, de
manos de García Márquez y del realismo mágico, de la soledad del poder
absoluto; de las mentiras, engaños y trucos que los seguidores de un dictador
se inventan y organizan para que todo siga igual y salvar el pellejo; de los
arrebatos de pasión y locura de hombres que están solos en su poder porque
nadie es sincero con ellos y nadie se atreve a decirles las cosas como son; de
las locuras, crueldades y atrocidades que el poder dictatorial puede originar
cuando no se hace lo que el líder dice que tiene que hacerse o tal y como dice
que se tiene que hacer. La historia que se narra en las páginas de este libro
es el relato desgarrador, triste y melancólico de la vida de seres miserables
tanto a nivel personal como moral que creen en sombras y fantasmas irreales
como si fueran personas de carne y hueso; seres que viven en una vida de oscuridad
y figuras falsa, de sueños y pesadillas que se hacen realidad en una mente totalmente
fuera de la vida real.
A través de
diferentes anécdotas que implican al general dictador de “El otoño del patriarca”, pero también a su madre, a algunos
de sus más estrechos colaboradores, a traidores al régimen, a ciudadanos
miserables que sufren las iras del dictador, de sus amantes, de la única mujer
a la que amó y de sus hijos bastardos, García Márquez nos cuenta en el fondo la
historia universal, fácilmente extrapolable a cualquier situación, de las
últimas agonías vitales de un ser despreciable y odioso que ve al final de su
vida que toda ella ha sido una patraña, un engaño constante, una mentira urdida
por las personas que han estado a su lado todo el tiempo, algunos de los cuáles
se ha quitado de en medio asesinándolos y torturándolo miserablemente para
escarnio público y miedo general. Estos últimos instantes de vida en los que
todos al fin y al cabo hacemos balance de lo vivido, vemos con más nitidez
todas nuestras acciones como una reválida de lo hecho, dicho y decidido a lo
largo de nuestros años de marcha por la vida.
Sin embargo, a
pesar de todo lo ya dicho, “El otoño
del patriarca” es mucho más, ya que es un verdadero y sublime ejemplo
del más puro realismo mágico, ese estilo tan diferente a todo lo demás, tan
irreal pero a la vez tan pegado al mundo cotidiano que todos vivimos y
experimentamos con todos nuestros sentidos día a día. Se nota que esta novela
pertenece a la época más madura de García Márquez, de hecho esta novela la escribió
después de su gran obra maestra “Cien
años de soledad” durante unos cuantos años que vivió en Barcelona y que
por casualidad o no coincidieron con los últimos años de la dictadura franquista
y por consiguiente de la muerte del dictador. Es imposible por tanto no hacer
una especie de paralelismo y sacar la conclusión de que este libro viene
motivado y originado por esos últimos años de Franco, aunque la historia de la
novela se sitúa en el Caribe y el dictador protagonista tenga sangre más latina
y caliente.
Con esto debería
bastar para describir “El otoño del
patriarca” pero me quedaría corto si lo dejara aquí. Estaría omitiendo
toda la realidad si no menciono también, además de la trama y lo que se narra
en sus páginas, cómo está escrito este libro. Esta novela se García Márquez se
divide en seis capítulos no numerados. Se podría considerar que son seis
bloques narrativos casi independientes en los que siempre se narra el
descubrimiento del cadáver del general tendido en el suelo de su alcoba muerto,
comido por los gallinazos. Pero estos seis bloques narrativos, que podrían
perfectamente leerse de manera independiente como pequeñas historias
individuales, tienen la enorme y compleja particularidad de que están escritor
sin puntos y aparte, en un único párrafo continuo repleto de realismo mágico. Y
aún hay más, y es que el último de estos bloques o capítulos está escrito sin
emplear un solo punto, todo es un largo discurso expresado en una única y
magnífica frase que reúne con plenitud ese magnífico estilo que ha hecho de
García Márquez uno de los más importantes escritores de la literatura
universal. Ese último capítulo es magistral y hace que el lector no pueda dejar
de leer bajo pena de excomunión del hilo narrativo y argumental. Así el lector
se obliga a mantenerse pegado al libro y acabarlo porque de lo contrario nada
encajaría.
No creo que pueda
decir mucho más de “El otoño del
patriarca”. Esta novela es sin duda una de las sorpresas más gratas que
he tenido con un libro en los últimos tiempos, porque para nada esperaba algo
como esta historia, y mucho menos poder adentrarme en el mundo puro del
realismo mágico que tergiversa la realidad con figuras irreales y fantásticas
hasta tal punto que la hace mucho más realista que la propia vida, porque de
hecho el realismo mágico no es ni más ni menos que el único estilo literario
que creo puede expresar el mundo tal y como es: tan diferente a la realidad como
personas hay. A quien le guste García Márquez esta novela le entusiasmará; sin
embargo quien no haya leído nada de este magistral escritor, esta novela le
asustará e impresionará tanto que probablemente querrá seguir leyendo y
descubriendo a este inmenso autor.
Caronte.
gran reseña!!!! gracias, es la puerta de entrada a este blog, espero quedar tan feliz con tus otras entradas, seguiré leyéndote. Saludos de Medellín.
ResponderEliminarMil gracias por tus palabras! Espero que entre mis humildes reseñas encuentres lecturas interesantes.
Eliminar